Estimación
del rendimiento máximo sostenible del recurso
tiburón-cazón en México
Estimation of maximum sustainable yield of the shark
resource from Mexico
Recurso tiburón-cazón de México
Jorge Homero Rodríguez-Castro*, Sandra Edith Olmeda-de-la-Fuente,
Alfonso Correa-Sandoval,
Crystian Sadiel Venegas-Barrera
*Correspondencia:
rodriguezjh@hotmail.com/Fecha de recepción: 9 de mayo de 2019/Fecha de aceptación: 19 de marzo de 2020/Fecha de publicación: 31 de julio de 2020.
Tecnológico
Nacional de México, Instituto Tecnológico de Ciudad Victoria, División de
Estudios de Posgrado e Investigación, Boulevard Emilio Portes Gil núm. 1301
Poniente, Apartado Postal 175, Ciudad Victoria, Tamaulipas, México, C. P.
87010.
Resumen
En México, la captura del recurso pesquero tiburón-cazón
(RTC) ocupa el décimo lugar delas 22
pesquerías más representativas del país, con un volumen anual promedio
estimado en 29 772 T, y una derrama económica de 437 millones de pesos
mexicanos. La captura máxima que se puede
obtener sin agotar el recurso en ningún plazo, se denomina rendimiento máximo sostenible (RMS), y es uno de los principales
puntos de referencia en la evaluación de
pesquerías. El objetivo del presente estudio fue estimar el rendimiento máximo sostenible del recurso pesquero
tiburón-cazón, agrupándolo en 26 regiones
(México, océano Pacífico, golfo de México, 6 regiones de la NOM-029-PESC-2006
y 17 estados costeros). Se utilizaron series de tiempo de captura (STC),
en toneladas por año de captura reportada (Cr) y captura total (Ct) (captura reportada + captura no reportada) del periodo
de 1976 a 2014, y se aplicaron modelos empíricos que relacionan la captura máxima de la STC con el RMS.
No hubo diferencias significativas entre los modelos. Con base en la Ct
y el RMS estimados (T x 103) se evidencia una
sobreexplotación del RTC en México (Ct = 51 417, RMS = 29 040), en el océano Pacífico (Ct =
38 654, RMS = 20 840) y en el golfo
de México (Ct = 15 737, RMS = 14 540); en la Región 2 (golfo de California) (Ct = 22 664, RMS =
14 330) y Región 5 (línea costera de Tamaulipas,
Veracruz y Tabasco) (Ct = 9 202, RMS = 8 510),
y en la costa de los estados de Baja California (Ct =
5 781, RMS = 4 880) y Baja California Sur (Ct = 5
950, RMS = 5 510). Es necesario atender de forma urgente la problemática del
aprovechamiento de este recurso pesquero en la república mexicana.
Palabras clave: tiburones,
elasmobranquios, captura-máxima, pesquerías con
pocos datos, pesquerías con datos limitados.
Abstract
In Mexico, shark
catch ranks 10th place out of the 22 most representative
fisheries in the
country, with an estimated annual average
number of 29 772 T and an economic income of
approximately MXN 437 million. The maximum sustainable yield (MSY), which means
the maximum catch that can be obtained without the depletion of the fishing resource at any
given time is one of the main points of reference in the evaluation of
fisheries. In this study, the MSY of sharks in Mexico was estimated for 26 coastal areas (Mexico, Pacific ocean, gulf of Mexico, 6 regions of the NOM-029-PESC-2006
and 17 coastal States). Catch time series (CTS) were used in tons per year of reported catch (Rc) and total catch (Tc) (reported catch +
non-reported catch) over the 1976 to 2014
period. In addition, empirical models that relate the maximum catch of
the STM to the MSY were applied. There were
no significant differences between the models applied. Based on the estimated
Tc and MSY (T x 103) there is an over-exploitation of sharks in
Mexico (Tc = 51 417, MSY = 29 040), in the Pacific ocean (Tc = 38 654, MSY = 20 840) and in the gulf of Mexico (Tc = 15
737, MSY = 14 540); in Regions 2 (gulf of California) (Tc = 22 664, MSY = 14
330) and 5 (coastal line of Tamaulipas, Veracruz and Tabasco) (Tc = 9 202, MSY = 8 510) and on thecoast
of the States of Baja California (Tc = 5 781, MSY = 4 880) and Baja California
Sur (Tc = 5 950, MSY = 5 510). It is recommended to urgently address the
problem of using this fishery resource in
the Mexican Republic.
Keywords: sharks, elasmobranchs, maximum-catch, data poor
fisheries, data limited fisheries.
Introducción
La normatividad sobre manejo pesquero de elasmobranquios
en México es incipiente e insuficiente en cuanto a la inclusión de puntos de referencia pesqueros. Existe un instrumento legal, la Norma Oficial Mexicana (NOM-029-PESC-2006),
Pesca responsable de tiburones y rayas,
especificaciones para su aprovechamiento (DOF, 2007), y dos instrumentos
técnico-científicos que inciden en el
aprovechamiento y conservación de tiburones y rayas en México:
el Plan de Acción Nacional para el Manejo y Conservación de Tiburones,
Rayas y Especies Afines en México (PANMCTR) CONAPESCA,
INP, SAGARPA (2004), y el acuerdo por el que se da a conocer la actualización
de la Carta Nacional Pesquera (CNP), de acuerdo al Diario Oficial de la
Federación (DOF, 2012). En particular, la CNP establece una captura máxima (CM) anual permitida de 15 000
T/a para el litoral del Pacífico, 3 000 T/a para el estado de Chiapas y 6 026 T/a para el litoral del golfo de México. Para efecto de mejorar la administración de los recursos pesqueros de tiburón y
rayas en México, la Secretaría de
Agricultura, Ganadería, Desarrollo
Rural, Pesca y Alimentación (SAGARPA) del
gobierno federal mexicano, mediante la NOM-029-PESC-2006
identificó 6 regiones de pesca
con base en factores ambientales y climáticos, y a la predominancia de las
especies y de los sistemas de captura: 4 en el litoral del océano Pacífico y 2 en el golfo de México (DOF, 2007).
Según datos de la Comisión Nacional de
Acuacultura y Pesca/Secretaría de Agricultura, Ganadería, Desarrollo Rural, Pesca y Alimentación (CONAPESCA/SAGARPA, 2017), en el periodo del 2008 al 2017 se registró una captura
promedio de 29 772 T/a del recurso tiburón-cazón (RTC), equivalente a un
ingreso de $ 437 millones de pesos, con base en precios del año 2017; y en ese
mismo año (2017), la captura promedio fue de 42 704 T/a, equivalente a $ 625
millones de pesos. Dichas cifras hacen que este recurso pesquero ocupe
el lugar número 10 de las 22 pesquerías más representativas de
México, de acuerdo con las
especies de importancia pesquera indicadas en el Anuario
Estadístico de Acuacultura y Pesca (CONAPESCA/SAGARPA, 2017).
Uno de los principales puntos de referencia que se utiliza en
la ciencia pesquera para fines de
administración de los recursos es el rendimiento máximo sostenible
(RMS), también llamado rendimiento máximo excedente, captura máxima en equilibrio, rendimiento máximo constante,
rendimiento máximo sostenido o captura sustentable (Tsikliras
y Froese, 2018). En la evaluación de los stocks
pesqueros se usan modelos como, producción excedente, de rendimiento por
recluta, de diferencia con retraso, de análisis de población virtual y de
análisis de captura por edad o talla, principalmente. Sin embargo, estos
modelos requieren que los datos de la pesquería estén disponibles y organizados
adecuadamente (Bonfil, 2005). Esto limita el análisis de las capturas de pesca en México, ya que las fuentes
oficiales publican la información del recurso
tiburón-cazón en forma global, agrupando todas las especies de tiburón
de interés comercial, lo que dificulta la
entrega de valores del RMS para cada especie.
En México, se requiere que el aprovechamiento de los
tiburones y rayas se realice a partir de
puntos de referencia biológicos, que pueden variar por especie o por grupos de
especies (DOF, 2007), ya que es
probable que, actualmente este grupo de peces se enfrente a la mayor crisis de sobrexplotación en sus
420 millones de años de historia de vida en el mundo (Simpfendorfer
y Dulvy, 2017).
La vulnerabilidad de los tiburones a la
pesca dada por sus características biológicas: alta longevidad,
madurez tardía y baja fecundidad (Cortés y
Brooks, 2018), así como los complejos
patrones migratorios (Barbosa-Martins y col.,
2018) contribuyen también a la necesidad de evaluar el estado de sus
poblaciones (Cortés y Brooks, 2018).
Esta evaluación poblacional se puede efectuar a través de la estimación del
RMS, el cual, en teoría, es la mayor captura que se puede obtener en una
pesquería de forma continua sin poner en riesgo la sustentabilidad del recurso pesquero (Hilborn
y Walters, 1992), y bajo condiciones ambientales
existentes (Tsikliras y Froese,
2018).
El RMS es uno de los principales puntos
de referencia límite u objetivo, por lo que es necesario y urgente el uso de
las capturas oficiales mientras su depuración ocurre. Además, ya se han
realizado estimaciones del RMS de algunos grupos de stocks, aun cuando
la información no está desagregada por especie, como es el caso de las
pesquerías del noreste del Atlántico, específicamente en la zona de pesca No.
27 de la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la
Agricultura (FAO) (Guillen y col., 2016), y han generado resultados
aceptables, es decir, coherentes con las
estimaciones realizadas mediante el uso
de modelos de biomasa dinámica.
Se ha comprobado que el RMS está altamente correlacionado con
la CM en una serie de tiempo de captura global anual de cualquier pesquería (Froese y col., 2012). En la última década se han
desarrollado dos líneas de investigación para estimar el RMS a partir de datos
de captura, una de forma indirecta y la otra de manera directa. La primera fue
propuesta por Srinivasan y col. (2010), Froese y col. (2012) y Costello y
col. (2013), y tiene como base el uso de
relaciones empíricas para la generación de valores del RMS; la segunda
fue desarrollada por Martell y Froese (2013), quienes
utilizaron series de datos de captura anual y
la resiliencia de las especies objetivo
para la estimación de valores del RMS. La forma indirecta tiene su
fundamento en la relación altamente significativa entre la CM de una serie de
tiempo de captura (STC) pesquera y el RMS (Srinivasan
y col., 2010; Froese y col., 2012), mientras que la
segunda toma como base la resiliencia de las especies.
El objetivo de la presente investigación
fue estimar el rendimiento máximo sostenible del recurso
tiburón-cazón de las áreas de pesca (litorales) de la república mexicana:
México, océano Pacífico, golfo de México, seis regiones indicadas en la
NOM-029-PESC-2006 y los litorales de cada uno de los 17 estados costeros de
México, de acuerdo a la captura reportada
y a la captura total (captura reportada
+ la captura no reportada).
MATERIALES Y MÉTODOS
Estimación de la
captura reportada (Cr)
Se construyeron 26 STC anuales y de longitud variable, entre
34 y 39 años, para el periodo de 1976 al
2014. Las bases de datos utilizadas fueron las siguientes: Bonfil (1997)
para el periodo 1976-1984, el Anuario
Estadístico de Pesca de la Secretaría de Pesca 1994 (CONAPESCA/SAGARPA, 1994) para el periodo 1985–1994, y las Ediciones 2004 y 2014
del Anuario Estadístico de Acuacultura y Pesca
(CONAPESCA/SAGARPA, 2004; 2014) para los
periodos 1995–2004 y 2005–2014, respectivamente.
Solo estas ediciones del Anuario Estadístico
de Acuacultura y Pesca fueron consideradas para el presente estudio, porque con ellas fue suficiente para construir las 26
STC, dado que cada anuario dispone
de STC para diferentes especies de una longitud de 10 años. Las STC correspondieron a las áreas de pesca siguientes: México,
océano Pacífico, golfo de México, Regiones 1-6 de la NOM-029-PESC-2006
(descritas más adelante) y costas de los estados de Baja California (BC), Baja California Sur (BCS), Sonora,
Sinaloa, Nayarit, Jalisco, Colima, Michoacán,
Guerrero, Oaxaca, Chiapas, Tamaulipas, Veracruz,
Tabasco, Campeche, Yucatán y Quintana Roo. La STC de México corresponde
a la sumatoria de la captura de los 17 estados costeros de México; la STC indicada para el océano Pacífico y para el
golfo de México, se refiere a la sumatoria de la captura del RTC de los estados
mexicanos costeros que le corresponde a cada
litoral. Las características de las
regiones de captura del RTC en México,
indicadas en la NOM-029-PESC-2006, son las
siguientes: Región 1. Costa occidental de la península de Baja California, desde la frontera con Estados
Unidos de América hasta el paralelo 22.5° N; Región 2. Golfo de California, hasta el paralelo 22.5° N; Región 3. Costas de los estados de Nayarit, Jalisco, Colima,
Michoacán y Guerrero; Región 4. Golfo de Tehuantepec, costas de los
estados de Oaxaca y Chiapas; Región 5. Golfo de México, costas de los estados de Tamaulipas, Veracruz, y Tabasco; Región
6. Sonda de Campeche y mar Caribe, costas de los estados de Campeche, Yucatán y
Quintana Roo (DOF, 2007) (Figura 1). Los
registros más antiguos correspondieron a los estados del golfo de México (año
1976), debido a lo cual fueron las STC más largas (39 años).
Estimación de la captura de las Regiones
1 y 2
Para estimar la captura del RTC de estas dos regiones, se
utilizó la captura correspondiente al año 1981 (Tabla 1), registrada en las
Oficinas de Pesca de la CONAPESCA ubicadas en
ambos litorales de la península de Baja California (oriente y
occidente). Solo se utilizó este año por ser
el único con registro de captura por
Oficina de Pesca, según el Anuario Estadístico
de Pesca de 1981 (CONAPESCA/SAGARPA, 1981), que permitiría desglosar las
capturas por litoral y por estado.
En 1981 se registraron 2 635 T en el
estado de Baja California, de las cuales 509 T (19.32 %) se obtuvieron
en el litoral occidente de la Península (océano Pacífico), y 2
126 T (80.68 %) fueron capturadas en el litoral oriente (golfo de California);
mientras que en el estado de Baja California
Sur se registró una captura de 1 571 T distribuidas de la forma siguiente: 213
T (13.56 %) para el litoral occidente y 1 358 T (86.44 %) para el litoral
oriente (Tabla 1).
Así, la captura del RTC de la Región 1 se estimó, para cada
año, mediante la suma del 19.32 % y el 13.56
% de las capturas del litoral occidente de los estados de Baja California y Baja California Sur, respectivamente. La
estimación de la captura anual de la Región
2 fue similar, pero relativo al litoral oriental: se sumaron el 80.68 %
y el 86.44 % de las capturas del lado oriental de los estados de Baja California y Baja California Sur,
respectivamente.
La reconstrucción de las capturas para estas dos Regiones y
para los estados que las componen se efectuó bajo el supuesto de que las proporciones obtenidas de las capturas por
cada litoral para 1981 no cambiaron significativamente
durante el periodo reconstruido de 1976–2014, dada la ausencia de datos de
estas proporciones en otros años y según el criterio utilizado por Pauly y Zeller (2015) y Saldaña-Ruiz y col. (2016). La captura de las
Regiones 3, 4, 5 y 6 corresponde a la suma de las capturas de los estados que
integran cada región.
Estimación de la captura total (captura reportada +
captura no reportada) (Ct)
Una vez definidas las capturas oficiales reportadas, fueron
multiplicadas por un factor de 1.913 para
obtener la captura total. Este factor fue calculado a partir de la información
proveída por Cisneros-Montemayor y col. (2013). Dichos autores estimaron la
captura total de la pesca en México para el
periodo 1950–2010, y obtuvieron un promedio anual de 1 523 000 T, donde
se incluye al grupo de los elasmobranquios. La captura global la desglosan en
captura reportada (796 000 T) y captura no reportada (727 000 T), y esta última
la separan en legal (233 000 T), ilegal (86 000 T) y descartada (408 000 T).
Con la relación de la captura total (1 523 000 T)/captura reportada (796 000 T)
se estimó la proporción de 1.913.
Modelos
Se utilizaron tres modelos basados en las relaciones lineales entre valores de las CM y
valores de los RMS, estimados previamente mediante métodos de biomasa dinámica.
Los modelos fueron los siguientes: a) Modelo de Srinivasan
y col. (2010): log RMS = 0.845 8* log CM + 0.377 7, donde: log y = logaritmo
del RMS; log x = logaritmo de la CM.; b) Modelo de Froese
y col. (2012): RMS = 0.62* CM, Límites al 95
% de confianza: Límite inferior: 0.56* CM; Límite superior: 0.70* CM; c)
Modelo de Costello
y col. (2013): RMS = 1.78* 10 [− 0.8644 + 1.0976 log (CM)] .
Análisis estadístico
Con la CM de cada una de las 26 STC (Tabla 2), y aplicando
los modelos, se obtuvieron estimaciones del RMS para cada una de las STC. Se aplicó un análisis de varianza de
una vía (ANOVA) y se obtuvo el coeficiente de variación (CV) por modelo, para
reconocer posibles diferencias entre los
valores del RMS por
los diferentes modelos.
Para estimar los intervalos de confianza (IC)de cada uno de
los valores de RMS de las 26 STC, estimados por los modelos de Srinivasan y col. (2010) y Costello
y col. (2013), se utilizó el método de Simulación Monte Carlo en su versión clásica, de la forma siguiente: 1. Se aplicaron las distribuciones de probabilidad
uniforme, normal y log-normal, por ser las
más usuales para describir el comportamiento de las variables de los
recursos pesqueros y de las pesquerías; 2. De cada una de las 26 STC se
estimaron los parámetros siguientes: media, desviación estándar, valores
mínimos (Linf) y
máximos (Lsup).
Con estos parámetros estadísticos, se
realizaron 10 000 simulaciones de cada una de las 26 STC de captura, para cada una de las tres distribución de probabilidad.
De cada STC simulada (STCS) se estimaron
nuevamente los parámetros estadísticos de media,
desviación estándar y los valores mínimos y máximos; 3. Posteriormente se obtuvo el promedio de los promedios de las desviaciones
estándar y de los valores mínimos y máximos del grupo de las 10 000 STCS; 4. Se
seleccionó la distribución de probabilidad
con mejor ajuste, utilizando como medidas de bondad de ajuste del sesgo (S) y
el error cuadrático medio (ECM), y se
eligió la que registró valores más bajos de estos criterios. El S y el
ECM se calcularon de la forma siguiente:
donde i = valores estimados; y yi = valores observados; 5. Una vez elegida la
distribución de probabilidad, haberla aplicado y haber obtenido los
estadísticos de la media (), varianza (2),
desviación estándar () y valores límite inferior (Linf) y límite superior (Lsup) de las STC
basadas en las 10 000 iteraciones, se estimaron los IC al 95 % de confianza de la
forma siguiente: 2 * ; 6. Haciendo uso de los valores del Linf y Lsup de
los IC obteni-dos por la distribución de probabilidad
elegida, se obtuvieron los valores Linf y Lsup de los IC de las estimaciones del RMS, obtenidas por los modelos de Srinivasan y col.
(2010) y Costello y col. (2013) para las 26 STC. Para
esto, primero se estimaron las distancias proporcionales entre el valor medio y
los límites superior e inferior de la distribución uniforme, y posteriormente,
estas proporciones fueron utilizadas para obtener los valores Linf y Lsup de los IC de los
RMS para cada una de las áreas
mencionadas.
RESULTADOS
Con base en el promedio de cada una de
las STC de la Ct, en México se capturan 51 417 T/a;
el océano Pacífico registró una mayor captura (38 654 T/a) que el golfo de
México (15 737 T/a); la región más productiva fue la 2, que corresponde al golfo de California (22 664 T/a); los estados que registraron una mayor captura fueron Sinaloa (6 523 T/a), Sonora (6 341 T/a), Chiapas (6 104
T/a), BCS (5 950 T/a), BC (5 781
T/a) y Veracruz (4 432 T/a); los estados con
menor captura fueron Michoacán (247 T/a), Jalisco (581 T/a), Quintana Roo (531
T/a) y Guerrero (748 T/a) (Tabla 2). De acuerdo a la CM de la Ct, las áreas con mayor captura también fueron el océano
Pacífico (47.53 miles de T/a), la Región 2 (30.63 miles de T/a) y los estados
de Sinaloa (14.31 miles de T/a), Sonora (13.49 miles de T/a) y Chiapas (12.88
miles de T/a); mientras que los estados que registraron una
menor CM también fueron los mismos: Michoacán (2.54 miles de T/a), Guerrero (1.53 miles de T/a) y Quintana Roo (1.07 miles de
T/a) (Tablas 3 y 6). La captura de las Regiones (1, 2, 3, 4, 5 y 6), del
océano Pacífico, del golfo de México y de México no corresponden a la simple sumatoria de
las áreas que la integran, dada la diferencia en la longitud de las series de
tiempo de cada estado.
El sesgo, como la primera medida de
bondad de ajuste utilizada, reportó
los menores valores promedio en la
distribución uniforme (- 0.17), seguida de la distribución normal (0.57)
y la distribución log-normal (2.23) (Tabla 4); y la mayor cantidad de valores
más bajos de las 26 STC también se ubicaron en la distribución de probabilidad
uniforme (15 = 58 %), seguida de la distribución normal (11 = 42 %) y de la
distribución log-normal (1 = 4 %) (Tabla 4).
Al igual que el sesgo, en el ECM, los valores más bajos de esta medida de
bondad de ajuste en las 26 STC se identificaron también en la
distribución de probabilidad uniforme.
De esta forma, el sesgo y el ECM revelaron que la
distribución de probabilidad con mejor ajuste a los datos de captura fue la
distribución uniforme, por lo que, en
consecuencia, los valores del Linf y Lsup de los IC de los RMS estimados por
los modelos para cada una de las áreas
mencionadas se calcularon a partir de los valores correspondientes a esta
distribución de probabilidad.
De acuerdo al análisis de varianza de un factor, no existen
diferencias significativas en los valores de RMS entre los modelos (F(3.12) = 0.275, P = 0.759 9, g.l.: 2), y de acuerdo al CV más bajo, el modelo que mejor se ajustó a los datos fue
el propuesto por Srinivasan y col. (2010)(CV = 91 %), seguido por el de Froese
y col. (2012) (CV = 111 %) y finalmente, el de Costello
y col. (2013) (CV = 123 %) (Tablas 5 y 6).
Con base en la captura promedio de la serie de tiempo, siete
áreas excedieron el RMS (Tabla 7). En México,
el RMS ha sido excedido en un 77 %. Con relación al océano Pacífico, el
RMS fue sobrepasado en un 85 %, ya que en la Región 2, que corresponde al golfo
de California, la captura promedio rebasa en un 58 % el RMS. En el caso del
golfo de México, el RMS ha sido rebasado en un 8 %, donde la Región 5, que es
la zona costera de los estados de Tamaulipas,
Veracruz y Tabasco, presenta una extralimitación de un 8 %. Solo dos
estados costeros rebasaron el RMS: Baja California con un 18 % y Baja
California Sur con un 8 %. Los excedentes del RMS en estas áreas representan
una sobrexplotación del RTC.
DISCUSIÓN
STC
Aunque recientemente la CONAPESCA dispone
de una base de datos en línea de captura
por especies de tiburón, esta tiene inconsistencias, como la
asignación errónea de nombres científicos a
los nombres comunes, y errores en la
distribución de algunas especies, por ejemplo, no refiere al tiburón
toro para Tamaulipas, en tanto que en la
literatura existen reportes de esta especie para la costa de Tamaulipas
(Bonfil, 1997). Además, es una serie corta de
solo 9 años (2006-2014), que no cumple
con el mínimo de años (30) necesario
para reconocer la representatividad de su
tendencia, de acuerdo con el criterio de Ruíz-Álvarez y col.
(2016).
En el caso de tiburones, específicamente
el tiburón mako de aleta corta (Isurus
oxyrinchus), se demostró, mediante simulaciones, que la confiabilidad de los parámetros de historia de vida, la talla media de
madurez sexual y la captura por unidad de esfuerzo pesquero, como indicadores para evaluar el estado del stock y su
predicción, dependió de la duración de las series de tiempo analizadas
(Carvalho y col., 2018), por ello, se requieren series de tiempo más
largas.
Es común que, en algunas regiones donde se captura el RTC en México, y en algunos otros
países, los desembarques de los tiburones y mantarrayas se clasifiquen en
grandes categorías taxonómicas, en gran medida artificiales y sin el registro de alguna medida de esfuerzo
pesquero (Stevens y col., 2000; Lack y Sant, 2008; Bartolí, 2009; Mejía-Falla y Navia, 2011; Torres-Herrera y
Tovar-Ávila, 2014).
Las estadísticas pesqueras oficiales del
RTC en México se deben tomar con cautela, según
Torres-Herrera y Tovar-Ávila (2014), dado que las capturas en ocasiones se reportan de forma
inadecuada, o simplemente no se reportan; y esto provoca pérdida de
información y en gran medida incongruencia
entre las diferentes fuentes de información (Bartolí,
2009). Este es y ha sido un gran problema de
las pesquerías del tiburón en el mundo
(Lack y Sant, 2008; Bartolí, 2009; Smith
y col., 2009). Por esta razón, y para
efecto de ofrecer una mayor
certidumbre en los resultados, en este estudio se utilizó un factor de corrección calculado a partir de la información proveída por
Cisneros-Montemayor y col. (2013), para estimar la captura total (captura reportada
+ captura no reportada).
Captura oficial y
captura real
La aseveración antes citada y emitida por Torres-Herrera y Tovar-Ávila (2014) se basa también en el hecho de que la captura oficial
no es la real. Esto es, que existen capturas de condrictios
en el mundo que no se reportan (pesca ilegal) y que probablemente equivalga al 50 % de la producción pesquera oficial
(Stevens y col., 2000) o casi al 100 %, es decir el doble de la producción
oficial (Cisneros-Montemayor y col., 2013). Por ello, en esta investigación, para aplicar los modelos se
utilizaron como insumo la captura reportada y la captura total (captura
reportada + captura no reportada).
Un siguiente análisis sería reconocer los efectos de
continuar utilizando la información oficial o iniciar el proceso de
reconocimiento de la captura real para
generar los correspondientes puntos de referencia pesqueros, en este
caso, punto de referencia límite (RMS). Transitar hacia el reconocimiento
oficial de la captura real, implicaría una reestructuración de las “capturas
máximas permitidas” indicadas en la CNP para este recurso, y probablemente para el resto de las pesquerías del
país, pero generaría una mayor certidumbre en las medidas de regulación pesquera.
Modelos
Los modelos utilizados para la estimación del RMS fueron
creados de forma indirecta, dado que el objetivo de las investigaciones que
dieron origen a las regresiones lineales entre la CM y el RMS tenían otros objetivos. En el caso del modelo de Srinivasan y col. (2010), el objetivo central de su
investigación fue evaluar las pérdidas en volumen y valor de la captura, y en
toneladas de proteína animal de los stocks
pesqueros de la zona económica exclusiva del mundo; en el caso del
modelo de Froese y col. (2012), el objetivo central
de su investigación fue asignar estados de explotación pesquera para stocks
pesqueros del norte del océano Atlántico, mediante
la creación de algoritmos que involucran al RMS; y en el caso del modelo de
Costello y col. (2013), los autores buscaron corregir
un error matemático del modelo de Srinivasan y col.
(2010). Estas investigaciones son muy valiosas, dado que arrojan como
resultados colaterales modelos para la estimación del RMS, que es lo que se
buscó en este trabajo, y son valiosas en especial para pesquerías con pocos
datos biológico–pesqueros, donde de otra forma no es posible estimar este punto
de referencia.
Las relaciones empíricas ofrecidas por los diferentes autores
y que fueron utilizadas para la estimación del RMS en esta investigación, están
soportadas en una muestra significativa de stocks pesqueros, lo que
confiere suficiente confiabilidad a los resultados obtenidos en este estudio. Froese y col. (2012)
utilizaron 50, y Srinivasan y col. (2010) y Costello y col. (2013) usaron los stocks pesqueros
de 1 066 especies de peces e invertebrados
capturados en 301 áreas de la zona económica exclusiva del mundo, con
series de datos del periodo 1950-2004. Srinivasan y col.
(2010) y Costello y col. (2013) incluyeron stock
de elasmobranquios al obtener sus relaciones empíricas entre la CM y el
RMS. Los modelos en su estructuración revelan
una alta significancia estadística (r2 = 0.97; r2
= 0.84) para el caso de Froese y col. (2012) y para
la relación de Srinivasan y col. (2010).
Es importante indicar que Costello y col. (2013) reutilizaron los mismos stocks
pesqueros usados por Srinivasan y col. (2010), y realizaron ajustes al modelo propuesto
por estos autores, corrigiendo sesgos. Srinivasan y col. (2014) aceptaron el modelo
corregido establecido por Costello y col. (2013) e indicaron que los ejemplos que
utilizan estos autores (Costello y col., 2013) para
exponer sus resultados validan aún más
las estimaciones de los RMS obtenidos
por ellos mismos en el año 2010 (Srinivasan y col., 2010). De igual forma, Cook (2013)
enfatizó que los resultados obtenidos por el modelo de Froese
y col. (2012) son poco confiables, dado que al momento de construir su modelo
utiliza una regresión lineal sin escala de
los valores del RMS, lo que oculta el verdadero nivel de correlación. En
réplica, Froese y col. (2013) indicaron que en los
propios ejemplos de Cook (2013) que
utilizan para la refutación se observa de
forma clara y significativa la correlación de la CM y el RMS. De acuerdo
con los argumentos antes expuestos, se puede decir que en el modelo de Froese y col. (2013) la CM registra una alta correlación con el RMS,
y en consecuencia, se puede utilizar en cualquier
STC con la certidumbre suficiente en
los RMS obtenidos. Sin embargo, en este estudio y de acuerdo al CV, el
modelo con mejor bondad de ajuste fue el de Srinivasan
y col. (2010) por las razones antes expuestas.
En general, los tres modelos, según los argumentos de sus
autores, disponen de una confiabilidad aceptable para generar el punto de referencia RMS a partir de cualquier STC que
presente una longitud apropiada. De esta forma, los valores de RMS estimados en
este estudio para las diferentes áreas de pesca
del RTC en México poseen la validez y certidumbre suficientes para ser
incorporados a la CNP y a la NOM-029-PESC-2006.
Distribución de probabilidad
En esta investigación, la distribución de probabilidad con
mejor ajuste a los datos de captura pesquera fue la uniforme, lo que coincide
con la literatura respecto del uso de distribuciones de probabilidad para
simular series de datos de captura de prácticamente
todas las especies de importancia pesquera, incluidos los elasmobranquios (Daan y col., 2011; Froese y col., 2012;
Martell y Froese,
2013; Rodríguez-Domínguez y col.,
2014).
Sobrexplotación
del RTC
Con base en la extralimitación del RMS
por la captura anual, se registra una sobrexplotación
del recurso tiburón-cazón en las STC. La CM excede al RMS en todas las STC
predefinidas (Tabla 6), y la captura promedio (Tabla 7) solo en las áreas de México, océano Pacífico, golfo
de México, Regiones 2 (golfo de California) y 5 (costa de los estados de
Tamaulipas, Veracruz y Tabasco) y costas de
los estados de Baja California y Baja California Sur.
Dado que la CM es mayor que el RMS en todas las áreas de
pesca predefinidas en este estudio, se asume que existe sobreexplotación del
RTC en México, tal como ocurre actualmente en otras áreas del mundo. En el caso
del océano Atlántico, Baum y col. (2003) indicaron
que durante el periodo de 1989 a 2003 se registró una reducción de las
poblaciones de algunas especies de tiburones del Atlántico noroccidental. En
particular, estos autores refieren una reducción del 75 % de las poblaciones de
los tiburones martillo, blanco y zorro, y de un 60 % para las poblaciones de
algunas especies del género Carcharhinus spp. Baum y Myers (2004)
señalaron que las poblaciones del tiburón punta blanca y del tiburón sedoso del
golfo de México se han reducido en un 99 % y 90 %, respectivamente.
Sin embargo, acerca de estos señalamientos de la reducción de las poblaciones de algunas
especies de los tiburones pelágicos en el
noroeste del Atlántico y golfo de México, Burgess
y col. (2005) reportaron que sí existe una reducción de las poblaciones, pero
que no es tan excesiva como lo registraron Baum y
col. (2003) y Baum y
Myers (2004), y argumentaron que estos autores incurrieron en algunos
errores de perspectiva en el análisis (muestra pequeña no representativa, uso
de datos inadecuados, ausencia de datos necesarios, entre otros). Baum y col. (2005) replicaron las críticas de Burgess y col. (2005) e indicaron
que, efectivamente, no todas las especies se
han visto afectadas, y que de acuerdo con Shepherd
y Myers (2005), algunas poblaciones de
especies de pequeños elasmobranquios
pudieran estarse incrementando. Sin embargo,
recientemente se ha demostrado que las especies altamente migratorias
del océano Atlántico, incluyendo a los
tiburones, en su mayoría (71
%) presentan una tendencia a la baja en su abundancia relativa, sin evidencia
de su recuperación (Lynch
y col., 2018).
Con excepción del litoral mexicano del golfo de México, ni la
NOM-029-PESC-2006 ni la CNP, que es el instrumento jurídico-administrativo de
los recursos pesqueros de México, establecen
valores del RMS para el RTC para ningún área de pesca de este recurso.
Para el caso particular del litoral mexicano del golfo de México, la CNP indica
una captura máxima permisible de 6 026 T/a
en promedio anual, y declara a la pesquería en estado de “aprovechamiento
máximo permisible”. Para esta misma área, en la presente investigación se estimaron valores del RMS (Srinivasan y col., 2010) de 7.60 miles de T/a (Tabla
5) y de 14.54 miles de T/a (Tabla 6), según
la Cr y la Ct, respectivamente. Esto significa
que la medida indicada por la CNP resulta más conservadora que las estimadas en
esta investigación para la misma área (Ct 14 540 T/a,
Tabla 7). Además, la CNP no establece el método usado para la estimación presentada
(6 026 T/a), lo que le resta confiabilidad.
CONCLUSIONES
Los modelos empíricos utilizados en esta investigación
ofrecen una adecuada opción para estimar el RMS (rendimiento máximo sostenible) en situaciones de escasos datos
biológico-pesqueros de las especies que permitieran utilizar modelos analíticos en la estimación del RMS; específicamente,
el propuesto por el grupo de Srinivasan y colaboradores en 2010 es el más
recomendable. De acuerdo con los valores estimados del RMS, se evidencia
una sobrexplotación del RTC (de captura total: reportada + no reportada)
en México (Ct = 51 417, RMS = 29 040), en el océano Pacífico (Ct = 38 654,
RMS = 20 840) y en el golfo de México
(Ct = 15 737, RMS = 14 540); en la Región 2
(golfo de California) (Ct = 22 664, RMS = 14 330) y
Región 5 (línea costera de Tamaulipas, Veracruz y Tabasco) (Ct
= 9 202, RMS = 8 510), y en la costa de los estados de Baja California (Ct = 5 781, RMS = 4 880) y Baja California Sur (Ct = 5 950, RMS = 5 510), siendo estas áreas donde más se
captura el RTC; mientras que los estados que más registran captura del RTC son
Sinaloa, Sonora, Chiapas, Baja California Sur, Baja. California y Veracruz; y
los que menos capturan son Michoacán, Jalisco, Quintana Roo y Guerrero. Las
estimaciones del RMS aquí obtenidas representan el punto de partida para
generar medidas de manejo de forma urgente,
que conlleven a que las futuras capturas no sobrepasen este punto de
referencia.
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