La responsabilidad social corporativa y las tendencias de consumo de los
millennials universitarios que laboran
Corporate social responsibility and consumption trends of working
university millennial students
Lucirene
Rangel-Lyne*, Magda Lizet Ochoa-Hernández, José Ignacio Azuela-Flores,
Francisca Hernández-Angel
*Correspondencia:
lucirene@live.com.mx/Fecha de recepción: 23 de noviembre de 2017/Fecha de
aceptación: 11 de octubre de 2018/Fecha de publicación: 31 de enero de 2019
Universidad
Autónoma de Tamaulipas, Facultad de Comercio y Administración de Tampico,
Centro Universitario Sur, Av. Universidad y Adolfo López Mateos S/N, Tampico,
Tamaulipas, México, C.P. 89140.
RESUMEN
La
responsabilidad social corporativa percibida se confirma vigente como un predictor
significativo del comportamiento de compra. Sin embargo, existen variables
intervinientes, como los buenos sentimientos, que llevan consigo
características de disfrute, satisfacción y beneficio percibido, cuyos efectos
pueden intensificar tal comportamiento. No obstante, este fenómeno no ha sido
lo suficientemente estudiado en México. Por otra parte, las proyecciones
demográficas sugieren que, en el mediano plazo, los mercados de consumo
internacional y nacional estarán dominados por la generación millennial, con mayor énfasis, por
quienes cuentan con un grado educativo superior y una ocupación laboral. El
objetivo de la presente investigación fue determinar si la variable buenos
sentimientos tiene efectos catalizadores en el consumo socialmente responsable
de una muestra de jóvenes mexicanos millenials
que estudian y laboran. Se encuestó a 97 estudiantes universitarios de una
escuela de negocios del sur de Tamaulipas. Se empleó el modelo de regresión con
mediación para explorar los efectos mediadores de buenos sentimientos en la
relación entre la percepción de RSC y el consumo responsable. Los resultados
indicaron que los buenos sentimientos, sí tienen efectos catalizadores
positivos y significativos en el consumo de los estudiantes millennials mexicanos que trabajan,
debido a la satisfacción, disfrute y el beneficio percibido que estos
manifestaron al hacer consumos responsables a empresas con RSC.
PALABRAS CLAVE:
responsabilidad social corporativa, buenos sentimientos, consumo, millennial,
trabajadores.
ABSTRACT
Perceived
corporate social responsibility (CSR) has been confirmed as a significant
predictor of purchase behavior. Nevertheless, there are intervening variables
such as “the good feelings” that involve characteristics of enjoyment, satisfaction
and perceived benefit, whose effects can reinforce such behavior. In Mexico,
these effects have not been sufficiently studied. Recent demographic
projections, however, suggest that, in the mid-term, the national and
international consumption market will be dominated by the millennial
generation, especially by those who have a higher education degree and have
already entered the labor market. Consequently, the objective of this article
was to analyze if “the good feelings” variable increases the predictor effect
of the perceived CSR on the social responsible purchase behavior. 97 university
millennial students from a business school located on the southern region of
Tamaulipas were surveyed. A regression model with mediation was employed to
explore the mediating effects of the “good feelings” variable on the
relationship between the perception of CSR and responsible consumption. The
results indicated that “the good feelings” variable increases the positive and
significant effect on the responsible consumption of the millennial Mexican
students, due to the satisfaction, enjoyment and perceived benefit when
consuming in a socially responsible way.
KEYWORDS: corporate
social responsibility, good feelings, consumption, millennial, workers.
INTRODUCCIÓN
Cuando la
Responsabilidad Social Corporativa (RSC) logra ser percibida como una
integración al carácter económico, ético, legal y al desarrollo de actividades
en pro de la sociedad y el medio ambiente (Carroll, 1979), esta se convierte en
una causa del comportamiento de consumo responsable (Martínez y col., 2014).
El
comportamiento de consumo responsable se define como la adquisición, uso y
disposición de productos en un deseo de minimizar o eliminar cualquier efecto
perjudicial al medio ambiente, y maximizar el impacto beneficioso a largo plazo
en la sociedad (Mohr y col., 2001). Este comportamiento se mantiene y se intensifica
gracias a las motivaciones de los consumidores (Martínez y col., 2014). Tales
motivaciones pueden ser personales y sociales (Ajzen y Fishbein, 1980; Tajfel,
1982; Freestone y McGoldrick, 2008), en donde los motivadores intrínsecos
(personales) son necesarios para que pueda darse la influencia de los factores externos
(sociales) (Zhu y col., 2013); esto en una combinación individual y colectiva (Hofstede
y Bond, 1984; Freestone y McGoldrick, 2008; González-Rodríguez y col., 2016).
Los buenos
sentimientos están siendo estudiados actualmente como una variable de
motivación intrínseca, es decir, producidos a partir de un comportamiento
socialmente responsable (Habel y col., 2015).
La variable
buenos sentimientos hace alusión a la satisfacción, disfrute y beneficio
percibido al contribuir con empresas socialmente responsables (Andreoni, 1990;
Andrews y col., 2014; Habel y col., 2015). Estas características afectan
positivamente las evaluaciones del consumidor, pues éste, recompensa a las empresas
responsables de una manera tangible: mediante su preferencia (Beckmann, 2007; Manzano
y col., 2013); pero además, intangible, a través de la construcción favorable
de una reputación e imagen (Beckmann, 2007).
Los buenos
sentimientos propician una serie de oportunidades y satisfacciones en los
consumidores. A pesar de que inicialmente no se origina un beneficio económico,
se ha comprobado que, las oportunidades producidas por esta variable ayudan a
maximizar los beneficios en el mercado, pues los clientes se sienten identificados
con los productos de la empresa (Baron, 2007; Koschate-Fischer y col., 2012). Los
consumidores que logran producir esta clase de percepciones advierten recibir
el beneficio de contribuir a un bien común, experimentando lo que se llama
“buenos sentimientos” (Andreoni, 1989). Al seleccionar productos o servicios
socialmente responsables, tienen tal sensación de bienestar generada por la
satisfacción de contribuir con la sociedad (Nunes y Schokkaert, 2003). De
acuerdo con Hartmann y Apaolaza-Ibañez, (2012) al “sentirse bien” mientras “se
hace el bien”, ya sea de una manera social o medioambiental, genera un sentimiento
positivo que estimula el comportamiento de compra.
Yildirim (2014)
demostró de manera empírica la presencia de buenos sentimientos, también conocidos
como el efecto warm glow en la
economía, ya que cuando se lleva a cabo una aportación altruista (donación) la
cantidad no solo está limitada por ingresos del contribuyente, sino por el
efecto de los buenos sentimientos. Bischoff y Krauskopf (2015) evidenciaron por
medio de un experimento económico que los buenos sentimientos conducen a mayores
donativos y que los individuos, que contribuyen a estos donativos, generan un
estado afectivo significativo, además de un aumento en sus convicciones
morales. De acuerdo con Ferguson y Flynn (2016) los buenos sentimientos dan
lugar a actos altruistas, que originan una relación significativa con la
economía y un aumento a las acciones morales.
Cada vez es más
común que los consumidores se preocupen por productos que sean amigables con el
medio ambiente, que sean producidos con ética y que su comercialización sea
justa. Todo esto conlleva a un “buen sentir” (Chan y Kotchen, 2014). Así mismo
la disposición de los compradores en temas referentes a las responsabilidad social
y ambiental va en aumento, tan es así que el precio de algunos productos es
mitigado por buenos sentimientos generados por la acción de contribuir con la
comunidad (Ma y Burton, 2016). Estas actitudes de consumo responsable se
manifiestan con mayor fuerza en la juventud, siendo un segmento más
comprometido y responsable al momento de consumir bienes y servicios (Sánchez,
2014).
Componentes de
la variable buenos sentimientos se han venido confirmando como positivos y
significativos, para este segmento generacional, en diversos estudios alrededor
del mundo. Esto ha sido evidenciado mediante sus crecientes preferencias de
consumo responsable (Smith y Brower, 2012; Bucic y col., 2012; Kanchanapibul y
col., 2014); y mediante la propensión a pagar un precio mayor por adquirir este
tipo de productos (Sullivan y Heitmeyer, 2008; Anvar y Venter, 2014). Aunado a
lo anterior, se ha encontrado que estas motivaciones de consumo responsable se
ven acentuadas en aquellos jóvenes que cuentan con un grado educativo superior
(Kanchanapibul y col., 2014), y que además, ya se han adentrado en el campo
laboral, pues cuentan con una mayor disposición monetaria para el consumo (Jang
y col., 2011).
El segmento
generacional al que se hace referencia es particularmente a los jóvenes
consumidores que nacieron del año 1980 al año 2000, de acuerdo a la
clasificación de Culiberg y Mihelic (2016), quienes se pueden identificar como
la generación “Y”, también denominada millennial
(Pincheira y Arenas, 2016). Este segmento generacional presenta un perfil de
consumidor exigente (Matus, 2017), debido a su diferenciado estilo de vida y
motivaciones de consumo (Smith y Brower, 2012). Son llamados “millennials”, porque alcanzaron su edad
adulta con el cambio de milenio (Gutiérrez-Rubí, 2015), y están cobrando
interés de estudio, porque formarán el 75 % de la población económicamente
activa a nivel mundial en el año 2025 (Deloitte, 2014). Esta generación se está
convirtiendo en el mercado meta para el desarrollo de estrategias corporativas
(Kanchanapibul y col., 2014), con mayor énfasis en culturas colectivistas
(Bonaiuto y col., 2008; Hernández y col., 2012), como es el caso de la cultura
mexicana (Becker-Olsen y col., 2011).
El estudio de
las motivaciones de consumo de las nuevas generaciones es de interés, debido a
su presencia significativa en los mercados, no solo mexicanos, de acuerdo al
Instituto Nacional de Estadística y Geografía (INEGI, 2016), sino
internacionales (Culiberg y Mihelic, 2016; Deloitte, 2014). Sin embargo, aún se
encuentra una carencia de estudios al respecto en México, lo que propicia
diversas interrogantes acerca de sus motivaciones de consumo.
El objetivo del
presente trabajo fue establecer si la variable buenos sentimientos tiene
efectos catalizadores en el consumo socialmente responsable, de una muestra de
jóvenes mexicanos millennials, que
además de estudiar, tuvieran una ocupación laboral.
MATERIALES Y MÉTODOS
El estudio fue
de tipo causal. La aplicación fue transversal. Se desarrolló un análisis
cuantitativo para determinar los efectos entre las variables. El modelo de
regresión con mediación, en el que la variable independiente (X: RSC percibida)
explica positiva y significativamente a la variable dependiente (Y: consumo
socialmente responsable), en un sentido directo e indirecto, a través de la
variable mediadora (M: buenos sentimientos), fue reproducida en el software
estadístico SPSS (Figura 1).
Se encuestó a
97 estudiantes universitarios de una escuela de negocios del sur de Tamaulipas,
México, pertenecientes a la generación millennial.
Esta generación, según la clasificación de Culiberg y Mahelic (2016), integra a
los nacidos desde el año 1980 al año 2000. Uno de los criterios requeridos para
la muestra fue que estudiaran y trabajaran. De los 97 encuestados, 54 fueron
mujeres y 43 hombres. La muestra se conformó de 40 estudiantes de la
licenciatura en negocios internacionales; 30 estudiantes de contaduría pública;
20 estudiantes de administración y 7 de la licenciatura en informática. Los
periodos cursados corresponden a quinto, sexto, séptimo y octavo semestre,
respectivamente.
Se detectaron
datos atípicos en las encuestas, por lo que se eliminaron aquellas cuyas
respuestas estaban muy alejadas del promedio de respuesta, ya que podría sesgar
los resultados del estudio. Se obtuvieron 89 encuestas adecuadas para
desarrollar el modelo estadístico propuesto. El periodo de levantamiento de
encuestas fue durante el mes de agosto de 2017. Todos los participantes
contestaron la encuesta de manera voluntaria. En el procesamiento de
aplicación, cada participante respondió siguiendo las instrucciones incluidas
en la misma. Las variables incluidas en la encuesta fueron medidas a través de
una escala Likert de siete puntos (en donde 1 significó totalmente en
desacuerdo y 7, totalmente de acuerdo). Para lograr la validez de contenido de
la encuesta, se revisaron los constructos de variables latentes previamente
validadas; de tal forma que, para medir la variable consumo socialmente
responsable, se emplearon los ítems propuestos por Maignan (2001) y Tian y col.
(2011). Por su parte, para medir la RSC percibida, se empleó la escala
utilizada por Habel y col. (2015); y finalmente, para la variable buenos
sentimientos, se retomaron los ítems de Andrews y col. (2014) (Tabla 1). Las
definiciones de las variables mencionadas se especifican a continuación:
La variable RSC
se comprende como el proceso de mejora, en donde las compañías integran a su
gestión, actividades de responsabilidad social (dimensiones: social, ética,
legal, discrecional) (Carroll, 1979).
La variable
comportamiento de consumo responsable se define como la adquisición, uso y
disposición de productos, en un deseo de minimizar o eliminar cualquier efecto
perjudicial al medio ambiente y maximizar el impacto beneficioso a largo plazo
en la sociedad (Mohr y col., 2001).
La variable
buenos sentimientos hace alusión a la satisfacción, disfrute y beneficio
percibido al contribuir con empresas socialmente responsables (Andreoni, 1990;
Andrews y col., 2014; Habel y col., 2015).
Se realizó el
análisis factorial exploratorio por componentes principales. La rotación
utilizada fue oblimin directo, respaldados en el argumento de que los estudios
de comportamiento y motivaciones sociales se correlacionan y pueden covariar
(Prochaska y col., 1994; Freestone y McGoldrick, 2008; Hernández, y col.,
2012). Se indicó extraer los factores por encima del auto valor, descartando
los ítems cuyas cargas factoriales estuvieran por debajo del 0.49. Solo un ítem
perteneciente a la escala de RSC percibida se agrupó en dos factores, y por tal
motivo, se eliminó (CSRP3: Una empresa socialmente responsable dona una parte
de sus ganancias a la caridad, de manera regular) (Tabla 1).
La fiabilidad
fue probada por cada variable latente. El coeficiente α (alpha) de Cronbach
resultó superior al 0.7 en todos los casos, haciendo cada constructo
consistente. La varianza explicada fue de 67.314 %; con un KMO de 0.838, P=
0.000 significativo (Tabla 2).
RESULTADOS Y DISCUSIÓN
Los resultados
encontrados en la presente investigación confirman lo sugerido en estudios
empíricos previos, que señalan la multidimensionalidad de la RSC percibida por
los consumidores (McWilliams y Siegel, 2001; Sen y Bhattacharya, 2001;
Lichtenstein y col., 2004); así como el efecto positivo y significativo de esta
percepción en el comportamiento de consumo responsable (Martínez y col., 2014;
Thi y Van, 2016). Sin embargo, también se sustenta la literatura que confirma
la existencia de variables mediadoras que incrementan tales efectos directos
(Martínez y col., 2014). Una de las variables mediadoras que se ha encontrado
actualmente, en estudios empíricos de alto impacto, es la variable buenos
sentimientos (Andrews y col., 2014; Habel y col. 2015).
En el análisis
descriptivo del estudio, se observó que la mayor parte de la muestra cuenta con
una percepción de RSC de media a alta (este dato fue obtenido con base en una
clasificación del promedio de las respuestas de la escala de “percepción de la
RSC” de cada encuestado. Esto es, la sumatoria de los puntajes asignados a cada
ítem de la escala de RSC percibida, dividido entre siete, que corresponde a los
puntos de la escala Likert utilizada). La clasificación atiende a tres niveles:
bajo nivel de percepción de RSC (1 - 2.3 pts.), medio nivel de percepción de
RSC (2.4 - 4.6 pts.) y alto nivel de percepción de RSC (4.7 a 7 pts.) (Tabla 3).
Sin embargo, al reproducir el modelo de mediación, esta percepción solo logra
incidir en un 10 % (R2 = 0.10, P ≤ 0.05), sobre el consumo responsable,
de forma directa. Esto implica que, la incidencia de la percepción de la RSC,
sobre el comportamiento de consumo responsable, se debe principalmente a la
intervención de otras variables mediadoras. Algunas de estas variables
mediadoras incluyen buenos sentimientos (Andrews y col., 2014), precio justo
percibido (Habel y col., 2015), reputación (Maden y col., 2012), confianza
(Vlachos y col., 2009), identificación con la empresa (Martínez y Rodríguez,
2013).
La RSC
percibida tuvo un efecto positivo y significativo en el comportamiento de
consumo de los jóvenes participantes de este estudio, lo que coincide con la
literatura previa (Martínez y col., 2014; Lock y Seele, 2016); sin embargo, se
observó que parte de este efecto fue absorbido por la variable buenos
sentimientos. Es decir, al incluir tal variable como mediadora entre la
relación de la RSC percibida y el comportamiento de consumo responsable, este
efecto indirecto fue mucho mayor que el efecto predictor en una relación
directa, lo que es semejante a los resultados de Habel y col. (2015), quienes
utilizando esta misma variable, demostraron efectos positivos y significativos
sobre la propensión a pagar un mayor precio.
La RSC
percibida también mantiene efectos explicativos positivos y significativos
moderados para con la variable de buenos sentimientos (R2 = 0.12, P
≤ 0.05) (Figura 2). Por su parte, los buenos sentimientos incrementan el efecto
predictor del comportamiento de consumo responsable de una R2 = 0.10
a una R2 = 0.21, cuando se incluye como una variable mediadora,
siendo también un efecto positivo y significativo que, además absorbe parte de
la significancia de la RSC percibida sobre el consumo responsable. La K2
, que corresponde al efecto de mediación, fue de 0.12. (Figura 2). Estos
resultados (Tabla 4) son similares a los efectos mediadores encontrados por la
variable buenos sentimientos sobre el comportamiento responsable de los
consumidores de otros países (Andrews y col., 2014; Habel y col., 2015).
La variable de
buenos sentimientos resultó ser una variable catalizadora del consumo
socialmente responsable de los 89 sujetos de estudio, pues el efecto de la
percepción de RSC se intensifica significativamente con su inclusión. Esto
indica que la muestra seleccionada, de millennials
trabajadores con una educación superior en el sur de Tamaulipas, experimentaban
sentimientos de disfrute, satisfacción y beneficio percibido, al dar soporte a
las empresas que ayudan a las buenas causas, siendo estos sentimientos los que
impulsan en una mayor medida su comportamiento de consumo responsable. Además,
este buen sentir puede evidenciarse a través de estudios alternos también
realizados en el estado de Tamaulipas, en donde los estudiantes universitarios
han participado voluntariamente en programas de apoyo a los más necesitados,
brigadas de rescate ante catástrofes naturales (Varela-López, 2008) y campañas
de donación de órganos (GorordoDelsol, 2006). En estas últimas, los
universitarios manifestaron el deseo de ayudar y hacer el bien, el deseo de ser
útil y de evitar el sufrimiento, además del pensamiento de que donando al
morir, se vive en otra persona. De cualquier forma, la magnitud moderada del
efecto de los buenos sentimientos invita a incluir más variables que incentiven
el comportamiento de consumo socialmente responsable.
Los resultados
de este estudio coinciden con la literatura, que afirma que, el efecto de la
percepción de la RSC y los buenos sentimientos se encuentran presentes como
predictores positivos y significativos, cobrando mayor significancia en segmentos
generacionales de jóvenes, como los millennials,
quienes han mostrado ser sensibles a la compra de productos con impacto social
y ambiental (Bucic y col., 2012), enfatizándose sobre todo en aquellos que
tienen un nivel educativo superior y que ya cuentan con un salario
(González-Rodrí- guez y col., 2016), sobre todo en culturas altamente
colectivistas (Webb y col., 2008), como México (Becker-Olsen y col., 2011),
donde se promueve una interdependencia, las necesidades del grupo se consideran
más importantes que las del individuo (Cienfuegos-Martínez y col., 2016).
La sensibilidad
e involucramiento en las causas sociales, en una economía colectivista y
desigual, como la que impera en México (Rojas, 2017), podría ser un motivo por
el que los millennials otorgan un
alto valor intangible a las empresas comprometidas con la responsabilidad
social, materializando tales atributos a través de sus comportamientos de
consumo socialmente responsables (Becker-Olsen y col., 2011; Smith y Brower,
2012). No obstante, los resultados del presente estudio solo representan a los
89 jóvenes millennials de una escuela
de negocios del sur de Tamaulipas, México, lo que hace necesario ser ampliado
en futuras investigaciones.
Tamaulipas
tiene el segundo lugar en porcentaje de población de mileniales, únicamente
superado por la ciudad de México (INEGI, 2015), por lo que es importante que
las empresarios de este estado, se enfoquen a atender los requerimientos de buenos
sentimientos de disfrute, satisfacción y beneficio percibido de este segmento
generacional.
Se sugiere que
las empresas atiendan la naturaleza de la variable mediadora “buenos
sentimientos”. La planeación estratégica de mercadotecnia de las empresas debiera
de incluir una proyección socialmente responsable enfocada a sensibilizar a los
consumidores; esto en aras de producir un “buen sentir”. Se recomienda que esta
sensibilización se lleve a cabo a través de comunicaciones elaboradas, con base
en mensajes de satisfacción, disfrute y beneficio a partir de los consumos
socialmente responsables. Dichos mensajes estraté- gicos debieren exponer, cómo
es que, a través de la experiencia en la compra socialmente responsable, los
consumidores pueden generar esa satisfacción y disfrute, que se traduzca en un
beneficio para ellos mismos. Un ejemplo de esto podría referirse a la
exposición de programas altruistas de apoyo a los más necesitados, así como las
donaciones (Yildirim, 2014; Bischoff y Krauskopf, 2015; Ferguson y Flynn, 2016)
y el soporte a programas ecoló- gicos y de reducción de contaminación
(Kanchanapibul y col., 2014). Esto podría representar un factor moral que ayude
a promocionar a los buenos sentimientos como un motivador del consumo
responsable. Estas recomendaciones guardan similitud con las propuestas por
Andrews y col. (2014), quienes también encontraron efectos mediadores de esta
variable en el comportamiento de compra.
Los resultados
de esta investigación pueden ser útiles para las empresas del sector comercial,
agencias publicitarias y consultoras enfocadas al estudio de mercado y
desarrollo de estrategias de mercadotecnia en México, así como para cualquier
público con interés por estudiar acerca de este tema, pues la RSC involucra a
los grupos de interés (stakeholders) (Carroll, 1991) y a la comunidad en
general.
CONCLUSIONES
La variable
buenos sentimientos tuvo efectos mediadores positivos, que incrementaron
significativamente el comportamiento de consumo responsable de la muestra
estudiada, al manifestar estos un disfrute y satisfacción al apoyar a buenas
causas, percibiendo también, a partir de ello, un beneficio propio. Es decir, estas
experiencias les provocaron un buen sentir, que les motiva a tener un
comportamiento de consumo socialmente responsable, por lo que es importante que
las empresas comprometidas con acciones de responsabilidad social diseñen
mensajes emocionales, que giren sobre los buenos sentimientos del consumidor al
que se dirigen, al comprar productos socialmente responsables. Además, el valor
de estos resultados también es de aplicación a las campañas de concienciación y
fomento del consumo responsable, que hagan las organizaciones públicas y las
organizaciones sin ánimos de lucro. La limitante principal de esta
investigación
es el tamaño de la muestra, por tanto, los resultados no son generalizables al
total de la población. Sería interesante extender el modelo con otras variables
latentes mediadoras y moderadoras del comportamiento, para determinar si existe
un incremento sobre el comportamiento de consumo socialmente responsable a
partir de estas otras variables. También sería conveniente realizar un estudio
longitudinal al respecto, así como ampliar la selección de la muestra hacia un
mayor número de sujetos de diferentes perfiles, segmentos generacionales y
zonas geográficas, para lograr cierta representatividad en el estudio y
apreciar posibles diferencias entre los individuos.
REFERENCIAS
Ajzen and Fishbein (1980). Understanding
Attitudes and Predicting
Social Behaviour. Prentice-Hall. [En línea]. Disponible en:
https://www.researchgate.net/profile/Icek_Ajzen/publication/264000974_The_Influence_of_Attitudes_on_Behavior/links/00b7d53c7dea81c846000000.pdf.
Fecha de consulta: 23 de noviembre de 2017.
Andreoni, J. (1989). Giving with
impure altruism: applications to charity and ricardian equivalence. Journal of Political Economy. 97(6): 1447 -1458.
Andreoni, J. (1990). Impure altruism
and donations to public goods: a theory of warm-glow giving. The Economic Journal. 100(401): 464.
Andrews, M., Luo, X., Fang,
Z., and Aspara, J. (2014). cause marketing effectiveness
and the moderating role of price discounts. Journal of Marketing. 78(6): 120-142.
Anvar, M. and Venter, M. (2014). Attitudes and purchase behaviour of green products among generation Y consumers in South Africa. Mediterranean Journal of Social Sciences. 5(21): 183-194.
Baron, D. P. (2007). Corporate social responsibility and social entrepreneurship.
Journal of Economics y Management Strategy. 16(3): 683-717.
Becker-Olsen, K. L., Taylor, C.
R., Hill, R. P., and Yalcinkaya, G. (2011). A cross-cultural examination of corporate social responsibility
marketing communications in Mexico
and the United States: Strategies for global brands. Journal of International
Marketing. 19(2): 30-44.
Beckmann, S. C. (2007). Consumers and corporate social responsibility: Matching the unmatchable?
Australasian Marketing Journal. 15(1): 27-36.
Bischoff, I., and Krauskopf, T. (2015). Warm glow of giving
collectively - An
experimental study. Journal of Economic Psychology. 51: 210-218.
Bonaiuto, M., Bilotta, E., Bonnes,
M., Ceccarelli,
M., Martorella, H., and Carrus,
G. (2008). Local identity
and the role of individual differences
in the use of natural resources:
The case of water consumption. Journal of Applied Social Psychology. 38(4): 947-967.
Bucic, T., Harris, J., and Arli, D. (2012). Ethical consumers among the millennials:
A cross-national study. Journal of Business Ethics. 110(1): 113-131.
Carroll. (1979). A Three-Dimensional
conceptual model of corporate
performance. Academy of Management Review. 4(4): 497-505.
Carroll, A. B. (1991). The pyramid of corporate social responsibility: toward the moral management of organizational stakeholders. Business Horizons. 34(4): 39-48.
Chan, N. W. and Kotchen, M. J.
(2014). A generalized impure
public good and linear characteristics model of green consumption. Resource and Energy Economics. 37: 1-16.
Cienfuegos-Martínez, Y. I., Saldívar-Garduño,
A., Díaz-Loving, R. y Avalos-Montoya, A. D. (2016).
Individualismo y colectivismo: caracterización y diferencias entre dos
localidades mexicanas. Acta de
Investigación Psicológica. 6(3): 2534-2543.
Culiberg, B. and Mihelic, K. K. (2016). Three ethical frames
of reference: Insights into Millennials’ ethical judgements and intentions in the workplace. Business Ethics. 25(1): 94-111.
Deloitte (2014). Millennial survey
report. [En línea]. Disponible en:
https://www2.deloitte.com/content/dam/Deloitte/global/Documents/About-Deloitte/gx-dttl-2014-millennial-survey-report.pdf.
Fecha de consulta: 25 de septiembre de 2018.
Ferguson, E. and Flynn, N. (2016). Moral relativism as a disconnect between behavioural and experienced warm glow. Journal of Economic Psychology.
56: 163-175.
Freestone, O. M. and McGoldrick, P. J. (2008). Motivations of the ethical consumer. Journal of Business Ethics. 79(4): 445-467.
González-Rodríguez, M. R., Díaz-Fernández, M. C., Elias-Spears, V. R., and Da Silva-Leite,
M. (2016).
relation between
background variables, values
and corporate social responsibility.
Revista de Administración de Empresas. 56(1): 8-19.
Gorordo-Delsol, L. A. (2006). Estudio de la cultura de los alumnos de la facultad de
medicina ciencia de Tampico” Dr. Alberto Romo Caballero” en materia de donación
y transplante de órganos y tejidos. CienciaUAT. 1(2):61-64.
Gutiérrez-Rubí, A. (2015). La generación Millennials y la nueva política. Revista Estudios de Juventud. 6(108): 161-170.
Habel, J., Schons, L. M., Alavi,
S., and Wieseke, J. (2015). Warm
glow or extra charge? The ambivalent
effect of corporate social responsibility activities on customers’ perceived
price Fairness. Journal of Marketing. 80(1): 84-105.
Hartmann, P., and Apaolaza-Ibáñez, V. (2012). Consumer attitude and purchase intention toward green energy
brands: The roles of psychological benefits and environmental concern. Journal of Business Research. 65(9): 1254-1263.
Hernández, B., Suárez, E., and Corral-Verdugo, H. (2012). The Relationship between social and environmental interdependence as an explanation of proenvironmental behavior. Research in Human Ecology, Society for Human Ecology. 19(1): 1-9.
Hofstede, G. and Bond, M. H. (1984). Hofstede’s
Culture Dimensions. Journal of
Cross-Cultural Psychology. 15(4): 417-433.
INEGI, Instituto Nacional de Estadística y Geografía
(2015). Número de habitantes. [En línea]. Disponible en:
http://cuentame.inegi.org.mx/monografias/informacion/jal/poblacion/. Fecha de
consulta: 14 de junio de 2018.
INEGI, Instituto Nacional de Estadística y Geografía
(2016). Encuesta nacional sobre disponibilidad y uso de tecnologías de la
información en los hogares. Comunicación Social - Boletín de
prensa Núm. 131/16. 1-50.
Jang, Y. J., Kim, W. G., and Bonn, M. A. (2011). Generation
Y consumers’ selection attributes and behavioral intentions concerning green restaurants. International Journal of Hospitality
Management. 30(4): 803-811.
Kanchanapibul, M., Lacka, E., Wang, X., and Chan, H. K.
(2014). An empirical investigation of green purchase behaviour among the young
generation. Journal of Cleaner Production. 66: 528-536.
Koschate-Fischer, N., Stefan, I. V. and Hoyer, W. D.
(2012). Willingness to pay for cause-related
marketing: the impact of donation amount and moderating effects. Journal of Marketing Research. 49(6): 910-927.
Lichtenstein, D. R., Drumwright, M. E., and Braig, B. M. (2004). The Effect of Corporate Social Responsibility on customer donations to corporate-supported nonprofits. Journal of Marketing. 68(4): 16-32.
Lock, I. and Seele, P. (2016). The credibility of CSR (corporate social responsibility) reports in Europe. Evidence from a quantitative content analysis in 11 countries. Journal of Cleaner Production. 122: 186-200.
Ma, C. and Burton, M.
(2016). Warm glow from green power:
Evidence from Australian electricity consumers. Journal of Environmental Economics and
Management. 78: 106-120.
Maignan, I. (2001). Consumers perceptions
of
corporate social responsibilities : A cross-cultural
comparison. Journal of Business Ethics. 30(1): 57-72.
Maden, C., Arıkan, E., Telci,
E. E., and Kantur, D. (2012). Linking
Corporate Social Responsibility
to Corporate Reputation: A Study on understanding behavioral consequences. Procedia - Social and Behavioral Sciences. 58: 655-664.
Manzano, J. A., Simó, L. A. y
Pérez, R. C. (2013). La responsabilidad social como creadora de valor de marca:
El efecto moderador de la atribución de objetivos. Revista Europea de Dirección y Economía de la Empresa. 22(1): 21-28.
Matus, J. (2017). El millennial
universitario y la responsabilidad social empresarial. Un análisis cuantitativo
sobre su actitud de compra. XXII Congreso
Internacional de Contaduría, Administración e Informática. UNAM. 1-19.
Martínez, P., Pérez, A., and del-Bosque, I. R. (2014). CSR influence on hotel brand image and loyalty. Academia Revista
Latinoamericana de Administración. 27(2): 267-283.
Martínez, P. and Rodríguez del Bosque, I. (2013). CSR and customer loyalty: The roles of trust, customer identification with the company
and satisfaction. International Journal of Hospitality
Management. 35: 89-99.
Mohr, L. A., Webb, D. J., and Harris, K. E.
(2001). Do consumers expect
companies to be socially responsible? The Impact of Corporate
Social Responsibility on Buying Behavior. Journal of Consumer Affairs. 35(1): 45-72.
McWilliams, A. and Siegel, D. (2001). Corporate social responsibility:
A theory of the firm perspective. Academy of
Management Review.
26(1): 117-127.
Nunes, P. A. L. D. and Schokkaert, E. (2003). Identifying
the warm glow effect in contingent valuation. Journal of Environmental Economics and
Management. 45(2): 231-245.
Pincheira, A. y Arenas, T. (2016). Caracterización de los profesionales de la
“generación Millennials” de Arica y Parinacota, Chile, desde una mirada del capital
intelectual. Interciencia. 13(12): 812-818.
Prochaska, J. O., Velicer, W. F., Rossi,
J. S., Goldstein, M. G., Marcus, B. H., Rakowski, W., and Rossi, S. R.
(1994). Stages of change
and decisional balance for 12 problem
behaviors. Health Psychology. 13(1): 39-46.
Rojas, O. L. (2016). Mujeres, hombres y vida familiar en
México. Persistencia de la inequidad de género anclada en la desigualdad
social. Revista
Interdisciplinaria de Estudios de Género de El Colegio de México. 2(3): 73-101.
Sánchez, J. (2014). Contextualización y enfoques en el
estudio de comportamientos proambientales o
ecológicos con miras a la perfilación del
consumidor verde. Suma de Negocios. 5(10): 34-39.
Sen, S. and Bhattacharya, C. B. (2001). Does doing good always
lead to doing better? Consumer reactions to corporate
social responsibility. Journal of Marketing Research. 38(2): 225-243.
Sullivan, P. and Heitmeyer, J.
(2008). Looking at Gen Y shopping preferences
and intentions: exploring the role of experience and apparel involvement. International Journal of Consumer Studies. 32(3): 285-295.
Smith, K. T. and Brower, T. R.
(2012). Longitudinal study of green
marketing strategies that influence Millennials. Journal of Strategic
Marketing. 20(6): 535-551.
Tajfel, H. (1982). Social Psychology of Intergroup Relations. Annual Review of Psychology. 33(1): 1-39.
Thi, Q. and Van, P. Le.
(2016). Consumers’ perception
towards corporate social responsibility and repurchase intention: A study of consumer industry in Vietnam. Industrial Engineering and
Management Systems.
15(2): 173-180.
Tian, Z., Wang, R., and Yang, W. (2011). Consumer
responses to corporate
social responsibility (CSR)
in China. Journal of Business Ethics. 101(2): 197-212.
Varela-López, L. J. (2008). Universitarios con corazón de
niño. CienciaUAT . 2(4):14-15
Vlachos, P. A., Tsamakos, A., Vrechopoulos,
A. P., and Avramidis, P. K. (2009). Corporate social responsibility: Attributions, loyalty, and the mediating role of trust. Journal of the Academy of Marketing Science. 37(2): 170-180.
Webb, D. J., Mohr, L. A., and Harris, K. E.
(2008). A re-examination of socially
responsible consumption and
its measurement. Journal of Business Research. 61(2): 91-98.
Yildirim, H. (2014). Andreoni-McGuire algorithm and the limits of warm-glow giving. Journal of Public Economics. 114: 101-107.
Zhu, Q., Li, Y., Geng, Y., and Qi, Y. (2013).
Green food consumption intention, behaviors and influencing factors among Chinese consumers.
Food Quality and Preference. 28(1): 279-286.