Uso de las tecnologías
de la información y comunicación como herramienta de apoyo en el aprendizaje de
los estudiantes de medicina
Use of information
and communication technologies as a support tool for medical students’ learning
TIC
y aprendizaje de medicina
Miriam Janet Cervantes-López*, Alma Alicia
Peña-Maldonado, Alcides Ramos-Sánchez
*Correspondencia: mcervantes@docentes.uat.edu.mx/Fecha de recepción: 4 de octubre de 2019/Fecha de aceptación: 23 de julio de 2020/Fecha de publicación: 31 de julio de 2020.
Universidad Autónoma de Tamaulipas, Facultad de
Medicina de Tampico “Dr. Alberto Romo Caballero”, Centro Universitario, Av.
Universidad y Adolfo López Mateos s/n, Tampico, Tamaulipas, México, C. P.
89138.
Resumen
El
uso de medios electrónicos como herramienta educativa es algo muy frecuente en la sociedad
global del conocimiento, favorecido por el avance
tecnológico. Se emplean nuevas alternativas en la práctica docente y en
los procesos educativos, y las instituciones dedicadas a la educación médica no son la excepción. El
objetivo de este trabajo fue establecer el uso de las tecnologías de la
información y la comunicación (TIC) para el
aprendizaje en estudiantes de medicina de la Universidad Autónoma de Tamaulipas, campus sur. Se siguió un estudio descriptivo,
observacional y transversal. Los datos se
recabaron a través de un cuestionario aplicado
a 109 estudiantes. Del total de participantes, el 90.83 % contaba con computadora
portátil, el 94.50 % con internet, ya sea en
computadora o celular. El tiempo empleado diariamente usando las TIC
para actividades educativas era entre 2 h y 4 h y el Google académico fue la
base de datos más empleada para búsqueda de información. Por otro lado, se
encontró que entre el 50 % y el 75 % de los encuestados tienen comprensión y
dominio del idioma inglés. El uso de las TIC es de gran apoyo para los
estudiantes, ya que les permite facilitar las búsquedas de información
científica y médica, además de desarrollar competencias en el procesamiento y
manejo de la información, para intercambiar información científica actualizada y continuar con su educación médica.
Palabras clave: tecnología, enseñanza, aprendizaje, medicina.
Abstract
The
use of electronic devices as educational tools is very frequent in the global
knowledge society, which has been favored by current technological advancement.
New alternatives are employed in teaching practice and in educational
processes, and institutions dedicated to
medical education are no exception. The objective of this work was to establish whether the use of information and communication technologies
(ICT) for medical students’ learning at the Autonomous
University of Tamaulipas, Southern campus. A descriptive, observational
and crosssectional study was carried out. Data was collected through a questionnaire administered to 109
students. Of the total number of participants, 90.83 % had a laptop, 94.50 %
had internet access, either via a computer or a mobile phone. The effective time spent daily using ICT for educational
activities ranged between two and four hours,
and Google Scholar was the most used database for information retrieval.
On the other hand, it was found that between
50 % and 75 % of respondents
have an understanding and command of the English language. The use of ICT’s is
very supportive for students, since it facilitates both, the scientific and
medical information retrieval, as well as
the development of competencies in the processing and management of
information. This simplifies the exchange of
updated scientific information to continue with their medical education.
Keywords:
technology, teaching, learning, medicine.
Introducción
En la actualidad, una de las actividades más recurrentes para la humanidad es el uso de las tecnologías de la información (TIC). Su uso
cotidiano ha permitido derribar barreras de
tiempo y espacio, facilitando a nivel mundial la conexión tanto entre
individuos como entre instituciones. Sus fines son múltiples y abarcan acciones
lúdicas, laborales, informativas,
comunicativas y comerciales, entre otras (Rojano-Ramos y col., 2016).
La forma de comunicarse, recrearse
e interactuar con otros
cambia continuamente conforme avanza la
tecnología (Cano-Montoya y col., 2019). Los avances del internet han
revolucionado muchos ámbitos de manera radical, especialmente el de la
comunicación, al
punto de convertirse en el medio global de comunicación e información de uso cotidiano.
Las actividades del ser humano han sido influenciadas por los avances tecnológicos, por ejemplo, la práctica de permanecer largos
periodos de tiempo frente a una computadora después de terminar la
jornada educativa o laboral ha sido sustituida por la de mantener una
conectividad permanente mediante el uso de dispositivos móviles, usualmente celulares inteligentes o tabletas
electrónicas, para enlazarse a redes sociales o la búsqueda de todo tipo de
información. Esto ha producido transformaciones en muchos campos, incluyendo
las ciencias de la salud (Morán, 2017).
Las TIC incluyen una gama de dispositivos que pueden ser utilizados prácticamente en todas
las actividades de la sociedad (Batista y Santisteban, 2016), en usos tan
diversos como en el procesamiento de datos,
la edición de gráficos o la gestión de bases de datos, así como sistemas
de información y hojas de cálculo (García y
col., 2011); la edición de presentaciones multimedia y de páginas web y mecanismos diversos de comunicación
como el correo electrónico y la mensajería;
canales en formato web, videoconferencias, foros temáticos, wikis y
blogs (Alar-cón y col., 2014); almacenamiento de información
en memorias Bus de Serie Universal (USB, por sus siglas en inglés: Universal
Series Bus), discos externos de almacenamiento, tarjetas de memoria, acciones
de interactividad y estrategias para automatizar tareas y homogeneizar los códigos de registro que se emplean para digitalizar las diversas fuentes de información: de texto, sonido, imágenes
y audiovisual (Areta, 2011); así como las herramientas
auxiliares de conocimiento que permiten potenciar la capacidad mental del usuario
y el desarrollo de formas alternativas de pensamiento (Paz-Vásconez, 2017).
La educación, como acción humana,
no es ajena
a estos cambios tan drásticos, ya que la utilización de las TIC desde hace
más de 2 décadas en sus
diferentes áreas y niveles, desde el básico hasta el superior (de-la-Madrid y
col., 2016), ha impulsado de forma acelerada el desarrollo científico, y ha
traído consigo nuevas alternativas en la práctica docente y en el proceso de
enseñanza aprendizaje. Ellas ofrecen una
serie de recursos tecnológicos tales
como videoconferencias, teleconferencias, aulas virtuales, sistemas de software educativo multimedia y cursos a
distancia (San-Martín, 2014), los cuales,
incorporados al proceso educativo, desarrollan una nueva forma de
instrucción que facilita el aprendizaje en
una forma efectiva, comprensible y motivadora, por lo que en algunos
países en vías de desarrollo la disponibilidad y manejo de equipo de cómputo ya
no son una limitante para que los alumnos
aprovechen los beneficios de las TIC
en la educación (Veloz-Martínez
y col., 2012).
En la actualidad, uno de los principales retos de los
profesionales es desarrollar habilidades en
el uso de las TIC, ya que a través de estas herramientas se tiene el
acceso a la red, lo que permite comunicarse e informarse, por lo que se han vuelto
necesarias e incluso indispensables para los
usuarios, particularmente para los estudiantes de universidades, a los que les facilita el proceso de
aprendizaje, con lo que se mejora su nivel
educativo. De especial interés es que permite y promueve el desarrollo
de actividades formativas como realizar
tareas, búsqueda de información actualizada y consultas especializadas
sobre temas novedosos (Portillo y col., 2017).
La nueva sociedad de la información, caracterizada por la aceleración en el ritmo de
creación y difusión del saber y la disposición de gran cantidad de datos, ha
obligado a las instituciones educativas, a
adaptarse en sus modelos educativos. Por esto, es imperativo
en las universidades, la adopción de las nuevas formas
de generación, sistematización y difusión del conocimiento, para garantizar la
incorporación del alumno a este mundo globalizado (Durán y Svetlichich,
2017). Es insuficiente que los estudiantes
tengan competencias en el manejo de las TIC; deben desarrollar también
habilidades para optimizar su
aprovechamiento. Adicional a la capacidad de búsqueda de conocimiento,
se debe desarrollar a la habilidad para someterlo a un análisis personal
crítico que le permita establecer su pertinencia, combinado con la facilidad de
poder utilizarlo para resolver problemáticas de su entorno. Esto es determinante, ya que la búsqueda de información es
parte del proceso de aprendizaje, y la información obtenida puede convertirse
en conocimiento adquirido (Veloz-Martínez y col., 2012). Por esto, es imperativo
para las universidades la adopción de las nuevas formas de generación, sistematización y difusión del conocimiento,
para garantizar la incorporación del alumno a este mundo globalizado
(Durán y Svetlichich, 2017).
El familiarizar al alumno con el
uso de las nuevas tecnologías le proporcionará la oportunidad
de aprender de una forma crítica e independiente,
acceder a información actual sobre su
especialidad, colaborar con otros compañeros,
consultar expertos, compartir conocimientos
(Castro y col., 2015), así como también le facilitará el manejo futuro
de estas tecnologías en el trabajo que desempeñará como profesional. En la actualidad, la práctica de aprender de
memoria datos o información específica ha sido desplazada, para darle prioridad
a la aplicación del nuevo conocimiento en la resolución de problemas reales.
Esto induce a los docentes a desarrollar procesos de enseñanza aprendizaje
donde el estudiante participe de forma activa y dinámica, pero sin perder de
vista que debe ser un esfuerzo colaborativo profesor-alumno que permita el
aprendizaje integral (Alpaca, 2017).
En la medicina, el principal reto es introducir el uso
de las TIC en la educación de los nuevos médicos, para mejorar la práctica de la
medicina. En ese sentido, el desarrollo de adecuadas competencias en el manejo
de las TIC, tiene el potencial de ofrecer
innumerables oportunidades de hacer todavía más eficiente la práctica
médica, debido al uso y desarrollo de historias clínicas electrónicas, uso de software
para consignar datos pertinentes acerca del
paciente, búsqueda de información a través de bases de datos, entre otras (Gutiérrez y Vázquez, 2006). Por ello, es conveniente educar a los profesionales de la salud
en el uso de las TIC, para que ellos hagan llegar los beneficios a un número mayor de usuarios finales (García y col.,
2014).
El objetivo de este trabajo fue determinar el uso de
las tecnologías de la información y la comunicación (TIC) para el aprendizaje
entre los estudiantes de medicina de la Universidad
Autónoma de Tamaulipas, campus sur.
MATERIALES
Y MÉTODOS
Método de investigación
Instrumentos
La investigación fue de tipo descriptiva,
observacional y transversal, realizada en la Facultad de Medicina de Tampico
“Dr. Alberto Romo Caballero” de la Universidad Autónoma de Tamaulipas. Su población estudiantil era de 984 alumnos de la carrera de Médico Cirujano
pertenecientes al periodo enero-mayo 2019,
distribuidos de primero a décimo
semestre, según la información suministrada
por la Secretaría Académica de esta institución. En cuanto la selección de la
muestra, se trabajó aleatoriamente con 109 estudiantes (11 %), quienes
aceptaron voluntariamente participar.
La recolección de datos se
efectuó en las instalaciones educativas mediante un cuestionario de 17 ítems
que incluían género y promedio de calificaciones y 15 de opción múltiple, en
formato digital. Se respondió de forma anónima, con 30 min como tiempo límite y
se aplicó en grupos de acuerdo con el grado académico.
La confiabilidad y validez del
instrumento se obtuvo
mediante el análisis realizado por 3 expertos en
tecnología e innovación en las TIC en el área educativa. La
confiabilidad se determinó con la aplicación
de una muestra piloto a 50 estudiantes (aproximadamente el
5 % de los sujetos investigados) y aplicando el coeficiente alfa de Cronbach, el cual arrojó un rango de confiabilidad alto, de 0.93 a 0.97 para las 15 preguntas incluidas en la encuesta y un valor global de 0.95 para el instrumento (Tabla 1). Los resultados obtenidos
indicaron que no era significativa la
eliminación de alguno de los ítems, por lo que la encuesta se aplicó completa al grupo de estudio.
En relación con el análisis de la información compilada, los resultados se descargaron en un concentrado de datos y se procesaron en el software estadístico (SPSS, por sus
siglas
en inglés: Statistical Package for the Social Sciences) (SPSS, 2010)
versión 19; se interpretó
mediante estadística descriptiva con medidas de tendencia central y porcentajes.
RESULTADOS
Y DISCUSIÓN
La distribución por sexo de los
entrevistados fue de 55
mujeres (50.46 %) y 54 hombres (49.54
%).
Disponibilidad de tecnología
La mayoría de los alumnos encuestados disponían de
computadora portátil o Smartphone,
y el acceso a internet en computadora o teléfono fue
elevado (94.50 %) (Tabla 2), similar al estudio
de Gutiérrez y Vázquez (2006), quienes reportaron que el 96.8 % de los estudiantes encuestados del programa de medicina
del CES, de la ciudad de Medellín, Colombia,
disponían de internet, siendo la
computadora personal el equipo más utilizado por ellos (82.9 %),
resultado muy parecido al de este estudio (90.83 %) y al de Veloz-Martínez y col.
(2012), donde se reportó el 92.3 %.
El promedio de calificación fue
8.38, con un rango de 7.70 a 9.30 (Tabla 3). Todos los alumnos con calificaciones de 9 o superior (n
= 4) contaban con computadora portátil, smartphone e internet, lo que
les daba una amplia capacidad de conectividad. Entre los estudiantes con calificaciones entre 8 y 8.99 (n = 98),
que era la gran mayoría de los encuestados, el 90.8 % tenía computadora portátil, 80.6 % contaba con smartphone
y el 93.9 % tenía acceso a internet. En
tanto que los estudiantes con calificaciones entre 7 a 7.99 (n = 7)
contaban todos con internet y el 85.7 % tenía
computadora portátil o smartphone (Tabla 4), por lo que la conectividad
pudo ser una limitante para algunos al momento de necesitar acceso a la información, pero no
pareció estar asociada a sus calificaciones.
Educación, tiempo y uso de la tecnología
Los estudiantes de medicina
encuestados empleaban entre
4 h y 7 h por día para realizar actividades
educativas en general. El tiempo dedicado a actividades educativas empleando las TIC fue
entre 2 h y 4 h (datos no mostrados), sin embargo, el 77 % de los entrevistados realizaba alguna actividad simultánea cuando estudiaba empleando las TIC, siendo el Facebook,
chatear (conversación por internet
en tiempo real, por dos o más personas, usualmente
de forma escrita) y ver televisión las
más comunes, con 51.4 %, 32.1 % y
21.1 %, respectivamente (Figura 1). Estos datos son similares a los de de-la-Madrid y col. (2016), quienes
reportaron que el 59 % de los jóvenes encuestados destinaban entre 1 h y 4 h al día para utilizar las TIC, de los cuales el 43 %
utilizaba ese tiem-po para buscar información,
resultados que concuerdan con el presente estudio. Por otro lado,
Veloz-Martínez y col. (2012) registraron que las actividades de comunicación
más comunes que realizan los estudiantes son chatear, enviar o recibir
correo electrónico, entrar a Facebook
o Hi5, en un 37 %.
Educación mediante el uso de las TIC
Referente a la educación en línea, el 58.7 % de los estudiantes
de medicina encuestados dijo no haber participado en blogs y foros de
discusión, el 32.1 % ha presenciado una videoconferencia
y el 20.2 % ha realizado algún curso en línea (datos no mostrados). Los
motivos para no haber participado en estas
actividades fueron en el 29.3 % de los casos
que no se enteraron a tiempo para inscribirse, el 21.1 % no había encontrado alguno de su interés y al 22.9 % no le atrae la educación a
distancia, prefieren la educación presencial
(datos no mostrados). La
investigación realizada por Gutiérrez y Vázquez (2006)
concuerda con este estudio en cuanto a la participación en blogs o foros de
discusión, toda vez que reportaron
que un 61.5 % de los estudiantes lo habían hecho, el 25 % había presenciado una
videoconferencia y el 17 % había realizado un curso en línea.
Al cuestionarles sobre los cursos en línea en los que
les gustaría participar, la mayoría prefirió cursos sobre “Guías de prácticas
clínicas” (Figura 2).
Búsqueda de publicaciones científicas y
el idioma inglés
Las bases de datos que los
estudiantes empleaban para obtener información científica médica se muestran en la Tabla 5. Las
más usadas, en orden de mayor a menor, fueron
Google Académico, Scielo y EBSCO, pese a que
la institución tiene un programa de enseñanza de manejo de bases de
datos disponibles en la que EBSCO suele ser
la que con más frecuencia se difunde. La información obtenida coincide con la de Castro y col. (2015), quienes encontraron que Google Académico fue la base
de datos más utilizada por los estudiantes.
Sin embargo, en la investigación previa, realizada por Veloz-Martínez y
col. (2012), OVID fue la base de datos más empleada.
Es interesante que, aunque las bases
especializadas como Scielo, EBSCO y OVID ofrecen ventajas prácticas por
sus herramientas de búsqueda, los estudiantes prefieren una herramienta de
acceso rápido, nada
discriminatoria como Google
Académico. La mayor parte de la literatura médica indizada y las bases
de datos con publicaciones más relevantes están en inglés (Veloz-Martínez y col., 2012), por lo que el dominio de dicho
idioma es un factor importante para el aprendizaje
integral del estudiante de medicina. Sin el dominio del inglés se
limitan mucho las búsquedas de publicaciones
científicas. En este trabajo se encontró que el porcentaje
de comprensión de lectura de inglés general
que refieren los estudiantes se ubica del 50 % al
75 % (datos no mostrados), resultados que concuerdan con los obtenidos por Veloz-Martínez y col. (2012), que
indican que el 70 % de los estudiantes comprende
lecturas de inglés general.
Actitud hacia los nuevos medios para la obtención de
conocimientos
La actitud de los estudiantes hacia las nuevas tecnologías para la obtención de conocimiento
mostró que las mayores preferencias son leer un libro (70.6 %), búsqueda y
lectura de publicaciones en internet (62.4 %) y escuchar una videoconferencia (38.5%), como se muestra en la Tabla 6;
semejante a los resultados de Veloz-Martínez
y col. (2012), quienes reportaron mayores preferencias por leer un libro y lectura de publicaciones en internet.
La familiaridad del empleo de las TIC en la vida
cotidiana ha facilitado su uso en la educación, sin embargo, el mejor
aprovechamiento de las mismas en la consulta
de datos o búsqueda de información científica y médica para el
aprendizaje no se ha logrado del todo aún, a pesar de que existen múltiples
investigaciones de la aplicación de las TIC relacionadas con el ámbito educativo, las cuales han obtenido resultados
positivos (Islas-Torres, 2017). Gewerc y
Montero (2006) en su estudio sobre el análisis del proceso de innovación y en
el del diseño de situaciones de enseñanza con TIC que implican innovación para
la escuela (Gewerc y Montero, 2009) encontraron que, los estudiantes mostraron más interés e incrementaron su motivación y aptitudes, como
el esfuerzo o persistencia en la tarea. El uso de las TIC permitió el
aprendizaje por competencias, fomentar la
creatividad, el pensamiento divergente, experiencias de éxito,
desarrollar aprendizaje autónomo, así como adaptabilidad a los diferentes
ritmos de aprendizaje (Lorenzo y Silva, 2011).
CONCLUSIONES
Las tecnologías de la información y de la comunicación (TIC) se han convertido en una parte
importante de la vida diaria de las personas. Por ello, los estudiantes de la
Facultad de Medicina de Tampico “Dr. Alberto
Romo Caballero” de la Universidad Autónoma de Tamaulipas han adoptado a las TIC como una herramienta más en su
proceso de aprendizaje, incorporándolas a su
actividad diaria como un medio de
investigación, para obtener información
científica actualizada.
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