Análisis del discurso y
desarrollo de la noción de número en preescolar y el uso de las TIC
Discourse analysis,
development of number sense in preschool education and ICT use
Evelia Reséndiz-Balderas
*Correspondencia:
erbalderas@docentes.uat.edu.mx/Fecha de recepción: 11 de julio de 2018/Fecha de aceptación: 26 de noviembre de 2019 Fecha de publicación: 31 de enero de 2020.
Universidad Autónoma de Tamaulipas, Unidad Académica Multidisciplinaria de Educación y Humanidades, Centro Universitario Adolfo López Mateos, edificio de Gestión Del Conocimiento, Ciudad
Victoria, Tamaulipas, México, C. P. 87149.
Resumen
Los
niños desarrollan habilidades matemáticas en situaciones escolares y no
escolares desde edades muy tempranas. El objetivo de esta investigación fue
analizar los procesos de enseñanza-aprendizaje en preescolar, donde se encuentra inmersa la noción de número, y por
otro lado, el uso de las TIC para el desarrollo de esta noción. La
investigación fue de tipo cualitativa y de
corte etnográfico, tomando en cuenta el análisis del discurso escolar
respecto a la enseñanza de la noción de número. Se tomó como referencia a
Piaget y a Vygotsky, debido a que los niños atraviesan diversas y específicas
etapas conforme a sus capacidades e intelecto, y los niños aprenden mediante la
interacción social. Se identificaron tres principios de enseñanza para
favorecer el desarrollo de la noción de número y del conocimiento lógico
matemático del niño: la creación de todo tipo de relaciones, la cuantificación
de objetos y la interacción social con compañeros y maestras. Con ello, se
desarrolla el significado compartido para la noción de número y el uso de la matemática, culturalmente
situados en escenarios cotidianos.
PALABRAS CLAVE: educación preescolar,
discurso, noción de número.
Abstract
Children develop mathematical skills in school and non-school settings from an
early age. The objectives of this study were to analyze:
the discourse during teaching-learning processes in which number sense
was included and the role of ITC to develop this sense.
The research method was a qualitative
ethnography where the school discourse
employed during the teaching of number sense was analyzed.
Piaget and Vygotsky´s
constructs were used as a theoretical framework since children undergo diverse and specific development stages according to their skills and intellect, and they similarly learn through social interaction. Three teaching principles were identified that favored logical
mathematical thinking and number sense: the
creation of all types of relationships, the quantification of objects, and social interaction with classmates and teachers. These principles lead to the development of a shared understanding of number sense and the use of mathematics, culturally situated in everyday settings.
Keywords: preschool education, discourse, number sense.
Introducción
Las
matemáticas tienen como objetivo en los primeros años de escolaridad,
desarrollar en los alumnos capacidades que les permitirán desenvolverse
adecuadamente en situaciones cotidianas. Esta formación inicial puede llegar a
condicionar sus oportunidades laborales e ingreso monetario durante la adultez (Fernández
y col., 2016; Siegenthaler y col., 2017). Es
importante considerar, que dado que el conocimiento matemático se ha constituido
y vive socialmente en ámbitos escolares y no escolares (como el mercado, la
industria, los laboratorios científicos y muchos otros espacios), su difusión
dentro del sistema de enseñanza le obliga a una serie de modificaciones que afectan directamente su
estructura y funcionamiento, a la vez que también se afectan las relaciones
establecidas entre los estudiantes y el profesor (Reyes-Gasperini
y Cantoral, 2019). Es debido a esta necesidad, que el Programa Sectorial de
Educación de acuerdo a la Secretaría de Educación Pública (SEP, 2013b),
establece como parte de sus prioridades:
“Impulsar la educación científica y tecnológica como elemento
indispensable para la transformación de México en una sociedad del conocimiento”
(p. 15). Para lograr el cumplimiento de dicho
objetivo, la SEP (2013a), recomendó en el Plan de Estudios 2011 de
Preescolar, la utilización de las tecnologías de la información y la
comunicación como una herramienta que contribuya la enseñanza del docente.
Fuenlabrada
(2005) mencionó que, uno de los objetivos principales de la SEP, en sus distintos
planes de estudio es el desarrollo de la autonomía en los niños sobre su
control del aprendizaje. El Programa de Estudios 2011 del nivel Preescolar (SEP, 2013a), se organiza en 6 campos formativos
(Tabla 1) que permiten identificar en qué aspectos del desarrollo y del aprendizaje se concentran las actividades
escolares en ese periodo.
Para esta investigación, se retomó el campo formativo del pensamiento matemático, que se organiza en dos elementos que guardan relación con la construcción de nociones
matemáticas elementales: forma, espacio y medida, y el número (SEP, 2013a).
Otro apartado importante es el de las competencias, que influyen en los
aprendizajes que se desean impartir, es decir,
lo que se espera que cada alumno conozca en términos de saber, saber
hacer y saber ser. En el campo formativo del
pensamiento matemático existen varias competencias, que se indican en la Tabla
2.
Para
los fines de esta investigación se abordó la competencia: “utiliza los números
en situaciones variadas que implican poner en práctica
los principios del conteo”, perteneciente al apartado de Número.
Únicamente se trabajará dicha competencia, ya
que el conteo y la utilización de los números son habilidades
matemáticas fundamentales para la vida escolar.
Los
niños desde edades muy tempranas (3 a 6 años, cuando cursan el nivel
preescolar) tienen un acercamiento en su entorno con el número, incluso sin ser
conscientes de ello. Vergnaud (2010), afirmó que,
durante la educación básica, la noción matemática de mayor importancia para los
estudiantes es la noción de número. Cardoso y Cerecedo
(2008), mencionaron que la enseñanza de competencias
matemáticas en situaciones escolares posee dos atributos principales. El
primero, refiriéndose a la habilidad de utilizar
los números en situaciones que les permitan la resolución de problemas
de su vida diaria. Mientras que, en el segundo, se enfoca en la capacidad de
lograr el entendimiento y la interpretación de conocimientos matemáticos más
abstractos y de mayor complejidad. Para
Cantoral (2019), el problema educativo no es de la constitución de
objetos abstractos, sino el de su significación compartida para el uso culturalmente
situado. Por tanto, su objetivo no estará en modificar, reorganizar o
reestructurar la enseñanza de conceptos y procedimientos algorítmicos de las
matemáticas, con el objetivo de lograr el aprendizaje, sino, en poner en juego
un conjunto de prácticas socialmente compartidas en el mundo de experiencias
del aprendiz, dentro y fuera del aula, y a lo largo de todas las
actividades de su
vida diaria.
Los
niños, al contar objetos suelen saltarse unos y seguir contando otros. Esto demuestra
que, ellos no sienten la necesidad lógica de ordenar los objetos de una manera
estructurada para validar que su proceso es correcto. Los niños, al ingresar al
preescolar, presentan dificultades para realizar operaciones de razonamiento.
Según Kamii (2003) al mostrarles un número escrito y
tener el mismo número de figuras a un lado, ellos sí los relacionan, pero si
las figuras son invertidas, cuando su forma cambia o el contexto se altera, la enseñanza puede verse afectada.
Para
este trabajo, se utilizaron dos teorías para el análisis de las situaciones de
clase. La primera, es la teoría de Piaget (1973), que menciona que los niños
atraviesan por distintas etapas conforme a su madurez cognitiva y capacidades,
para percibir las relaciones. La segunda teoría sostiene que los niños aprenden
mediante la interacción social (Vygotsky,
2000). La interacción con otros contribuye para que los niños sean
capaces de apropiarse de formas de pensar y
de convivir de una determinada sociedad. Estas teorías ayudan a
comprender los procesos cognitivos en los que se encuentran los alumnos del
nivel preescolar, también, para entender e interpretar el rol que juega la
socialización de los estudiantes con los demás actores educativos y con el contexto que
los rodea.
De
acuerdo con Vygotsky (1984): “Todas las funciones
psicointelectivas superiores aparecen dos veces en el
curso del desarrollo del niño”; primero, en la sociedad (actividades interpsíquicas); y después, en el plano individual (funciones intrapsíquicas).
Señala el autor que, un ejemplo de ello es el lenguaje, que surge “como
medio de comunicación entre el niño y las
personas que lo rodean”, y luego se transforma en un lenguaje interno,
es decir, el pensamiento interno del niño. Vygotsky añadió que, “estas
interrelaciones son también el origen de los procesos volitivos del niño”, por ejemplo, el sentido moral, que de acuerdo
con Piaget, es favorecido
por la cooperación.
Duek (2010) hace un análisis de la Teoría del Desarrollo
Cognitivo postulada por Piaget. Dicha teoría está conformada por cuatro etapas
(Tabla 3), definidas por un periodo aproximado de tiempo, y con características
específicas de desarrollo cognitivo. Para esta investigación, la etapapreoperacional tiene especial importancia, debido a
que los estudiantes del nivel preescolar se encuentran precisamente en esta etapa.
Por
otro lado, las computadoras se han convertido en una herramienta útil para el
proceso de enseñanza-aprendizaje de las matemáticas, jugando también un rol
cultural esencial para la sociedad actual. Investigaciones como las realizadas
por Pérez (2014) y Lezcano y col. (2017)
validan estas afirmaciones, debido a que comprobaron que la utilización
orientada de softwares especializados contribuye significativamente para las
clases de matemáticas en todos los niveles educativos, ya que los estudiantes
presentaron una mayor motivación, dinamismo y rendimiento en clase. La
utilización de software educativo puede ser beneficioso para estudiantes y docentes
en la construcción de conocimiento. Por eso, en los últimos años, ha surgido un
conjunto de investigaciones cuyo propósito es
comprobar las bondades y debilidades de la implementación de las tecnologías en
las matemáticas (Fernández y col., 2017).
El
objetivo de esta investigación fue analizar, por un lado, los procesos de enseñanza-aprendizaje
en preescolar, en los que se encuentra inmersa la noción de número, y por otro
lado, el uso de un software para reafirmar lo visto en clase.
MATERIALES Y MÉTODOS
El
estudio se llevó a cabo en un Centro de Desarrollo Infantil (Cendi), ubicado en una zona urbana en Ciudad Victoria,
Tamaulipas, México. La muestra fue de 23
alumnos, de los cuales, 9 eran niñas y 14 niños. Todos pertenecían al grupo de preescolar 3º “A” y sus edades oscilaban
de los 5 a 6 años. Se seleccionaron estos participantes debido a que en este
grado los niños estudian la noción de número, y se inician en la competencia
que la incluye (utilizan los números en situaciones variadas que implican poner
en práctica los principios de conteo).
La investigación fue de tipo cualitativa, de corte
etnográfico y toma como referente el análisis del discurso escolar. La
etnografía aplicada en educación tiene el
objetivo de comprender los significados y sentidos que se encuentran presentes para los actores
educativos de las situaciones escolares. Esta metodología se encuentra dentro
de las líneas de investigación cualitativas. En general, tiene la finalidad de
concentrarse en el conjunto de hechos que se llevan a cabo durante las prácticas educativas entre docentes y alumnos.
El
discurso como comunicación se origina y desarrolla en estrecha relación con el
estudio de la interacción didáctica, en la relación docente-alumno-contenido.
Esta perspectiva se apoya en la noción de comunicación y en la consideración de
que la función primordial del lenguaje es la comunicación humana. Es decir, el
lenguaje se concibe como un vehículo de comunicación. Es debido a lo anterior,
que el análisis del discurso matemático escolar es de suma importancia para el
entendimiento de la realidad escolar. Sierpinska
(1994), estableció una diferencia entre las explicaciones científicas y
las didácticas. Las científicas, cuyo objetivo es llegar a unas bases
conceptuales del entendimiento; y las didácticas, que se dirigen a unas bases familiares del entendimiento (una
imagen o sólo algún conocimiento
previo y experiencias), frecuentemente son llamadas así en el ámbito de
la enseñanza. Estas se tomarán en cuenta para el estudio. Otra investigación
enfocada en la interacción verbal en el aula es la realizada por Bartolini (1998), con un experimento de enseñanza de coordinación de perspectivas
espaciales, y discute una metodología de
análisis para las transcripciones.
En este trabajo, se consideraron 6 etapas, empleando una
metodología similar a la utilizada por Reséndiz (2004): recopilación de datos,
elaboración de registros de la observación, el análisis y discusión de los
resultados obtenidos, síntesis e interpretación global, integración de los
productos de la investigación, y la redacción
del informe correspondiente.
Dentro
del salón de clases, se observaron y grabaron las sesiones donde se trabajó con
la noción de número, las estrategias y materiales que se utilizan para las
explicaciones; cuando la maestra lo consideraba pertinente, trasladaba a los niños
a un centro de cómputo (2 niños por computadora), donde a través del software Gateando con el ratón, realizaban algunas
actividades de conteo. Para encontrar la respuesta correcta lo hacían a
través del ensayo
y error.
En
los estudios cualitativos, a diferencia de los cuantitativos, el análisis de
datos no tiene vías de salida muy definidas, como la aplicación de un método o
de algoritmos de procesamiento a los datos recopilados. Una de las dificultades
radica, precisamente, en la determinación de un método. En este apartado se
presentan las categorías de análisis con las que se elaboraron interpretaciones
y estudios en direcciones específicas. De los momentos abordados, se decidió
atender a las situaciones que se repiten y que permiten inferir algunas reglas
de la interacción en el aula, así como recoger y analizar otras de excepción, como también se señala en Candela
(1999).
Las
categorías de análisis se construyeron mediante la conceptualización del
fenómeno y la categorización de su análisis, mediante el acercamiento directo
con el espacio escolar (Reséndiz, 2004). Se buscó que coincidieran con los
objetivos, campos formativos, y competencias planteados, tanto en los planes y
programas de estudio, como en los objetivos
del software Gateando con el ratón.
El
programa lúdico-didáctico Gateando con el ratón, recopila materiales didácticos multimedia para el
desarrollo de las habilidades matemáticas en la educación preescolar. Este
programa fue creado por Rodríguez y Norato (2004), en
conjunto con el Centro Estatal de Tecnología Educativa de la Secretaría de
Educación de Tamaulipas, quienes intervinieron con bases firmes en el
desarrollo de ideas y la conformación de los contenidos digitales del proyecto
educativo. En el programa Gateando con el ratón se trabaja mediante módulos. En
total hay siete módulos que contienen actividades, para que los alumnos puedan
aprender mediante el juego (ensayo y error), y estas actividades (Tabla 4)
contienen acciones de conteo.
De
acuerdo con Hernández y col. (2014: 7-8), la revisión de la literatura “puede
complementarse en cualquier etapa del estudio y apoyar desde el planteamiento
del problema hasta la elaboración del reporte de resultados […] En la
investigación cualitativa a veces es necesario regresar a etapas previas”. Por
ello, las categorías de análisis pueden surgir
de los datos mismos (transcripciones), pero también de la revisión
teórica. Se complementaron mediante una aproximación inicial a los datos recolectados.
Las categorías
de análisis son:
-El número, valor y la forma de las monedas
-El número, su significado y signo.
-La asociación de los números y la cantidad de
billetes
-El valor de las monedas.
Análisis de
las estrategias
En
este apartado se analizan las estrategias usadas en el aula seleccionada para
el estudio, así como el software empleado en el logro de
la competencia.
RESULTADOS Y DISCUSIÓN
El
número, valor y la forma de las monedas (la
creación de todo tipo de relaciones y la interacción social).
En
la sesión de clase, se pudo ver que la maestra
fomentó activamente la participación y que los alumnos relacionaron los
números mediante las monedas. También se observó que la maestra, al frente de
los niños, reafirmó en el pintarrón lo mencionado por
los alumnos; repitió lo que ellos dijeron, para reforzar el contenido de la
clase. Se transcribe, a continuación, el extracto de una sesión de clase:
Maestra (M): A ver, existen monedas, ¿de qué cantidad?
Alumno (Ao 5): De un peso
M: De un peso.
Ao 4: De dos pesos.
M: (Las dibuja en el pintarrón.)
La de dos pesos es un poco más grande; existen monedas de dos pesos […] ¿Hay monedas de tres pesos?
Todos (T): Sí, no.
M: No […] Hay
una moneda, ¿de
cuánto?
T: De cuatro. De cinco.
M: De cinco.
Ao 4: (Se levanta y le
pide el plumón a la maestra; dibuja en el pintarrón).
Es una pequeña, así, mira, muy pequeña, que tiene el número diez.
M: Ah, hay una moneda muy pequeñita (hace la forma con
la mano), que tiene el nú-mero diez, pero ahí no son diez pesos, son diez centavos.
¿Existen monedas de cinco pesos? ¿Quién quiere pasar?
T: (Se ponen de pie, levantan la mano). Yo.
Yo.
M: (Los tranquiliza). En orden, en orden. Tú ya pasaste, siéntate allá […] (Ao
6, pasa al pintarrón a
dibujar el número
5).
Los
fragmentos presentados en este trabajo son tomados de Reséndiz y col. (2014).
La
maestra pregunta de qué cantidad existen monedas, para que ellos respondan (es
importante señalar que la investigación se realizó en México, la moneda
empleada fue el peso mexicano); uno contesta que de un peso, a lo cual la maestra responde con las mismas
palabras para reforzar el conocimiento; posteriormente, otro niño afirma
de dos pesos y entonces la maestra dibuja las monedas que corresponden a cada
número, logrando que mediante su dibujo se destaque el número y la forma. La
maestra comienza la secuencia, haciendo una evaluación inicial, preguntando a
los alumnos por el tipo de monedas que conocen. La maestra adquiere un papel
muy importante, porque es la mediadora entre el contexto en el que se
desenvuelven los niños, las herramientas y los estímulos en beneficio del
desarrollo de ellos. En la interacción social, se pone en juego un conjunto de
prácticas socialmente compartidas (noción de número) en el mundo de experiencias
del niño dentro y fuera del aula. Sfard (2002) mencionó que el discurso a enseñar se
desarrolla con base en los discursos de los niños, que ya poseen conocimiento:
el maestro nunca parte de cero. Es por eso que propone un método comunicacional
para la cognición, en el que se estudia un sistema que permite estar en
sintonía con las interacciones donde se origina el cambio. La interacción
social con compañeros y maestra anima a los niños a intercambiar ideas.
Vygotsky (2000) sostenía que lo que los niños pueden hacer en las interacciones
sociales, con el tiempo, pasa a formar parte de sus repertorios independientes.
Después,
los niños quieren dibujar en el pintarrón alguna de
las monedas, la maestra accede, siempre buscando que todos participen y es aquí
cuando surge una nueva interrogante: al hacer 2 monedas que tienen el mismo
número, la maestra les señala con sus manos y haciendo la forma manifiesta que
sí hay otra moneda de diez, pero que es más pequeña y que se trata de centavos.
Los
niños van mencionando cómo son las monedas, las relacionan con su tamaño y destacan
que, aunque algunas de las monedas tienen el mismo número, su cantidad es diferente.
En esta parte se refuerza el tema de los números y las formas, pasando a los infantes
al pintarrón, para que dibujen las monedas y le
pongan la cifra que les corresponde,
de acuerdo con
el tamaño que
tienen. De este modo, se le enseña al niño la forma que tienen las
monedas y el número.
Piaget
(1973) señaló que los infantes, mediante la utilización de palabras e imágenes mentales,
aprenden a relacionarse de una manera mucho más compleja con su ambiente. Esto
quiere decir que los niños relacionaron las formas y el valor porque ya los
conocían; tal vez por ir a la tienda o escuchar hablar del dinero en su vida
diaria, entre otras situaciones. Así se logra que el niño relacione las
imágenes que tenía en su mente con el tema visto en el aula. La creación de
todo tipo de relaciones, anima al niño a estar atento y a establecer todo tipo
de relaciones entre toda clase de objetos, acontecimientos y acciones. El niño construye
el número a partir de todos los tipos de relaciones que crea entre los objetos.
La construcción social del conocimiento, se constituye mediante procesos
deliberados para el uso compartido de conocimiento. Se trata de mecanismos
constructivos y de carácter social, que producen interacciones, explícitas o
implícitas, entre mente, conocimiento y cultura (Cantoral y
col., 2014).
El
número, su significado y signo (la cuantificación de objetos y la interacción
social)
La
participación, al igual que la clase, es guiada por la maestra. Los niños,
después de conocer las formas en las que se usa el dinero, deben identificar el
signo de pesos que lo representa, ($) en este caso, para que lo asocien a los
números y definan, entonces, que van a trabajar con una representación del
dinero. Los niños aprenden que el símbolo de pesos es el que le da valor al
número. Ellos mismos comentaron que sólo debe leerse o decirse el número, sino
que también es bueno mencionar el valor que
representa. Así se interpreta en el siguiente extracto:
M: (Se vuelve y escribe en el pintarrón).
Rectángulo: los billetes reales son en rectángulo […] ¿qué tiene este billete?
Ao 2: (Levanta la mano
para participar). Una “s” y un palito.
M: (Escribe en el pintarrón
y deletrea para los niños). Una “s” y un palito; y ¿eso qué significa?
Ao 7: El signo.
M: El signo, ¿de qué?
Ao 8: De número, para que
no nada más diga peso o uno. […]
M: ¿La moneda también tendrá el signo de pesos?
T: No.
M: Sí, sí, porque estamos
hablando de […] pesos.
Ao 6: Signos.
M: De pesos.
[…]
M: Ahora vamos a ver los billetes. Los billetes tienen
forma de una figura geométrica que
es un […]
T: Rectángulo.
M: Rectángulo.
Ao 4: Ése se parece a un
robot con ojos de dinero.
M: (Está dibujando en el pintarrón).
Mmm […] le ponemos el signo de pesos porque vamos a
manejar pesos […] ¿Quién conoce los billetes?
La
maestra empieza a dibujar rectángulos en el pintarrón
para preguntarles a los niños cómo son los billetes reales, a lo cual uno de
ellos responde describiendo el signo y, entonces, otro de sus compañeros señala
que a ese símbolo se le denomina signo de pesos y sirve para que un número
adquiera un valor.
Se
cuestiona a los alumnos si las monedas tendrán este signo y todo el grupo
responde que no; entonces la maestra los corrige diciéndoles que también las
monedas lo tienen, debido a que tienen un valor y por eso deben tener el signo
de pesos. En esta actividad la maestra buscó
desarrollar el aprendizaje esperado, porque “utiliza objetos, símbolos
propios y números para representar
cantidades, con diferentes propósitos y en diversas situaciones”.
En
la anterior transcripción se aprecia que algunos de los estudiantes comentan
sus experiencias personales y aprendizajes previos. Es en este sentido, que se
debe retomar la afirmación de Vygotsky (2000: 192), respecto de la relación desarrollo/aprendizaje: “el aprendizaje
del niño comienza mucho antes del aprendizaje escolar. El aprendizaje escolar jamás
parte de cero. Todo aprendizaje del niño tiene una prehistoria. Bartolini (1998) añade que el nuevo conocimiento matemático
(individual o compartido) que se construye en el aula se da por medio de las
interacciones y conversaciones entre profesores y alumnos. Dicho autora
menciona que el doble movimiento, entre el sentido personal de un concepto y el
significado matemático compartido, resulta crucial para que el aprendizaje se
lleve a cabo; el papel del maestro y los estudiantes determina su surgimiento.
La interacción social con compañeros y maestra anima
a los niños a
intercambiar ideas.
En
este apartado, los alumnos identifican que los billetes, las monedas y su
número adquieren un valor cuando están acompañados del signo de pesos. Esto
comprueba lo dicho por Piaget (1973), que los niños empiezan a entender
palabras más complejas en su periodo
preoperatorio; esto resalta cuando ellos entienden cómo es y para qué
sirve el dinero. La cuantificación de objetos anima al niño a pensar sobre los
números y las cantidades de objetos, cuando
tienen significado para él.
La
asociación de los números y la cantidad de billetes (la creación de todo tipo
de relaciones y la
interacción social)
La
maestra dibujaba en el pintarrón tres rectángulos,
poniéndoles el signo de pesos, esto para que
los alumnos pudieran identificar la cantidad de billetes manejados, posteriormente
sentaba a los alumnos en el piso, en forma de media luna, para preguntarles
cuáles eran los números
que tenían los
billetes.
A
continuación, se mostrará un extracto de clase en donde los alumnos comienzan a
relacionar los números para tener cantidades
mayores a 2 cifras:
M: Hay billetes, ¿de qué cantidad? (Detiene la
clase para tranquilizar
a los alumnos).
Ao 3: De un peso.
Ao 4: De mil pesos.
M: (Manda sentar a los niños que andan de pie).
¡Siéntate, siéntate!
Ao 5: De ochocientos pesos.
M: Hay billetes de veinte pesos. ¿Quién sabe
escribir el número
veinte?
T: Yo. Yo.
M: (Pasa al pintarrón). A
ver, Alumna 1 (Aa 1); vamos a dejar a Aa 1. En el de arriba, escribe el número veinte.
Ao 3: Maestra ya
sé dónde está
la cámara.
M: Ya, guarda silencio.
Ao 4: No alcanza, no
alcanza.
M: Bueno
en el de
abajo; ahí: veinte
pesos.
Ao 5: Un veinte, un dos y
uno […]
M: Muy bien. Hay otro billete que es de cincuenta pesos,
¿cómo se escribe el cincuenta?
T: (Levantando la mano para participar). ¡Yo!
¡Yo!
M: A ver, ¿cómo se escribe? […] a ver Aa 2, Aa 2 no ha pasado. ¿Cómo se
escribe el cincuenta?
Aa 2: cinco y cero.
M: Un cinco y un cero, muy bien; en el de arriba, a
ver si alcanzas. Un cinco y un cero, muy
bien. Hay otro
billete de cien
pesos.
T: (Hablan a la vez, intentan pararse y levantan la
mano). ¡Yo! ¡Yo!
M: No, no, a ver: primero me tienen que decir cómo se
escribe el cien.
Desde su lugar.
Ao 4: Un uno
y un cero,
y un cero.
La
maestra les pregunta a los alumnos si quieren participar, y permite que de uno
en uno pasen al pintarrón a escribir las cantidades a
los billetes, con la condición de que antes de pasar, digan cómo se forman.
Para que los alumnos entren en confianza, la maestra se sienta en el piso con
ellos. La creación de todo tipo de relaciones animan
al niño a estar atento y a establecer todo tipo de relaciones entre toda clase
de objetos, acontecimientos y acciones. La interacción social con compañeros y
maestra, anima al niño a intercambiar ideas
con sus compañeros. En este sentido, Cantoral (2016) dice que la sociopistemología considera a las prácticas sociales como
la base del conocimiento, en la medida en que son el sustento y la orientación para llevar a cabo una construcción social del conocimiento
matemático. Al contextualizar las problemáticas,
los educandos tendrán herramientas para poder dar significado a los procedimientos
que tienen que seguir. Con la estrategia, la prioridad es rescatar los
conocimientos matemáticos del estudiante, identificando sus usos en escenarios
de lo cotidiano, donde se rescate el conocimiento de la gente, del que aprende.
En este sentido, para Vygotsky (2000) los
escenarios sociales crean zonas de desarrollo próximo, que al principio
operan no sólo en las interacciones cooperativas, pero, gradualmente, los
procesos suscitados se internalizan, se convierten en parte del logro evolutivo
independiente del niño.
Una
vez que la maestra concluyó la actividad que
llevaba por nombre “La tiendita”, acudió con los alumnos al centro de
cómputo para realizar actividades que puedan reforzar el ejercicio
anterior.
Centro de
cómputo
Se trabajan las actividades con el software, los primeros números por vía
visual directa, además de escuchar y asociar los sonidos con los dedos, asociar
el número de dedos con el número de figuras, relacionar figuras con los dedos,
relacionar correctamente números y dedos,
asociar la figura con el sonido, armar rompecabezas, imagen para
escribir cuántos dedos hay, imagen para escribir cuántos objetos hay (Tabla 4),
donde se busca que asocien imágenes de cada número con los instrumentos más usados
en la escuela: los dedos de las manos, las
regletas y los
puntos de los
dados.
Esta transcripción, corresponde al arribo de los alumnos al centro de
cómputo para iniciar la clase
con la maestra:
MC: Van a tomar la actividad de arriba, que dice (1 al
4), y ahí
comienzan a trabajar.
Ao 1: ¿Aquí, maestra,
aquí?
MC: Sí, ahí. Si tienen alguna duda, levantan su mano
para preguntar; acuérdense que los deditos, el dibujo que viene ahí, nos va
indicando la cantidad.
Los
estudiantes comienzan la manipulación del software usando la estrategia de
ensayo y error, esto permite intentarlo las
veces que sean necesarias hasta que
encuentren con la respuesta correcta, lo ven como un juego. La primera actividad muestra los números con los
dedos de las manos, con números y figuras. Los niños a través de la
vista empiezan a conocer y a distinguir la cantidad de elementos. Una vez que se obtiene la respuesta se prosigue al
siguiente nivel. Con el pasar de las actividades, la mayoría de los niños se
fueron familiarizando con el software. Cuando los estudiantes presentaban dificultades
para la comprensión de las actividades, eran auxiliados inmediatamente por la
maestra del salón de cómputo, para la resolución de sus dudas. Así eran las
sesiones en el centro de cómputo, se dejaba a los niños que jugaran contestando
mediante ensayo y error, de relacionar,
escuchar, escribir, relacionar, asociar, etc.
La
maestra colocaba a dos niños por computadora para que se apoyaran. Al respecto,
Vygotsky (2000) mencionó que cuando los estudiantes trabajan en equipo, tienen
la oportunidad de enriquecer sus aprendizajes por medio del trabajo
colaborativo.
Los
niños en las sesiones en el centro de cómputo, usan estrategias de conteo,
también relacionan formas geométricas con los dedos de las manos, asocian la
figura y la motricidad. De la competencia “utiliza los números en situaciones
variadas que implican poner en práctica los principios de conteo”, se puede
decir que en el centro de cómputo están poniendo en práctica el conteo a través
a través de las diferentes actividades. La noción de número se va mostrando a
través de diferentes formas, como es la relación, asociación, identificación y
correspondencia, conforme van recorriendo las actividades. Es evidente que, en
este trabajo, la observación de estos procesos no tuvo el tiempo necesario,
para adentrarse en la manera en que cada alumno se aproxima al aprendizaje,
pero es relevante considerarla, porque en el futuro será incluida en otra
investigación.
El valor
de las monedas (la cuantificación de objetos)
Para
esta parte de la actividad, la maestra titular pega una cartulina al frente y
se sienta en el piso con los niños. Empieza preguntando cómo son las monedas y
ellos responden; posteriormente, pasan a la cartulina y dibujan la moneda con
el signo de pesos y los números que
le corresponden.
Para
definir aún más el número, la maestra forma equipos y les pone la actividad de
realizar las monedas con hojas de cartulina y plumones. Al hacer el trabajo en
equipo, los estudiantes tienen la posibilidad de apoyarse, corregirse y
cuestionarse. Vygotsky (1984) argumentó que
las actividades compartidas ayudan a los niños a interiorizar las formas
de pensamiento y conducta de su sociedad, a apropiarse de ellas. La mediación
pedagógica adquiere un papel muy importante, ya que habrá de considerar el
contexto en el que se desenvuelven los niños, sus características, necesidades
de aprendizaje, los propósitos que plantea el programa de estudios, así como las competencias y/o saberes que pretende
desarrollar (Reyes y Garza, 2019).
M: Y, a ver: ¿todas las monedas son del mismo tamaño?
T: Maestra, no.
M: ¿Qué figura geométrica tiene la moneda?
T: Pequeñita, chiquita.
M: Pero ¿qué
figura geométrica?
Ao 4: (En el aire, traza
un círculo con su ma-
no). Circular.
M: Ah, muy bien; bueno, aquí tengo la moneda. Miren:
son de diferente tamaño; la más pequeña, ¿cuánto vale?
T: Uno.
M: Uno. Después, ¿sigue […]?
T: Dos, tres. M: Tres, ¿hay alguna moneda de tres?
T: No.
M: ¿De qué sigue?
Ao 5: Cinco.
M: ¿Y por último […]?
T: Cinco, diez.
M: (Invita a los niños a participar en la dinámica de
dibujar el número de las monedas
en el pintarrón).
¿A ver, Ao 9 qué valor tiene esa moneda?
Ao 9: De un peso.
M: De un peso; ahora, vamos a ver la moneda que vale
dos pesos. A ver Aa 3, pásale a escri-
bir el número dos en la
moneda de dos pesos. ¿Cuál crees tú que sea la de dos? (Aa
3 señala la moneda donde va a escribir el dos). Muy bien, muy bien. ¿Quién me
ayuda con la moneda
de cinco pesos?
T: ¡Yo! ¡Yo!
M: A ver, Aa 4, pasamos a Aa 4 (Pasa al pintarrón); ayúdame
con la moneda de cinco pesos
[…] ¿Está correcto ese número?
T: No, no.
M: Hay que modificarlo (Los alumnos intentan corregir).
Ao 1: Yo ya sé.
M: A ver, Ao 1, ahí, a un
ladito, volvemos a escribir; está bien, Aa 4, nada
más que lo hici-
mos al revés. El cinco otra
vez. No (Señala a otra moneda más grande). No, en la otra, donde escribió Aa 4, abajo.
Ao 6: (Se acerca a ayudar
a su compañero). Mira, aquí Ao 1.
M: Ahí, ándale, ahí; vamos a escribir el valor número
cinco.
Ao 6: (Señala y apoya a su
compañero). Como este, pero al revés.
M: Ahorita le vamos a tapar el número que está al
revés. A ver, quien esté en su lugar es
el que me va a ayudar con
el valor de la moneda de diez. A ver Aa 5, pásale Aa 5: la moneda más grande, ¿cuánto vale?
T: Diez.
M: Diez pesos; vamos a escribir el número diez, muy
bien, Aa 5. La moneda más grande vale diez pesos. A
ver, Ao 9, ¿qué billetes hicimos el día de ayer? Ao 1: nos sentamos en nuestro lugar.
En esta actividad, la maestra empieza por describir los
diferentes tamaños y formas que tienen las monedas, dejando en claro que las
más pequeñas tienen menor valor. Se muestra uno de los aprendizajes:
“identifica el orden de los números en forma escrita, en situaciones escolares
y familiares”. La profesora refuerza los contenidos que habían adquirido anteriormente
haciendo un recorrido por las diversas monedas que existen, logrando que los
niños participen en el diseño y su número, para lograr la correspondencia y el
valor que tiene cada una con su respectiva cifra.
Otro
punto importante es que la actividad, en todo momento fue guiada por la
maestra, aunque también les daba cierta libertad, estuvo presente en todo el
proceso de aprendizaje. Vygotsky (1984) mencionó que durante el proceso de
aprendizaje, los adultos siempre deben dirigir el aprendizaje de los niños,
para que este pueda dominar o interiorizar dicho conocimiento. La importancia
de que actúen otras personas en el desarrollo
del niño se torna particularmente
evidente en aquellas situaciones en las que el aprendizaje es un
resultado claramente deseable de las interacciones sociales. En la escuela, por
lo tanto, donde el aprendizaje es el
objetivo de un proceso que se propone guiar hacia un determinado tipo de
desarrollo, se privilegia la intervención deliberada. La intervención del
profesor desempeña, pues, un papel central en la trayectoria de los individuos
que pasan por la escuela.
La
supervisión de la maestra y la interacción entre estudiantes que fueron
observadas en este trabajo, son elementos fundamentales en la construcción y
desarrollo de la noción de número. La
mediación del docente adquiere un papel muy importante, ya que considera
el contexto en el que se desenvuelven los niños, sus necesidades de aprendizaje
y los propósitos que plantea el plan de estudios de preescolar, así como las
competencias y saberes que pretende desarrollar.
Fuenlabrada (2009) y Hernández y Pérez (2018) coinciden en que las
educadoras deben propiciar la confrontación con problemas, debido a que esto es
fundamental para el desarrollo de nociones matemáticas. Resolver problemas en
situaciones que les son familiares y que implican agregar, reunir, quitar,
igualar, comparar y repetir, son algunos de los procesos de enseñanza y aprendizaje identificados, que contribuyen
al desarrollo de la noción de número. En este
tipo de actividades se permite que los
estudiantes formen sus propias conjeturas racionales, mediante la
utilización de contenidos que pueden emplear en situaciones de su contexto inmediato (Cardoso
y Cerecedo,
2008).
Cabe
destacar que las sesiones del aula van más allá de sólo enseñar la utilización
de los números; es una actividad más compleja, ya que permite que los infantes
sean más críticos porque, además de conocer la representación del dinero,
interpretan que el número no tiene valor monetario sin el signo de pesos. La
cuantificación de objetos, anima al niño a pensar sobre los números y las
cantidades de objetos cuando tienen significado para él y la interacción social
con compañeros y maestra, también animan al niño a intercambiar ideas con sus
compañeros. Los estudiantes al establecer relaciones y comparaciones de todo tipo, ya sean entre objetos, formas,
figuras, tendrán la posibilidad de fortalecer
y desarrollar su pensamiento lógicomatemático (Kamii, 2003).
CONCLUSIONES
En
este trabajo se identificó, que, para favorecer el desarrollo de la noción de
número y del conocimiento lógico matemático del niño, se emplean tres
principios de enseñanza: la creación de todo tipo de relaciones, donde se anima
al niño a estar atento y a establecer todo tipo de asociaciones entre las
diferentes clases de objetos, acontecimientos y acciones; la cuantificación de
objetos, donde se anima al niño a pensar sobre los números y las cantidades de
objetos cuando tienen significado para él; la interacción social con compañeros
y maestros, donde se anima al niño a intercambiar ideas con sus compañeros.
Las negociaciones en situaciones de conflicto son especialmente adecuadas para
el desarrollo de nociones matemáticas. Resolver problemas en situaciones que le
son familiares y que implican agregar, reunir, quitar, igualar, comparar y
repetir, son algunos de los procesos de enseñanza y aprendizaje identificados
que contribuyen al desarrollo de la noción de número. Por otro lado, la utilización
de software educativo puede ser de gran ayuda en el aprendizaje de las
matemáticas, debido a que las actividades
representaban un reto para los niños, brindándoles
la posibilidad de reforzar y consolidar habilidades de conteo, mediante la
utilización de sonidos, movimientos, figuras, haciendo que los
estudiantes se sientan motivados. Los principios de enseñanza para el
desarrollo de la noción de número en
preescolar permite
trabajar la significancia compartida para el uso de la matemática
culturalmente situada. Con esta estrategia, la prioridad consiste en rescatar
los conocimientos matemáticos de los niños, identificando sus usos en
escenarios de lo cotidiano donde se rescata el conocimiento de ellos, y se
reafirma el de los otros niños.
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