Transferencia
de ecotecnologías y su adopción social en localidades
vulnerables: una metodología para valorar su viabilidad
Ecotechnological
transfer and its social adoption
in disadvantage regions:
a methodology to assess its viability
Lorena del Carmen
Álvarez-Castañón*, Daniel Tagle-Zamora
*Correspondencia:
lc.alvarez@ugto.mx/Fecha de recepción: 3 de abril de 2018/Fecha de aceptación:
6 de diciembre de 2018/ Fecha de publicación: 31 de enero de 2019
Lorena del Carmen
Álvarez-Castañón*, Daniel Tagle-Zamora Universidad de Guanajuato, Campus León, Blvd. Puente Milenio, fracción del Predio de San Carlos
núm. 1001, León, Guanajuato, México, C. P. 37670.
RESUMEN
Las tecnologías ecológicas (ecotecnias) han sido un instrumento para afrontar los retos
multidimensionales de las viviendas que no son capaces de satisfacer una línea
básica de bienestar. Sin embargo, en la revisión de la literatura, se
encuentran indicios que muestran el rechazo y la generación de externalidades
negativas, cuando la tecnología no se adopta socialmente, lo que exhibe la
ineficiencia en el ejercicio del recurso público y acentúa la problemática
social de la vivienda vulnerable. El objetivo del trabajo fue construir un
Índice de Transferencia Ecotecnológica (ITE), que
determine la pertinencia sociotécnica en las
poblaciones objetivo de los programas sociales, mediante un algoritmo
cuantitativo, diseñado a partir de los factores de adopción-resistencia,
identificados en los municipios de Apaseo el Alto, Comonfort, Pénjamo, San
Felipe y Tierra Blanca en Guanajuato, México. Se sistematizó la descripción
densa recolectada en las viviendas beneficiadas por los programas “Impulso”, de
la Secretaría de Desarrollo Social y Humano, de 2013 a 2015. Se encontró que
los programas sociales no ejecutan un proceso de transferencia que asegure la
adopción social de la tecnología, y se infirió que la viabilidad ecotecnológica está correlacionada con las características
del territorio donde ocurre la transferencia. El principal logro fue
identificar los factores externos e internos que inciden en la adopción social
de las ecotecnias como insumos del ITE, ya que este
índice se propone como un instrumento de valoración ecotecnológica.
El ITE demostró la pertinencia sociotécnica en las
poblaciones objetivo. Se concluye que este índice sí podría ser un insumo
adicional para los tomadores de decisiones de política social en Guanajuato
que, al valorar la viabilidad de las ecotecnias en
regiones vulnerables, podría incrementar la efectividad de los programas y mejorar
la vivienda.
PALABRAS
CLAVE:
transferencia tecnológica, índice de transferencia de tecnologías ecológicas,
adopción social de la tecnología, política pública social.
ABSTRACT
The ecological technologies (ecotechnologies) have been a tool to solve the multidimensional challenges of housing that are not able
to satisfy a basic line of welfare; however, a literature review suggests their social rejection and the generation of negative externalities when technology is not
adopted socially. This makes evident
the inefficiency in the application of public resources and it provokes more social problems in disadvantaged dwelling. The aim
of this paper was to build an
Ecotechnological Transfer Index
(ETI) that measures the sociotechnical pertinence of ecotechnology in
target populations of social programs,
through a quantitative algorithm designed from the adoptionresistance
factors identified in the municipalities of Apaseo el
Alto, Comonfort, Pénjamo, San Felipe and Tierra Blanca in Guanajuato, Mexico. The dense description collected in homes benefited by “Impulso” programs of the Secretary of Social and Human
Development from 2013 to
2015 was systematized. It was found
that social programs do not execute a process
that ensures the social adoption of this technology, and it was inferred
that the viability correlates with the characteristics
of the territory where technology transfer occurs. The main
achievement was the identification of external and internal factors that affect
the social adoption of ecotechnologies as inputs of the
ETI, as, this index is proposed to be an extra assessment tool for ecotechnologies.
The ETI showed the sociotechnical pertinence in the target populations. It is concluded that
this index can be an additional input for social policy makers in Guanajuato because it assesses the
viability of ecotechnologies
to increase the efficiency of public resources and to improve the disavantaged dwelling.
KEYWORDS: technology transfer, ecotechnological
transfer index, social adoption
of technology, social public
policy.
INTRODUCCIÓN
El espacio de interés en la
investigación es la región emergente de Guanajuato. El Foro Consultivo
Científico y Tecnológico (FCCyT, 2012) reconoce a
Guanajuato por su fuerte vocación industrial y perfil emprendedor; la
Secretaría de Desarrollo Económico Sustentable (SDES, 2016) identifica como sus
sectores productivos más dinámicos al automotriz, autopartes, metalmecánica,
textil, cuero y calzado, entre otros. En la entidad se ha promovido una
política pública industrial muy agresiva, basada en el supuesto que, la
inversión extranjera directa (IED) reestructura los sectores industriales
locales, a partir de sus competencias, para controlar localmente el proceso de
acumular, de innovar y de generar interdependencias productivas (Álvarez,
2016). El gobierno estatal reportó más de 7 000 millones de dólares, en más de
140 proyectos de IED, que habrían generado 47 000 empleos, en el periodo
2012-2015 (SDES, 2016). A pesar de estos indicadores económicos, hay grandes deudas
en materia social.
De acuerdo con el Consejo
Nacional de Evaluación de la Política de Desarrollo Social (CONEVAL, 2010), el
desarrollo humano en el estado es alto, con un índice global de 0.712 4, que
desagregado, reporta en el índice de salud de 0.852 3, en ingresos de 0.693 4 y
en educación de 0.611 2; sin embargo, CONEVAL (2014) reporta que 9.8 % de la
población en el estado posee carencia por calidad y espacios de la vivienda, y
el 15.3 % carece de servicios básicos en la misma vivienda. Según el Instituto
Nacional de Estadística y Geografía (INEGI, 2010), en Guanajuato, el 9 % de las
viviendas no posee drenaje, 8 % no dispone de agua entubada de la red pública,
4 % de las viviendas tiene piso de tierra, casi 2 % no dispone de electricidad
y cerca del 1.5 % no tiene ningún bien. Según la Encuesta Nacional de Ingresos
y Gastos de los Hogares, 7.5 % de la población guanajuatense habita en
viviendas sin acceso privado a inodoros interiores con descarga de agua, en
áreas rurales, en promedio, es el 23.8 % de las viviendas y en áreas urbanas
solamente de 2.4 % (INEGI, 2012).
Los indicadores expuestos
exhiben el alto rezago social en Guanajuato, especialmente la vivienda
vulnerable de la población guanajuatense se ubica como uno de sus principales
retos sociales. La respuesta del actual gobierno estatal, a estas
problemáticas, ha sido la instrumentación de la política pública social, a
través de sus programas “Impulso”: Impulso al desarrollo del hogar, Impulso al
desarrollo de la comunidad, desarrollo de infraestructura básica y comunitaria,
entre otros. Según la Secretaría de Desarrollo Social y Humano (SEDESHU, 2015),
estos programas coinciden en la incorporación de ecotecnias,
como una de las estrategias principales, la cual contempla la instalación de calentadores
solares, paneles fotovoltaicos, cosechadores de agua de lluvia, estufas
ecológicas, baños dignos, los cuales constan de un tinaco, una caseta con un WC
y un lavabo que se instala con un biodigestor a manera de fosa séptica, para
tratar las aguas residuales y de los desechos, y baños secos (constan de una
cámara de fermentación y un sistema de ventilación para que sea posible
producir la composta a partir de la materia orgánica, en un lapso promedio de
un semestre), lo que permite que pueda utilizarse como abono o ser desechada
sin causar problemas de salud pública.
Las diferentes secretarías de
estado, que operan dichos programas, reportan sus resultados como exitosos en
el cumplimiento de metas, ya que definen estas a partir del número de ecotecnias instaladas. Para fines de esta investigación, se
asume que una ecotecnia es aquella tecnología que
propicia una relación social concorde con el medio ambiente, al mismo tiempo,
que mejora la calidad de vida de los usuarios de la tecnología (Ortiz y col.,
2014; Tagle y col., 2017; Álvarez y col., 2018).
La Secretaría de Desarrollo
Social (SEDESOL, 2017), documentó que hay una reducción estacionaria en las
carencias asociadas a la calidad, espacios y servicios básicos en la vivienda
de 1990 a 2015; entre 2010 y 2015, hay una mejora evidente en el acceso a los
servicios de electricidad en la vivienda, esta carencia disminuyó 57.8 %. La
proporción de la población carente era de 1.6 % en 2010 y 0.7 % en 2015. La
disminución de 54.0 % en la carencia por acceso a agua entubada en la vivienda
era de 9.0 % en 2010, por lo que la carencia se redujo a 4.1 % en 2015. Con
base en lo anterior, un primer supuesto es que la estrategia de incorporación
de ecotecnias, en los programas sociales, ha tenido
resultados positivos en el ámbito social guanajuatense. Sin embargo, Tagle
(2016) reportó que la débil adopción social de la tecnología ocasiona la
generación de externalidades sociales y ambientales negativas. Asimismo, una
fuerte resistencia y rechazo por parte de los beneficiarios, cuando el proceso
se centra exclusivamente en la instalación de la tecnología y no se logra la
adopción social de la misma (Tagle, 2016; Tagle y col., 2017; Álvarez y Tagle,
2018). La revisión de la literatura muestra que la adopción social de la ecotecnología es la parte medular para generar cambios de
fondo en la calidad de vida de las personas en el corto, mediano y largo plazo
(Herrera, 2006; Ortiz y col., 2014). La adopción social refiere a la
transferencia exitosa de la tecnología para lograr el uso cotidiano de las ecotecnias por parte de los beneficiarios, como resultado
de procesos participativos que incluyan información, capacitación, seguimiento
y evaluación (Herrera, 2006; Moulay y col., 2012; Fressoli y col., 2013), con perspectiva de género y
educación ambiental (Tagle y col., 2017).
Un segundo supuesto es que, los programas
sociales se limitan a instalar las ecotecnias, sin
ejecutar un proceso de transferencia de tecnologías ecológicas (TTE), que
asegure la adopción social de las mismas. Un sinnúmero de trabajos ha
argumentado la implicación multidimensional de la transferencia de tecnología
con base en características sociales, culturales, económicas y tecnológicas
(Mata y col., 2007; Lee y col., 2013; Mata, 2013). Un axioma común en estos
trabajos es que dichas características no deben estudiarse por separado, cuando
se intenta comprender el proceso de transferencia tecnológica, porque dicho
proceso es una red de interacciones socio-técnicas, donde la tecnología se
intersecta con aspectos culturales, organizacionales, institucionales y de
infraestructura, que permiten o no la adopción social de la misma (Herrera,
2006; Truffer y col., 2010; Truffer
y Coenen, 2012; Fressoli y
col., 2013; Burgos y Bocco, 2016). A partir de una mirada
sistémica de la tecnología, es posible identificar su modelación social y la
red de actores implicados en el proceso de transferencia (Truffer
y col., 2010).
En la transferencia de ecotecnias, se torna particularmente relevante el enfoque
sistémico en el proceso (Van-Den-Bergh y col., 2011),
ya que, de no considerar todas las dimensiones implicadas, se corre el riesgo
que la tecnología -biocombustibles, digestión del biogás, energía fotovoltaica,
colectores solares o tecnologías para la gestión de agua-provoque
externalidades medio ambientales negativas (Smith y col., 2010; Van-Den-Bergh y col., 2011; Moulay y
col., 2012).
El objetivo de este trabajo
fue construir un índice de transferencia ecotecnológica
(ITE) que mida la pertinencia sociotécnica de
incorporación de ecotecnias en las poblaciones
objetivo de los programas sociales en Guanajuato, con base en la descripción
densa recolectada en las viviendas beneficiarias durante el periodo de 2013 a
2015, de los programas “Impulso”, en los municipios de Pénjamo, Comonfort,
Apaseo el Alto, Tierra Blanca y San Felipe.
MATERIALES
Y MÉTODOS
La investigación fue
explicativa y transversal, porque fue primordial estudiar las tendencias
sociales, enfatizar la significación y entender la acción social alrededor de
las ecotecnias. El diseño metodológico se basó en un
enfoque cualitativo comparativo, ya que permite combinar herramientas
cuantitativas y cualitativas, si las unidades de análisis son comparables y las
categorías a estudiar son operacionalizadas cuidadosamente
(Rihoux, 2006; Ragin,
2014). Primero se revisó de manera exhaustiva la literatura para construir el
estado del arte de la investigación, además de conocer los detalles técnicos
sobre ecotecnias.
El proceso metodológico se
integró de tres fases. La primera fase consistió en la caracterización social
de los cinco municipios en las tres esferas del desarrollo -económica, social y
ambiental. Se revisaron las reglas de operación de los programas “Impulso”, la
metodología de implementación, los diagnósticos para la definición del padrón
de beneficiarios de SEDESHU; los criterios para el otorgamiento de las ecotecnias, los mecanismos de evaluación y seguimiento en
las áreas intervenidas. Se conocieron sus planes de desarrollo, documentos de
política pública, investigaciones sociales e indicadores socioeconómicos. Se
analizaron los bancos de datos de los beneficiarios de las ecotecnias
instaladas que han sido financiadas por los programas sociales. La segunda fase
consistió en el análisis del proceso de TTE. Se recolectó la descripción densa
de las interacciones entre los diferentes actores involucrados en la TTE (Cliford, 2003), mediante diferentes herramientas
metodológicas (Tabla 1), que permitieron el acercamiento a las configuraciones
subjetivas de lo social. El proceso de recolección de los datos fue
heterogéneo, por las barreras de lenguaje o las limitaciones de los encuestados
para comprender las preguntas. In situ,
se ajustaba el lenguaje a utilizar en los instrumentos, para lograr entablar el
diálogo. Al finalizar cada recolección, se elaboraba un informe de visita, para
garantizar la validez; por ejemplo, en todos los municipios desconocían la
palabra ecotecnia. Se referían a las ecotecnias como “beneficios”, al calentador solar como
“calentón”, a la estufa ecológica como “nuevo fogón”, al baño seco como “baño”
o “letrina”, entre otros. La observación participante fue otro instrumento de
recolección de datos que contribuyó a significar los fenómenos que acontecen
con las ecotecnias en las viviendas beneficiadas por
los programas sociales, en los municipios estudiados.
Se siguió el proceso
metodológico con la sistematización de la descripción densa recolectada en las
viviendas beneficiarias de los programas “Impulso”, en los cinco municipios,
durante el periodo de 2013 a 2015, mediante el proyecto financiado por la
Secretaría de Desarrollo Social y Humano del estado de Guanajuato
“Transformación sociocultural, uso y aplicación de ecotecnias
para el mejoramiento de la vivienda de las familias vulnerables de los
municipios de Pénjamo, Comonfort, Apaseo el Alto, Tierra Blanca y San Felipe,
del estado de Guanajuato”, el cual, a través de una aproximación metodológica
etnográfica, generó información cualitativa abundante y mostró las variables que
inciden en la adopción social de ecotecnias
transferidas en localidades marginadas de los municipios bajo estudio.
En la tercera fase, se exploró una línea
metodológica, en la que se logró construir un instrumento cuantitativo, que
mide la pertinencia sociotécnica de las ecotecnias, con base en los factores de adopción
-resistencia identificados en la red semántica de la descripción densa, mismo
que podría sumarse a los insumos de los encargados de decidir la política
social para el mejoramiento de la vivienda guanajuatense; esto es posible por
el enfoque cualitativo comparativo, ya que la descripción densa complementada
por las tendencias cuantitativas facilita y enriquece la interpretación del
fenómeno estudiado. Por lo cual, se construyeron tablas de análisis para
sintetizar los informes de visitas que consolidaron la información recolectada
durante el trabajo de campo. Se categorizaron los datos por ecotecnia,
por municipio, por atributos identificados y por factores de adopciónresistencia.
La construcción del ITE tuvo
como principal insumo la identificación de los factores de resistencias, que
inciden en la adopción social de la tecnología ecológica en los municipios, con
base en el modelo de transferencia tecnológica. Para mostrar el nivel de operación
de las fases de la TTE, se definieron 7 indicadores: información, capacitación,
educación ambiental, instalación técnica y funcional, procesos participativos
TTE, seguimiento y evaluación, los cuales fueron cuantificados en escala
discreta. Se construyó un banco de datos con estos, en el que se asignó un
valor de dos, cuando la fase se encontró de manera estandarizada en todos los
tipos de ecotecnias instaladas, el valor de uno
cuando es de manera parcial, y cero cuando hay una ausencia evidente de esa
parte del proceso. Se agruparon en una matriz 2x2 por municipio y por proceso
de TTE; se calculó la estadística descriptiva de dicha matriz: mediana (med); media (); desviación
estándar (s); coeficiente de variación (CV).
Se diseñó un algoritmo para
aproximar mediante un índice la viabilidad de las ecotecnias
según el territorio donde será instalada la tecnología, este recibe 9
indicadores procesados en un tratamiento geométrico. Los indicadores son
elegidos por operacionalizar los factores endógenos y
exógenos que inciden en la adopción social de la tecnología identificados en la
descripción densa; éstos se reciben en escala de proporción para pasar a un
tratamiento geométrico, como sigue:
ITEv = (X1
· X2 · X3 · X4 · X5 · X6
· X7 · X8 · X9 )1/9
Donde:
X1 = frecuencia de
mantenimiento anual/tiempo de vida de la ecotecnia en
años;
X2 = nivel de
facilidad en el uso de la ecotecnia (variable en
escala Likert de 1 a 5)/5;
X3 = disposición
de técnicos especializados en el mismo día (variable en escala Likert de 1 a
5)/5;
X4 = número de
restricciones de infraestructura en la vivienda/especificaciones en la
infraestructura de la vivienda;
X5 = número de
restricciones territoriales-ambientales/número de recomendaciones ideales para
la instalación;
X6 = retorno sobre
la inversión (variable dummy, si negativo cero, si no
uno);
X7 = tasa interna
de retorno;
X8 = percepción
sobre nivel de aceptación de la tecnología (escala Likert de 1 a 5)/5;
X9 = número de
viviendas con ecotecnias/número total de viviendas en
la comunidad.
A partir de lo anterior, si
el cálculo del ITE es mayor a 0.75 se considera altamente viable; entre 0.50 y
0.75 es viable; entre 0.25 y 0.50 tiene viabilidad en riesgo; debajo de 0.25 no
es viable. La base epistemológica de este diseño metodológico contribuye a la
investigación social, con un método sistemático basado en las matemáticas, de
un pequeño número de unidades de análisis y su análisis cualitativo comparativo
(Rihoux, 2006; Ragin,
2014). El ITE responde a la necesidad de tener insumos complementarios para
focalizar la TTE en políticas públicas pertinentes.
RESULTADOS
Y DISCUSIÓN
Caracterización
social de los municipios estudiados
En Apaseo el Alto, 57.8 % de
su población se encontraba en situación de pobreza, con más de dos carencias
sociales y se estimó que el 10.5 % estaba en pobreza extrema (CONEVAL, 2014);
sus principales carencias eran el acceso a los servicios de salud, de
alimentación, de educación y básicos en la vivienda (SEDESHU, 2014). En
Comonfort, 62.0 % de su población se identificó en situación de pobreza, con
más de dos carencias sociales, y se estimó que el 10.5 % estaba en pobreza
extrema (CONEVAL, 2014); sus principales carencias eran el acceso a los
servicios de alimentación, de educación y básicos en la vivienda (SEDESHU,
2014). En Pénjamo, 67.5 % de su población se encontraba en situación de pobreza
y se estimó que el 19.7 % está en pobreza extrema (CONEVAL, 2014); sus
principales carencias eran el acceso a los servicios de salud, de alimentación
y básicos en la vivienda (SEDESHU, 2014).
En San Felipe, 68.1 % de su
población presentó algún grado de pobreza y se estimó que el 18.8 % estaba en
pobreza extrema (CONEVAL, 2014); sus principales carencias eran el acceso a los
servicios de alimentación, de educación y básicos en la vivienda (SEDESHU,
2014). En Tierra Blanca, 70.7 % de su población se identificó en situación de
pobreza y se estimó que el 28.1 % estaba en pobreza extrema (CONEVAL, 2014);
sus principales carencias eran el acceso a servicios de básicos en la vivienda
y su nivel de ingreso (38.2 % de la población vivía con ingresos menores a la
línea mínima de bienestar) (SEDESHU, 2014).
La principal vocación
productiva, en los cinco municipios, era la agricultura; en Comonfort y Apaseo
el Alto, se vive del sector secundario; en San Felipe, del comercio. Como ya se
mencionó, las carencias en materia de vivienda son indiscutibles. En la Tabla 2
se muestra la caracterización social de la vivienda en el estado, desde 1990 a
2015; según estas estadísticas oficiales, hay una disminución estacionaria de
las carencias de la vivienda guanajuatense en los últimos veinticinco años.
Durante este periodo se ha abatido, en mayor medida, la carencia en materia de
techos en las viviendas, disminuyendo 94.37 %, y la de servicios de
electricidad, con una disminución de 94.63 %; la carencia por hacinamiento en
la vivienda ha sido la menos atendida. Los temas de acceso al agua y drenaje
siguen siendo un gran pendiente, aunque las viviendas hayan sido equipadas con ecotecnias para mejorar sus condiciones (SEDESOL, 2017).
Según datos de SEDESHU
(2015), el baño con biodigestor fue la ecotecnia más
instalada en 2013 y 2014; el calentador solar fue la tecnología más transferida
a las viviendas vulnerables en 2015. La Figura 1 muestra la proporción de ecotecnias instaladas por año, durante el periodo de 2013 a
2015. No se aprecia el patrón en la decisión de instalar determinada
tecnología.
Asimismo, SEDESHU (2015)
reportó ecotecnias instaladas en todos los municipios
estudiados durante 2013; en Apaseo no se transfirieron ecotecnias
a las viviendas marginadas durante 2014 y en San Felipe durante 2015. Comonfort
fue el municipio con más ecotecnias instaladas de
2013 a 2015; en conjunto con Pénjamo y Tierra Blanca, eran los tres municipios
a los que se les ha transferido tecnología cada año (Figura 2).
Al respecto, Ortiz y col.
(2014) exhibieron que las ecotecnias generan
beneficios sociales y técnicos, siempre y cuando se tenga el apoyo del Estado,
organizaciones de la sociedad civil y la academia, para garantizar su adopción
entre la población vulnerable. Aunque instalar ecotecnias
per se no resuelve los problemas de
vulnerabilidad de la vivienda. Se requiere una visión integral del programa
social para lograr la transferencia de ecotecnologías
y su adopción social.
Proceso
de transferencia ecotecnológica en territorios
vulnerables
Para propiciar la adopción
social de las ecotecnias es indispensable que se
transfiera a todos los actores implicados en el proceso_ sectores sociales,
productivos, académicos, gobiernos locales, ONG, entre otros (Bergek y col., 2008; Markard y Truffer, 2008; Fressoli y col.,
2013). Las fallas en la TTE generalmente se asocian a la debilidad de las
interacciones entre los actores involucrados, además de la falta de
coordinación y desajuste o incluso conflicto entre los sectores institucionales
implicados (Herrera, 2006; Bergek y col., 2008; Jacobsson y Bergek, 2011). Por
ello, se analizó el flujo operacional del proceso gubernamental (Tabla 3), para
incorporar la tecnología ecológica en las viviendas beneficiadas en Guanajuato,
independientemente del programa social que las promueve. El proceso de
transferencia no es sistémico como lo proponen VanDen-Bergh
y col. (2011), esto vulnera la TTE, y el riesgo que la tecnología provoque
externalidades medioambientales negativas se incrementa (Smith y col., 2010;
Van-Den-Bergh y col., 2011; Moulay
y col., 2012).
A partir de los datos
recolectados, durante el trabajo de campo, se identificó que el proceso para
transferir las ecotecnias a los beneficiarios se
ejecuta en tres fases: la institucionalización de la tecnología; la instalación
de ecotecnias; transferencia a beneficiarios (Figura
3). Un factor común, en los cinco municipios estudiados, fue la ausencia de un
proceso participativo e incluyente de TTE que abone a la adopción social de la
tecnología; ya que, la adopción social de las ecotecnias
se logrará solo si se involucran a todos los actores implicados en el proceso (Bergek y col., 2008; Markard y Truffer, 2008; Fressoli y col.,
2013). Los procesos de TTE deberán diseñarse mediante procesos participativos,
que motiven la adopción social de estas tecnologías ecológicas para contribuir
al desarrollo de estructuras sociales más sostenibles; estos procesos no
deberán descuidar el rol protagónico del beneficiario de la ecotecnia
(Herrera, 2006), ya que a partir de su uso, se promueven innovaciones que
mejoran su adopción y evitan externalidades de rebote, que impulsan procesos de
formación tecnológica de dichos usuarios no mercantiles (Truffer
y Coenen, 2012).
Las interacciones entre los
actores involucrados en la TTE son endebles. El trabajo de campo evidenció la
falta de coordinación entre los distintos niveles de gobierno involucrados en este
proceso, en coincidencia con los hallazgos de Herrera (2006) y Mata (2013). Con
base en el proceso de TTE, ejecutado en los municipios, se infiere que la
adopción social de la tecnología es débil. Una consecuencia de esta debilidad
es que se generan resistencias e incluso rechazo a las tecnologías ecológicas
instaladas; la falta de uso cotidiano de las ecotecnias
por parte de los beneficiarios es evidente; se infiere que es el resultado de
ausencia de procesos participativos que incluyan información, capacitación,
seguimiento y evaluación (Moulay y col., 2012; Fressoli y col., 2013). Muchos trabajos han puesto el
énfasis en identificar las barreras para la difusión y transferencia de estas
tecnologías ambientales, sin embargo, recientemente se ha propuesto considerar
el estudio de la TTE desde enfoques sistémicos, que permitan armonizar
intereses sociales, ambientales y económicos, para motivar estructuras
sostenibles a partir de una reorganización disruptiva de los sistemas sociales
(Bergek y col., 2008; Truffer
y col., 2010; Jacobsson y Bergek,
2011; Moulay y col., 2012; Truffer
y Coenen, 2012).
En los cinco municipios
estudiados, las ecotecnias relacionadas con la
energía -calentador solar y módulos fotovoltaicos- fueron los que menor
resistencia presentaron; se infiere que esto se debe a la facilidad relativa de
su proceso de uso y mantenimiento. Las ecotecnias que
más resistencias y problemas mostraron fueron los baños con biodigestor. Los
beneficiarios argumentaron que se debía a los malos olores producidos -ya que
si el tanque de fermentación no se ventila lo suficiente se acumulan los
olores-, lo que al parecer se soluciona instalando un sistema de ventilación
adicional. Hay casos aislados de éxitos en el uso de estas ecotecnias,
sin embargo, la mayoría reporta problemas. El diseño del proceso de
transferencia deberá considerar las características de los territorios donde
esta ocurre, con estrategias que permitan construir capacidades especializadas
(Fressoli y col., 2013). Dicha construcción de capacidades
se deberá sostener en la mezcla de conocimientos nuevos y conocimientos locales
o propios de los beneficiarios de la ecotecnia, a
partir de educación ambiental formal e informal (Herrera, 2006; Fressoli y col., 2013; Álvarez y Tagle, 2018).
En el proceso de TTE inciden
factores internos y externos a la comunidad, que facilitan o inhiben la
adopción social de la ecotecnología (Tabla 4). La
combinación adecuada de estos factores facilitará la instalación de las ecotecnias que las viviendas realmente necesitan; asimismo,
evitará generar ambientes de conflicto y falta de cooperación en la comunidad.
La mezcla errónea de estos factores profundizará el rechazo y resistencia a la ecotecnología que, aunado al bajo nivel de competencias
técnicas de la población beneficiada y al desinterés de la comunidad por el
entorno ambiental, podría provocar externalidades negativas que generen nuevos
problemas socioambientales.
En el caso de México, Herrera
(2006), propuso que las familias promueven el uso de la tecnología, más allá
del promotor o programa social que las financia, esto se pudo constatar para
los calentadores solares, paneles fotovoltaicos y sistemas de captación de agua
de lluvia en Guanajuato, que se promueven fuertemente mediante la difusión de voz
en voz entre los miembros de las comunidades. Durante el proceso de TTE, la
construcción de capacidades se logrará mediante educación ambiental a través de
capacitación “formal”, impartida por el instalador de la ecotecnia,
y “no formal” por la transmisión de saberes entre los mismos habitantes de la
comunidad y con actores externos -instituciones educativas, organizaciones de
la sociedad civil interesadas en las ecotecnias,
entre otras- (Mata, 2013), dado que la adopción de tecnologías se facilita
mediante procesos fuera de las estructuras y del sistema educativo formal (Pieck, 2011; Mata y col., 2007).
En los cinco municipios
incluidos en el presente trabajo, se apreció que la información sobre la
instalación técnica y funcional de las ecotecnias
estaba presente; sin embargo, el seguimiento y la evaluación de la tecnología,
para garantizar el uso y aplicación de esta, son prácticamente nulas en ellos.
Los procesos de capacitación necesarios son esporádicos y no están
sistematizados en el programa, así también, hay una fuerte debilidad respecto a
la educación ambiental y ausencia de la perspectiva de género en el proceso de
TTE (Tagle y col., 2017). En general, no hay un proceso participativo, tal como
lo manifiesta el discurso del proceso de incorporación institucional, del eje
de ecotecnias de los programas “Impulso”, para el
mejoramiento del hogar.
Apaseo el Alto fue el
municipio con mayor resistencia a la tecnología y sobre todo el que reportó
mayor nivel de abandono de las ecotecnias instaladas;
fue evidente la falta de información y capacitación a los beneficiarios del
programa, en general, la ausencia de educación ambiental y participación en la
TTE; estos procesos no tomaron en consideración que la adopción de tecnologías
se facilita mediante procesos fuera de las estructuras y del sistema educativo
formal (Mata y col., 2007, Pieck, 2011) y las
familias son clave en los mismos (Mata, 2013). En Pénjamo, se encontró un
panorama similar al de Apaseo el Alto, aunque se observó que los beneficiarios
tenían una alta expectativa por las ecotecnias,
también manifestaron la falta de información, capacitación y seguimiento de las
tecnologías instaladas en sus viviendas. En Comonfort, los beneficiarios y los
responsables del programa en la administración pública municipal expusieron la
falta de información, capacitación y seguimiento de las tecnologías, que a la
fecha han instalado; aunque se observaron rastros del intento de capacitación
sobre ecotecnias, no se da cuenta de educación
ambiental ni de la presencia de un proceso participativo en la TTE.
San Felipe fue un municipio
atípico, ya que se encontró que hay un alto nivel de interés por las ecotecnias; reiteradamente, la población manifestó los
atributos y beneficios por el uso cotidiano de las ecotecnias,
entre otros, mencionaron que mejoran sus relaciones familiares cuando usan una
estufa ecológica, porque hay menos humo en el espacio de la cocina y pueden
convivir más tiempo, o cuando cosechan agua, porque las mujeres embarazadas o
personas de la tercera edad, no tienen que acarrearla desde lugares lejanos a
la vivienda y se evitan conflictos entre ellos. Se infiere que esto es el
resultado de un arduo trabajo de información y capacitación, que algunas
organizaciones no gubernamentales han hecho desde hace tiempo en el municipio.
Esto facilita que los distintos actores, en el proceso de TTE, sean capaces de
identificar el tipo de ecotecnia que requieren las
viviendas, lo que da paso a la educación ambiental, que se manifiesta en este
municipio, para integrar un proceso participativo de transferencia tecnológica.
Tierra Blanca, también es un
municipio con un nivel alto de interés en las ecotecnias
y es frecuente encontrar viviendas usando dos o más de ellas. Por una parte,
los beneficiarios manifestaron falta de información, capacitación y seguimiento
a las tecnologías instaladas; por otra, declaran los múltiples beneficios de
las ecotecnias; algunos expusieron que, al utilizar
los colectores solares se enfermaban menos, por bañarse con agua caliente, en
consecuencia, disminuyen sus gastos médicos y sus faltas al trabajo por motivos
de salud; otros lograron una reducción significativa en el gasto por uso de gas
LP o compra de leña, y en su tiempo asignado a la recolección de leña y
encendido del fogón, para calentar el agua.
En este sentido, uno de los
retos esenciales, que enfrentan los municipios bajo estudio, es operar un
proceso de TTE participativo, diseñado para facilitar la adopción social
sistemática de las ecotecnias por parte de la
población beneficiada, con la instalación de estas tecnologías ecológicas. El
enfoque sistémico de la TTE es el que posibilita aportar insumos para el diseño
de la política de tecnologías ecológicas que abonen a fortalecer estructuras
sociales sostenibles (Bergek y col., 2008; Truffer y col., 2010; Jacobsson y
Bergek, 2011; Moulay y
col., 2012; Truffer y Coenen,
2012). Los procesos de TTE incluyentes tendrán mayores probabilidades de éxito
en la adopción social de la tecnología en estos territorios disímiles (Herrera,
2006; Fressoli y col., 2013; Burgos y Bocco, 2016).
Los resultados del estudio
dan cuenta que, el proceso de TTE está determinado por factores externos e
internos, que inciden en la adopción social de la tecnología ecológica
instalada en
las localidades guanajuatenses,
con un alto nivel de marginación social, así como la viabilidad de las ecotecnias está correlacionada con las características y
perfil de los territorios donde ocurre esta TTE. Con base en lo expuesto, se
construyó un instrumento cuantitativo para definir la pertinencia sociotécnica de la tecnología, que podría sumarse al cúmulo
de criterios necesarios para los tomadores de decisiones de política pública
social, para definir los senderos de las ecotecnias
en Guanajuato.
Índice
de Transferencia Ecotecnológica: adopción y
resistencia
En la nube de palabras de la
descripción densa, sobre los diferentes factores de resistencias, se
identificaron 179 elementos; 71 de éstos acumularon el 80 % de las menciones,
los cuales, se estratificaron en ocho códigos inhibidores, como se muestra en
la tabla de concurrencia (Tabla 5).
Aunque el diseño del eje de ecotecnias, en los programas sociales, declara que está
enfocado a la solución de problemas locales, y a lograr la adopción social de
la tecnología, la operatividad de estos programas está alejada de lograr dicha
adopción social de las ecotecnias y de dar paso a que
la tecnología ecológica cumpla su objetivo de abonar a la solución de los
problemas socioambientales en estas localidades
marginadas. Esto se aprecia en la Tabla 6, que muestra los diversos grados de
operatividad de la TTE.
Como se evidenció en la
sección anterior, se identificaron dos grupos de factores que inciden en la
adopción social de la tecnología: factores internos y factores externos a la
comunidad y a los beneficiarios. La mezcla de estos factores facilita o
aletarga la adopción social de las ecotecnias. Sin
embargo, con base en los datos recolectados en el trabajo de campo, se
identificó que hay diferentes tipos de beneficios cuando hay un uso
estandarizado de las ecotecnias. Los beneficios
provocados por el uso y la adopción social de la tecnología se pueden agrupar
en las categorías de salud, medio ambiente y economía.
En los casos de éxito, en el
uso y adopción social de la ecotecnia, se detectó
que, uno o varios actores clave en la comunidad motivó la mezcla de
conocimientos locales con conocimientos técnicos en el proceso de TTE. La otra
cara de la moneda muestra rezagos y resistencias importantes en el uso y
adopción social de la ecotecnia por parte de los
beneficiarios, lo que impide mejorar la calidad de vida en sus hogares; en
estos casos, en los diferentes momentos del trabajo de campo, se recolectaron
manifestaciones de su rechazo a las ecotecnias y su
falta de interés por el cuidado medioambiental. En los casos más preocupantes
de externalidades negativas, provocadas por el abandono de la tecnología, se
reitera la falta de educación ambiental y desconocimiento del proceso de TTE de
la administración pública municipal, principal articulador del programa, además
de la inviabilidad en el uso de las ecotecnias, por
la falta de diagnósticos pertinentes, que evalúen las características y perfil
del territorio. Las mayores demandas de los actores implicados en el proceso de
TTE son inclusión, información, capacitación técnica y funcional de la
tecnología, entre otros rasgos que, agrupados, definen a la educación
ambiental; esta demanda es manifiesta por los promotores de las ecotecnias, por los beneficiarios y por personal de las
administraciones públicas municipales.
Sobre la viabilidad en las ecotecnias para la cosecha de agua de lluvia, las alertas
se concentran en el mantenimiento de la tecnología -por ejemplo, cuando en
Pénjamo se daña una tubería del sistema, no hay ferreterías cercanas o no
cuentan con las competencias técnicas para reparar la falla- y en las
características de las viviendas que se requieren para instalar estos sistemas.
Los calentadores solares y los paneles fotovoltaicos, son ecotecnias
viables en la mayoría de las localidades. Se caracterizan por su facilidad en
el uso y mantenimiento; sin embargo, hay lugares, como Comonfort, que no son
viables para este tipo de ecotecnias, los fuertes
vientos y las características estructurales de las viviendas hacen inviable la
TTE, ya que frecuentemente las casas son de cartón.
El suelo rocoso y los fuertes
vientos en Apaseo el Alto hacen inviable la instalación de baños secos, al
igual que en las partes altas de Pénjamo, donde han abandonado la ecotecnia y en muchos casos está generando externalidades
negativas a su salud y al medioambiente; estos sistemas de gestión de residuos
son los que mayor resistencia presentan en la mayoría de las localidades,
aunque es la ecotecnia que mayores impactos socioambientales podría generar. Los huertos de traspatio,
la disponibilidad y los costos del agua, son la principal restricción de la ecotecnia, aunque su impacto podría ser mayúsculo, porque
les permite a las familias dinamizar la economía local.
A partir de estos resultados,
se infiere que la transferencia de ecotecnologías es
viable en todos los municipios bajo estudio, y la combinación de los factores
endógenos y exógenos, expuestos en la sección anterior, facilitan o inhiben la
adopción social de cada tipo de ecotecnia. Por ello,
se procede a calcular el ITE en los municipios bajo estudio, mismo que se
muestra en la Tabla 7, lo que permite identificar qué ecotecnia
es viable en cada municipio.
El ITE de los baños secos
indica inviabilidad en Pénjamo, en gran medida por la restricción territorial
en las partes altas; y en Apaseo el Alto, por las restricciones del suelo
rocoso y los fuertes vientos; en Comonfort y Tierra Blanca, la viabilidad está
en riesgo por la falta de capacitación en el uso y la percepción de desagrado
por los malos olores o la dificultad para conseguir cenizas, cal y/o aserrín.
El ITE de las estufas ecológicas indica viabilidad en todos los municipios; un
área de oportunidad para mejorar la resistencia a esta ecotecnia
es la capacitación, ya que la falta de mantenimiento causa problemas de
operación y afecta la adopción social. Los calentadores solares y paneles
fotovoltaicos tienen un ITE con un nivel bajo en Comonfort y Pénjamo, en mayor
medida, por las restricciones de infraestructura de las viviendas, toda vez que
la mayoría de estas no tienen el techo con las características necesarias para
instalar la ecotecnia, además de los fuertes vientos
en algunas localidades. Esta misma restricción de infraestructura afecta el
nivel de ITE de los cosechadores de agua en Pénjamo, aunado a la lejanía de
ferreterías y fontaneros que repararen la ecotecnia.
CONCLUSIONES
Hay factores externos e
internos, que facilitan o inhiben la adopción social de la tecnología en las
viviendas vulnerables de las localidades marginadas estudiadas en Guanajuato,
México. Se evidenció que los programas sociales se limitan a instalar las ecotecnias, sin ejecutar un proceso de transferencia de
tecnologías ecológicas (TTE) que asegure su adopción social. La transferencia de
ecotecnias, en los municipios guanajuatenses, es
viable territorialmente a diferentes niveles, según el tipo de ecotecnia y las características sociotécnicas
del municipio o localidad de las viviendas. La utilidad de los hallazgos aporta
un indicador cuantitativo, un índice de transferencia ecotecnológica
(ITE), construido a partir de la descripción densa del trabajo de campo; el ITE
logró valorar la viabilidad ecotecnológica y calcular
su pertinencia sociotécnica en los cinco municipios.
Se concluye que este índice es un insumo adicional para la toma de decisiones
de política pública social para Guanajuato, en consecuencia, su uso permitiría
incrementar la efectividad en la asignación y ejercicio del recurso público, y
lograr la mejora de la vivienda vulnerable, a través de las ecotecnias.
La intensión de los programas “Impulso”, que se estudiaron en el trabajo, es
social, sin embargo, los resultados también permitieron visualizar el potencial
de aportación de las ecotecnias al cuidado
medioambiental, lo que da pauta a la continuidad de la investigación.
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