https://doi.org/10.29059/cienciauat.v19i2.1914
Rasgos del docente
universitario asociados a un perfil asesor de emprendimiento
Traits
of university professors associated with an entrepreneurial advisor profile
Perfil de
docentes universitarios en emprendimiento
Daniel
Eduardo Paz-Pérez1*, Ma. Gabriela Mendoza-Hernández2
*Correspondencia:
depaz@itsmante.edu.mx/Fecha de recepción: 2 de mayo de 2024/Fecha de
aceptación: 12 de septiembre de 2024/Fecha de publicación: 20 de septiembre de
2024.
1Tecnológico
Nacional de México, Instituto Tecnológico Superior de El Mante, carretera
Mante-Valles km 7.5, congregación Quintero, Tamaulipas, México, C. P. 89930. 2Universidad
Autónoma de Tamaulipas, Unidad Académica Multidisciplinaria Mante, Ciudad
Mante, Tamaulipas, México, C. P. 89840.
RESUMEN
La extensión
universitaria es una de las funciones sustantivas de las instituciones de
educación superior, ya que permite su vinculación con el entorno económico,
productivo y social mediante la participación activa
del docente. Entre las formas más comunes de vinculación están las incubadoras
de negocios y el asesoramiento de proyectos en eventos de emprendedores y concursos de ciencias, donde se evalúan
las ideas de nuevos productos o servicios y
se acompaña al estudiante en la puesta en marcha del negocio. El objetivo
de esta investigación fue identificar si algunos rasgos del docente
universitario están asociados con su involucramiento
en actividades de emprendimiento. Se
realizó un trabajo exploratorio y transversal apoyado en análisis
estadístico, utilizando regresión logística
binaria en el programa SPSS. Se probó un modelo predictor del
involucramiento de los docentes en las actividades de emprendimiento a partir
de sus conocimientos y labor de investigación. Los docentes que realizaban
investigación científica presentaron 6 veces más probabilidades de involucrarse
en actividades de emprendimiento que quienes no la realizaban; igualmente, se detectó que los docentes que
contaban con conocimientos en temas de emprendimiento tenían 23 veces más
probabilidades de involucrarse en tales actividades
que quienes no contaban con ellos. Se identificó que 14 docentes
respondían a un perfil completo de asesores de emprendimientos y otros 5 tenían
un perfil parcial. Los factores como género, capacitación y el dominio
informático de los docentes no se asociaron con el perfil buscado. Los docentes universitarios que más participaban en
actividades emprendedoras fueron quienes contaban con conocimientos o
experiencia en este campo, por encima de quienes solo realizaban investigación.
Se recomiendan acciones institucionales que favorezcan el desarrollo de las habilidades y capacidades de
emprendimiento en los profesores e investigadores, para fomentar la cultura
educativa empresarial y de innovación que permitan impulsar el crecimiento
económico.
PALABRAS CLAVE:
emprendimiento, conocimientos,
investigación, rasgos, universidad.
ABSTRACT
Higher education outreach programs are one of the
substantive functions of higher education institutions, since they allow
institutions to be engaged with the economic, productive and social context
through the active participation of teachers. Among the most common forms of outreach programs are business incubators and project consulting in entrepreneurial events and science competitions, where ideas for new
products or services are evaluated and the student is guided through the business start-up. The objective of this research was to identify
whether some traits of university teachers are associated with their
involvement in entrepreneurship activities. An exploratory and cross-sectional work was carried out supported by statistical analysis, using binary logistic regression with the SPSS program. A predictive model of
teachers’ involvement in entrepreneurship activities was tested based on their
knowledge and research work. Teachers who conducted scientific research were 6
times more likely to be involved in
entrepreneurship activities than those who did not; likewise, it was found that
teachers who had knowledge of
entrepreneurship were 23 times more likely to be involved in such activities than those who did not have such knowledge. Fourteen teachers were identified as having a complete profile of entrepreneurship consultants and another five had a partial profile.
Factors such as gender, training and computer proficiency of the
teachers were not associated with the
target profile. University professors who
actively participated in entrepreneurial activities were those who had knowledge or experience in this field, above those who only carried out research. Institutional actions that
favor the development of entrepreneurial skills and abilities in professors and
researchers are recommended, to foster an educational culture of entrepreneurship and innovation that may enable economic growth.
KEYWORDS:
entrepreneurship,
knowledge, research, traits, university.
INTRODUCCIÓN
La docencia es el leitmotiv
(motivo central) de las universidades e instituciones de educación superior
(IES) modernas y constituye una de sus tres
funciones sustantivas, junto con la investigación y la extensión. Éstas
se llevan a cabo en forma cotidiana por docentes
que además generan o aplican conocimientos, investigan ciencia,
transfieren tecnología o realizan tutoría y mentoría, consideradas funciones
intrínsecamente relacionadas (Sánchez-García y col., 2017; Castro-Maldonado y
col., 2023). La docencia es la función más estudiada de las tres, razón por la
que es muy reconocida la importancia social del docente; y la investigación es
la función menos desarrollada de todas, según reportó el Ministerio de Comercio, Industria y Turismo de Colombia
(2014), citado en Rojas y col. (2019) y Barreras-Beltrán y Castillo-Ochoa
(2021).
La extensión es un
elemento transversal en relación a las demás funciones sustantivas de la
universidad, que vincula a ésta con su entorno, algunas de sus actividades
propician el desarrollo local y regional y
traen beneficios económicos a la comunidad (Sanabria-Rangel y col.,
2015; Saldarriaga-Salazar y Guzmán-González, 2018), por lo cual, resulta ser un
espacio idóneo para identificar las actitudes emprendedoras de los estudiantes
por medio de programas educativos que
impulsan y materializan las ideas de negocios (Cardona-Arbeláez y col.,
2017; Martínez-Garcés y col., 2021). Una buena práctica de los docentes para
impulsar estas actitudes es identificar los proyectos con potencial emprendedor
y direccionarlos a los servicios de acompañamiento
de la institución, como las incubadoras o los centros de apoyo al
emprendimiento, los cuales están entre los mecanismos más usuales de extensión en
Latinoamérica (Orozco-Triana y col., 2016; Guatemala-Mariano y
Echeverría-Fuentes, 2022).
Respecto a la
enseñanza del emprendimiento, Saldarriaga-Salazar
y Guzmán-González (2018) estudiaron los métodos más usuales y
encontraron que en muchos países se utiliza más un modelo de negocios que un
modelo de enseñanza de emprendimiento formal, coincidiendo con Sanabria-Rangel y col. (2015: 123), de que en muchas
instituciones se concede mayor importancia a la creación del negocio que a la
formación del emprendedor, lo que puede dificultar los primeros años de vida de
las nuevas empresas. Son muchos los aspectos que la literatura recoge sobre el
perfil del emprendedor, a quien se le concibe
como “aquel que corre riesgos en el comercio, sin tener certeza de éxito” (Cantillón, 1997,
citado por Aguirre-González, 2017); sin embargo, Rojas y col. (2019) señalaron
que, la literatura es escasa en la búsqueda del perfil del docente
universitario formador de emprendedores.
Un ecosistema
emprendedor puede considerarse como una comunidad donde interactúan personas,
recursos y procesos que posibilitan el nacimiento de un negocio, en el que es vital el soporte de quienes participan en la enseñanza de las competencias emprendedoras
(Isenberg, 2011, citado por Bóveda y col., 2015;
Sarabia-Huerta y Delhumeau-Rivera, 2019). Este
ecosistema involucra a distintos actores, como el emprendedor mismo, la institución y sus docentes, asesores y
especialistas externos, empresarios y redes de contacto (Orozco-Triana y col.,
2016; Ács y col.,
2020); un ecosistema emprendedor moderno
se basa en la colaboración, apoyándose en programas de formación,
incubación y aceleración de empresas, que permiten una polinización más diversa y creativa (Trujillo, 2019).
En opinión de
Monsalve-Serrano (2013) una persona puede
transitar con su proyecto emprendedor
en forma aislada o acompañado de otros individuos, o bien con la ayuda
de un asesor; esto último coincide con Orozco-Triana y col. (2016), quienes
plantearon que, para que el proceso de
incubación sea eficiente, el emprendedor debe ser acompañado por un docente asesor que le ayude a formular o mejorar su plan de negocios, como también sugieren Cristancho-Triana y col. (2021).
Un asesor de negocios es una persona que posee “un perfil profesional altamente
calificado, que comprende conocimientos técnicos, habilidades y experiencia
relacionadas con emprendimientos” y ofrece su asesoramiento para la puesta en
marcha de nuevos negocios (Quiñones-Herrera y Díaz-Pérez, 2021); en este texto
se ha optado por usar indistintamente asesor
de negocios o asesor de emprendimientos.
Es
común que los docentes con más experiencia participen en las incubadoras y
consultoras cuando ya han recibido la capacitación necesaria, ya que la
asesoría en emprendimiento puede ser vista como un reto importante por docentes
jóvenes o inexpertos. Gutiérrez-Rodríguez y col. (2016) y Orozco-Triana y col.
(2016) sugieren que, las aceleradoras de
incubación se apoyen también en empresarios
locales y en estudiantes avanzados, para visibilizar sus servicios y
ofrecer al usuario espacios y redes de contactos que posibiliten la germinación de su idea de negocio.
Los proyectos de
negocios acompañados tienen mayores oportunidades de éxito si se basan en la
innovación, además de que se puede potenciar su creación si se apoyan en las
tecnologías de la información y la comunicación (TIC), por lo cual es deseable
que los asesores tengan experiencia en ellas y puedan compartirla con el
emprendedor (Cardona-Arbeláez y col., 2017).
Toda
la información que reciben los futuros emprendedores
para la creación de su negocio debe ser validada por un experto, por lo
que este actor principal del ecosistema
emprendedor debe trabajar con excelencia, sugieren Bóveda y col. (2015). Los asesores de emprendimientos deben ser
personas especializadas en alguna área del conocimiento para evaluar las propuestas del emprendedor y es deseable que
conozcan de otras disciplinas y que tengan experiencia en la industria o el
mercado (Baca-Urbina, 2013).
Varios
autores han buscado identificar algunos rasgos de los asesores en
emprendimiento. Pertuz-Peralta y col. (2016) definen a los asesores como
facilitadores y comunicadores, con capacidad de enseñar, adaptabilidad y
empatía, responsables, respetuosos, motivadores e innovadores; para
Sánchez-García y col. (2017) el asesor es un multiplicador de ideas y
facilitador de conocimientos, pero debe contar con experiencia y educación en
temas de emprendimiento. El docente consultor también debe saber trabajar en equipos
interdisciplinarios, afirman Guatemala-Mariano y Echeverría-Fuentes (2022).
Del-Solar (2010), citado por Rojas y col. (2019), establece que el conocimiento
es un componente del perfil del docente que
forma emprendedores, ya que las experiencias aprendidas le permiten ayudar al estudiante a desarrollar un aprendizaje
significativo.
También
Cardona-Arbeláez y col. (2017) propusieron una serie de competencias para
motivar el espíritu emprendedor desde la academia: competencias interpersonales
(saber) como la comunicación, el trabajo en
equipo y el manejo del tiempo;
competencias instrumentales (saber ser) como la planificación, el
conocimiento del mercado y las habilidades informáticas, y competencias
sistémicas (saber hacer) como la gestión del
talento humano y la adaptación al cambio. En el mismo tenor, Almagro-Gavira y Manzano-Soto (2017), en su reseña de un programa dirigido al emprendimiento
universitario en España, valoraron otras habilidades del asesor de
emprendimientos: el compromiso para transformar la idea en un negocio, la
capacidad de gestión, la facilidad para obtener fondos para el proyecto y la
experiencia trabajando en asociación con
otros. A su vez, Monsalve-Serrano
(2013) planteó que el asesor debe
auxiliar al emprendedor a aterrizar su idea ajustando los tiempos y
gestionando los recursos necesarios, para lo
cual puede ser muy útil la experiencia
en investigación, explotando la creatividad y el pensamiento lateral.
En los últimos años
hay un especial interés en los recursos humanos universitarios y en sus habilidades (Sanabria-Rangel y col., 2015), dando
como resultado una nueva necesidad de analizarlos y por medio de ello,
identificar su potencial.
El objetivo de este
estudio fue identificar si algunos rasgos del docente universitario están
asociados con su involucramiento en actividades de emprendimiento.
MATERIALES Y MÉTODOS
El
presente trabajo fue de tipo exploratorio y transversal, apoyado en análisis
estadístico. La investigación se llevó a cabo en el periodo de junio a
diciembre de 2023, en el Instituto Tecnológico
Superior El Mante (ITS El Mante), uno de
los 122 campus descentralizados del Tecnológico Nacional de México (TecNM), que
en el año 2020 presentaba una población estudiantil de 1 001 jóvenes
(Chávez-Sáenz y Norzagaray-Gamez, 2023). Ciudad
Mante, ubicada en el sur de Tamaulipas, México, tiene una población
universitaria de aproximadamente 4 000 alumnos distribuidos en 2 IES
públicas y 6 privadas.
Variables
e instrumento
Se
establecieron cinco posibles detonantes (variables) del
involucramiento de los docentes en
actividades de emprendimiento: género, conocimientos sobre emprendimiento, investigación,
capacitación y dominio informático. Se diseñó un instrumento de investigación
conteniendo una sección para recoger las características de los docentes incluyendo
el género como variable 1, además de 7 preguntas sobre la edad, profesión,
universidad de origen, academia a la que pertenecen, antigüedad, nivel de
estudios y reconocimientos. Y 5 preguntas abiertas para conocer sus opiniones
sobre motivación, competencia y práctica docente. El instrumento fue aplicado en una prueba piloto a 10
docentes de todas las carreras en el ITS El Mante que aceptaron participar
voluntariamente; para su validación se consultó a 3 investigadores de 2 universidades locales con experiencia en investigación social, quienes
sugirieron eliminar las preguntas abiertas a fin de acotar el instrumento al
tema de emprendimiento, solo con el
enfoque cuantitativo, ya que las respuestas recabadas en esta etapa no eran
concluyentes; también, propusieron eliminar las preguntas respecto a la edad,
profesión y universidad de origen (quedando 5 preguntas), que se consideraron
no relevantes para el propósito,
conforme a la literatura.
El instrumento final
contenía 5 variables correspondientes a 5
dimensiones y 23 ítems. El género del
docente (variable 1: 2 ítems), que estaba incluida en la primera
sección. La segunda sección contenía 21 ítems
para recoger la experiencia del docente en los temas de conocimientos sobre emprendimiento (variable 2: 4 ítems), que
considera si ha estado en contacto con emprendedores o si ha recibido
instrucción en el tema, incluso otorgado instrucción como impartir cátedra o
tomar un curso; experiencia en investigación
científica (variable 3: 4 ítems), con productos tales como antologías,
artículos científicos, tesis y proyectos de investigación; experiencia en capacitación (variable 4: 6 ítems), tanto dentro
como fuera de su institución educativa,
considerando si cuenta con certificaciones para impartir capacitación;
nivel de dominio de software informático
(variable 5: 7 ítems), entendiendo que una computadora personal es una
herramienta necesaria en la docencia.
Finalmente, se agregó la variable 6 de respuesta (con 5 ítems), donde se
propuso un perfil de asesor de emprendimientos basado en el involucramiento que tiene el docente en tales actividades
(Tabla 1).
Para las variables
predictoras 2, 3 y 4, así como para la variable de respuesta, se propuso una
escala dicotómica donde 0 es el valor si el
docente refiere “No” como respuesta a todas las preguntas que
corresponden a la dimensión evaluada, y 1 es el valor si cualquiera de ellas fue respondida con “Sí”,
es decir, que no se sumaron las respuestas sino que responder “Sí” a cualquiera
de ellas generó un valor de 1 en la variable. La variable 5, Dominio de software informático, fue codificada en
escala ordinal de 5 niveles, ya que el docente evaluó su nivel de dominio de
cada tipo de software con valores de 1 = nulo, 2 = insuficiente, 3 =
suficiente, 4 = moderado y 5 = completo, por
lo que se utilizó el promedio de las 6 categorías, para codificar como insuficiente a los promedios
< 3 y como suficiente para los promedios > 3 (Tabla 1).
Población
y muestra
La
población de estudio la conformó la totalidad del personal académico de tiempo
completo del campus (42 docentes). Se excluyeron 5 profesores que solo
impartían actividades extraescolares como deportes, música y
pintura, por lo que, de los restantes 37, se seleccionó una muestra aleatoria
simple, con un nivel de confianza del 95 % y un margen de error del 5 %, resultando 34 personas a quienes se pidió contestar el instrumento en forma
auto aplicada en papel.
Procedimiento
Se
construyó una matriz de datos con la información y se introdujo en el programa
para las ciencias sociales (SPSS, por sus siglas en inglés:
Statistical Package for the Social Sciences)
versión 28.
Dado
que la variable de respuesta es categórica, se buscó realizar una regresión
logística binaria, que es una técnica
estadística apropiada para utilizarse cuando las variables son ordinales dicotómicas, en la que los oddratio (OR) calculados representan la probabilidad de
ocurrencia de un evento comparado con la probabilidad de que no ocurra
(Ochoa-Sangrador, 2019; Kappes y Riquelme, 2021).
La metodología de la
regresión logística binaria supone la
existencia de una variable dependiente
dicotómica Y mutuamente excluyente (por ejemplo, hombre o mujer)
y una o más variables cualitativas
independientes x1, x2 ,…xn
(Berea-Baltierra y col., 2014); para comprobar la relación entre las variables
se utilizaron las pruebas Ji cuadrada y Prueba exacta de Fisher.
Prueba
de Ji cuadrada
Se realizó una prueba
de contraste de hipótesis Ji cuadrada a cada una de las variables en estudio; en el caso de las variables capacitación y dominio se esperaba un recuento menor
que 5 en el 50 % de sus casillas, por lo que se complementó el análisis con otra prueba no paramétrica (Ochoa-Sangrador, 2019:
122).
Prueba
exacta de Fisher
Se analizaron los
datos mediante la prueba de Fisher para muestras independientes reducidas. En la comprobación de la asociación de
las variables se encontraron algunos resultados individuales no significativos.
Para realizar la regresión logística binaria se
siguió la sugerencia de Berea-Baltierra y col. (2014) de utilizar todas las variables predictoras
establecidas con la finalidad de estudiar su
comportamiento en el modelo, ya que han sido reportadas en la
literatura.
Una vez probada la
asociación de algunas variables en forma significativa, se construyó un modelo
predictivo para demostrar que los cambios en el comportamiento de las variables independientes x1, x2,
…xn produjeron cambios en la variable de respuesta y. Este
modelo de regresión logística puede expresarse con la fórmula (1):
Donde:
p = es la
probabilidad de que y (variable dependiente)
tome el valor 1 en presencia de las covariables x
b0 =
intercepto o constante de regresión
b1, b2,
b3, bn =
coeficientes de las covariables en el modelo de regresión
x1,
x2, x3, xn = variables cualitativas independientes
Por
tanto, la probabilidad de ocurrencia del evento puede
expresarse con la fórmula (2):
Donde:
p =
probabilidad o riesgo de que ocurra el evento de interés
e =
constante de Euler
y =
distribución normal estandarizada
La
regresión logística binaria no requiere normalidad de los datos, ni igualdad de
varianzas,
pero sí proporcionalidad de los OR o razón
de probabilidad (Dagnino, 2014); tampoco requiere de homocedasticidad,
ni linealidad porque las variables son categóricas, pero sí requiere que no haya multicolinealidad y que se cumpla la
bondad de ajuste si se trata de modelos predictivos (Ortega-Páez y col., 2022). Para verificar el
cumplimiento de los supuestos, en primer término, se obtuvo la
distribución de las frecuencias de las variables
dicotómicas, como se observan en la Tabla 2.
Para encontrar la
influencia entre las variables dicotómicas se realizó un análisis bivariado,
tipo estudio de casos y controles conforme a Ochoa-Sangrador (2019: 46),
mediante una tabla de contingencia 2 x 2, expresada como (3):
donde las filas representan
el resultado de ocurrencia (presente o ausente), en este caso el involucramiento de los docentes en actividades
de emprendimiento, mientras las columnas representan los factores de riesgo o exposición; en la fila superior se encontrarán
los sujetos que se involucran en emprendimiento y en la fila inferior los que
no se involucran, mientras que en las columnas se encontrarán las personas con la característica buscada en el grupo estudiado y las personas
sin tal característica, como hacer investigación (grupo de casos), y no hacer
investigación (grupo de control).
La probabilidad del
resultado de involucramiento de los docentes en las actividades de
emprendimiento, de que ocurra entre el grupo que sí presentan la característica
buscada y el grupo que no presenta tal característica, es igual al resultado de
la ecuación (4), y se le denomina razón de ventajas o razón de OR.
Procesamiento
de
datos
Se utilizó el método
de pasos sucesivos hacia adelante (razón de verosimilitud), con el que se busca
determinar las variables mínimas que expliquen el modelo, en función del
principio de parsimonia (navaja de Ockham) mediante el software SPSS.
Al
realizar la prueba de ómnibus de coeficientes del modelo, la iteración se
detuvo en el segundo paso. El resumen del modelo calculado también arrojó un
logaritmo de verosimilitud de 24.872 en la sexta iteración, con un R cuadrado
de Cox y Snell de 0.473, que es un valor ligeramente aproximado al R cuadrado de Nagelkerke de
0.634, un valor alto del coeficiente de determinación que explica el 63
% del cambio en la variable dependiente y ambos son valores confiables en el
análisis, de acuerdo con Ortega-Páez y col. (2022).
El
procedimiento de regresión adicionó las variables
significativas hasta aumentar el número de
ellas a 2 en el resultado del segundo paso, que fueron conocimientos e
investigación; se comprobó la proporcionalidad de los log-odds
en las variables añadidas al modelo, lo que refleja que los efectos de las
variables predictoras fueron constantes en todas las categorías de la variable
dependiente.
Se realizó la prueba
de bondad de ajuste de Hosmer y Lemeshow,
para comprobar si el modelo propuesto en la
regresión logística binaria podía explicar lo que se observaba. El resultado no debe ser estadísticamente
significativo (Ortega-Páez y col., 2022) y en el modelo calculado se obtuvo un valor de 0.943, el
cual es un buen indicador del ajuste. También se realizó todo el procedimiento
con el método de pasos sucesivos hacia atrás, pero su modelo incluyó otras
variables, que no contribuyeron a explicar mejor la respuesta y se
rechazó el resultado.
RESULTADOS Y DISCUSIÓN
De
los 34 docentes entrevistados, 19 (55.8 %) informaron realizar al menos alguna
de las actividades para estar involucrados en actividades de
emprendimiento: 16 tuvieron un emprendimiento
personal, 10 fueron asesores de proyectos en eventos emprendedores, 7
ayudaron a incubar exitosamente un proyecto y 11 fueron asesores en concursos
de ciencias. También, 21 docentes (el 61.7 % del total) contaban con
conocimiento en temas de emprendimiento: 17
acompañaron a un emprendedor, 15 tomaron algún curso de emprendimiento y
11 impartieron tales cursos. Sobre la variable 3, 23 docentes reportaron hacer
investigación científica: 20 a nivel básico,
11 publicaron artículos en revistas nacionales e internacionales y 4 han dirigido tesis
o proyectos de investigación (Tablas 1 y 2).
Entre
las características sociodemógráficas de la
muestra estudiada, se observó que el género se distribuye equitativamente al 50
%, con una antigüedad laboral media que superaba los 9 años. Más del 85 % de la
plantilla tenía estudios de posgrado y 2
doctores estaban inscritos en el Sistema Nacional de Investigadores (SNI) del Consejo Nacional de Humanidades,
Ciencia y Tecnología (Conahcyt) (Tabla 3).
En
la institución se había creado un Centro de Innovación e
Incubación de Empresas (CIIE) aún sin
registro ante la Secretaría de Economía
federal, en el que al menos 7 docentes habían reportado actividades de asesoría
de negocios.
Mediante
la prueba de Ji cuadrada y la Prueba exacta de Fisher se encontró que, las mismas dos
variables significativas de la regresión logística binaria mantienen la
asociación con la variable dependiente, ya que resultaron menores que el valor
de significancia en el análisis y se puede rechazar la hipótesis nula de
independencia de las variables (Tabla 4).
El género de los
docentes no mostró estar relacionado con su involucramiento en actividades de
emprendimiento, como tampoco la capacitación,
ni el dominio informático, ya que sus
valores en los Intervalos de Confianza al 95 % [IC95 %] incluyen al
cero. La investigación si mostró relación, el 69.5 % del personal que realizaba
esta actividad se involucraba también en actividades de emprendimiento;
mientras que solo 27.2 % del personal que no
la realizaba se involucraba. El análisis
de esta población permitió inferir que, dedicarse a la investigación aumentó 6
veces la probabilidad de los docentes
de involucrarse en actividades de emprendimiento (Tabla 4). Se sabe que
la investigación puede transformar la práctica docente y mejorar la labor del
profesor universitario, ya que le permite estructurar su conocimiento
profesional (Muñoz-Martínez y Garay-Garay, 2015); lo anterior propicia que, un
buen investigador pueda diagnosticar
problemas e identificar soluciones o generar nuevos conocimientos
(Castro-Maldonado y col., 2023), algo que pueden lograr los docentes del ITS El Mante, ya que quienes realizaban
investigación científica o dirigían tesis fueron quienes más se involucraban,
asesorando proyectos emprendedores o
proyectos de innovación para concursos de ciencias.
El conocimiento sobre
emprendimiento mostró asociación con el involucramiento en este tipo de actividad: el 80.9 % de los profesores que tenían conocimiento de temas de emprendimiento
se involucraba cotidianamente en actividades
educativas relacionadas a esta acción, mientras que solo el 15.4 % de
los que no tenían este tipo de conocimiento también
lo hacía; el resultado de la razón de momios sugiere que hay 23 veces
más probabilidad de involucrarse en actividades de emprendimiento si se ha
tomado un curso, acompañado a un emprendedor en un proyecto o impartido una clase sobre el emprendimiento, que si se
desconocen estos temas (Tabla 4).
En la búsqueda del
perfil del asesor en negocios, los resultados de este trabajo concuerdan
parcialmente con la propuesta de Pertuz-Peralta
y col. (2016), quienes consideraron como rasgos del docente que asesora
a emprendedores, sus conocimientos y
habilidades, y encontraron que los docentes que realizaban esta labor tenían muy alto nivel de conocimiento sobre el tema de emprendimiento (p. 43). De
igual forma, coinciden con Bóveda y col. (2015), quienes señalaron que el
asesor de emprendimientos debe contar con conocimientos especializados en
diversas disciplinas y tener experiencia para asesorar a empresas u otros
emprendedores.
El uso de las TIC
juega un papel crucial en los emprendimientos, ya que las nuevas modalidades de
negocios como el e-branding y el e-commerce, por
citar algunos, requieren del dominio de
herramientas tecnológicas que puede brindar un asesor actualizado en el
mundo digital (Cardona-Arbeláez y col., 2017; Castro-Maldonado y col., 2023);
además, se ha encontrado que el dominio de software de análisis de datos
permite incrementar la productividad académica en investigación
(Barreras-Beltrán y Castillo-Ochoa, 2021), por ello, resulta interesante que la
variable dominio informático no haya resultado significativa en el análisis, lo cual podría significar que las actividades
emprendedoras en las que se involucran los docentes de esta institución no
requieren del uso cotidiano de TIC sino de otras herramientas de mayor utilidad en las cinco carreras de ingeniería que se imparten en
ella.
A
partir de los resultados de este trabajo se obtuvo la ecuación de
regresión logística para el perfil asesor de emprendimientos en la institución,
que puede ser expresada como (5):
Comprobación
Con la ecuación
anterior, se puede calcular la probabilidad de involucramiento de un docente
que nunca ha emprendido un proyecto, ni ha tomado cursos del tema, ni ha
impartido materias, y tampoco ha publicado ningún artículo académico,
utilizando la codificación dicotómica; ya que la variable dependiente es
categórica, Y = 0 denota ausencia de involucramiento y Y = 1 confirma la presencia del
mismo.
De igual forma, se
puede obtener la probabilidad de involucramiento de un docente que, sí tiene
los conocimientos sobre el emprendimiento y que también realiza investigación
científica.
Si un docente
solamente realiza investigación pero no tiene
conocimientos sobre emprendimiento, la probabilidad de involucrarse sería:
Por último, la
probabilidad de involucramiento de un docente que solo tiene conocimientos
sobre emprendimiento pero no realiza investigación
científica estaría dada por:
La tabla de valores
pronosticados por SPSS arrojó que un 82.4 % del total de 34 docentes de la
institución fueron clasificados correctamente, con un valor de corte de 0.500;
también se obtuvieron los valores de especificidad moderada de 73.7 % y de
sensibilidad alta de 93.3 % del modelo predictivo, acordes con Ortega-Páez y
col. (2022).
De la muestra total de
34 entrevistados (Figura 1), 19 se involucraban en actividades de
emprendimiento, y de ellos, 14 docentes tuvieron un perfil completo de asesor
de negocios, ya que poseían conocimientos de emprendimiento y también
realizaban investigación (el área que cubren los 3 círculos), y 5 contaban con
un perfil parcial, ya que 3 tenían conocimientos, pero no investigaban y 2
realizaban investigación, pero no tenían los conocimientos. De los 15 docentes
que no se involucraban en actividades de emprendimiento, 4 tenían conocimientos
y 7 hacían investigación, mientras que 4 docentes no tenían conocimientos, ni
realizaban investigación (el área fuera de los círculos).
De los 13 docentes que
no tenían conocimientos de emprendimiento, 9 hacían investigación, pero solo 2
se involucraban en emprendimiento (el área morada del círculo Investigación), y
7 no intervenían (el área azul del círculo Investigación); De los 11 docentes
que no realizaban investigación, 7 si tenían
conocimientos en el tema, pero solo 3 se involucraban en emprendimiento
(el área morada del círculo Conocimientos) y
4 no intervenían (el área amarilla del círculo Conocimientos).
Almagro-Gavira y Manzano-Soto (2021) reportaron que, la
inexperiencia y falta de conocimiento en temas de emprendimiento, en particular
en el área de administración de empresas, son las principales barreras que los
nuevos emprendedores señalan como inhibidores por los cuales abandonan sus
proyectos; por ello, es deseable que sean los docentes con mayor experiencia en
esas áreas, quienes acompañen a los estudiantes universitarios en sus
proyectos de emprendimiento, incluso se pueden requerir habilidades esenciales
para formar parte de un centro de apoyo o incubadora de negocios. Para
Quiñones-Herrera y Díaz-Pérez (2021) un asesor de negocios efectivo debe tener
los conocimientos y la experiencia relacionadas con el fenómeno del
emprendimiento, porque le permitirán tener mejor impacto en su ejercicio
profesional; así que el resultado encontrado en la dimensión conocimientos
confirma lo anterior, ya que 21 de 34 docentes del ITS El Mante que contaban con experiencia en contenidos
relacionados con emprendimiento, han acompañado a un amigo o familiar en un
proyecto emprendedor y/o han emprendido ellos mismos alguna vez, y esta
fortaleza les permite involucrarse con seguridad en actividades relacionadas
con el desarrollo de nuevos negocios, poniendo sus conocimientos a disposición
de los estudiantes. Aunque el 80.9 % (17) de los que conocen estos temas
participaron en emprendimiento, al menos el 84.6 % (11) de los que no conocen
no habían intervenido y, de ellos (Tabla 4),
dos terceras partes (7 de 11) sí han realizado investigación cotidiana (Figura 1). Para garantizar que se
involucren en la educación emprendedora,
en algunos países se promueven esquemas de formadores en emprendimiento
(Sanabria-Rangel y col., 2015); en el mismo tenor, Guatemala-Mariano y
Echeverría-Fuentes (2022) sugieren que las IES deben vigilar la actualización
de los docentes en los conocimientos y enseñanza del emprendimiento.
De
igual forma, Monsalve-Serrano (2013) resaltó la experiencia previa y la
habilidad en investigación como rasgos importantes del asesor en
emprendimiento, por lo que el resultado encontrado en la dimensión
investigación es congruente con la literatura referida, puesto que 23 de 34
docentes del ITS El Mante realizaban cotidianamente investigación científica,
lo que les permite enfrentar el trabajo de asesoría de una forma más adecuada,
basándose en evidencias sólidas comprobadas por la ciencia. A pesar de que un perfil investigador
resalta las habilidades multidimensionales de la persona (Castro-Maldonado y
col., 2023), no todos los docentes están interesados en realizar actividades
emprendedoras, ya que se encontró que
el 30.4 % (7) de los que hacían investigación no se involucraban en las
actividades emprendedoras, como tampoco el
72.7 % (8) de los que no realizaban investigación (Tabla 4), de los cuales, la mitad (4 de 8) sí conocían sobre temas
de emprendimiento (Figura 1).
Las
IES deben establecer estrategias que impulsen a los docentes con las características de
emprendedores para convertirse en asesores
de negocios, por ejemplo implementando planes
de desarrollo profesional que fortalezcan su
crecimiento académico en innovación y emprendimiento. Guatemala-Mariano
y Echeverría-Fuentes (2022: 59) sugieren que los docentes sean apoyados para
obtener capacitación profesional y certificaciones en temas necesarios como
finanzas para emprendedores, design thinking (pensamiento de diseño), y el uso de
herramientas como Lean Canvas, Business Model Canvas y Lean Startup, y señalan que la creación de premios podría
animarles a asesorar proyectos de emprendimiento;
también Sánchez-García y col. (2017) propusieron la formación del
profesorado en metodologías de la innovación para una mayor efectividad en su
función de asesores.
Una fortaleza del
presente trabajo es que el modelo propuesto fue calibrado con el test Hosmer y Lemeshow y además no presenta sobresaturación, ya que
el número de observaciones por predictor está en el rango sugerido de acuerdo a
Núñez y col. (2011) (entre 10 y 15 para la regresión logística), por lo que
podría replicarse en una población diferente.
Aunque el tamaño muestral utilizado es pequeño, resulta aceptable porque
se corresponde con los objetivos de investigación y con el análisis realizado, como afirman Ortega-Calvo y Cayuela-Domínguez (2002), ya que se reportan 19 eventos de interés y 2 variables
en el modelo final ajustado (19/2= 9.5, que es un valor cercano a las 10
observaciones); sin embargo, queda pendiente la evaluación de la validez
externa del modelo con una muestra mayor.
También se consideró como limitación la
utilización exclusiva de variables categóricas, ya que se ha reportado que
producen estimaciones ineficientes y
sesgadas.
CONCLUSIONES
El involucramiento de
los docentes en actividades de emprendimiento
se pudo predecir a partir de sus
conocimientos en el tema y su labor de
investigación, toda vez que, en esta investigación, los 19 docentes del ITS El Mante que más participaban en
actividades emprendedoras, fueron quienes presentaban una u otra
característica; de ellos, 14 docentes tenían un perfil completo de asesores de emprendimientos y 5 solo un
perfil parcial. El género, la capacitación y el dominio informático no se
encontraron asociados con este involucramiento. Estos resultados sugieren que, las instituciones que deseen
formar generaciones con capacidad emprendedora deben favorecer el
desarrollo de ambas habilidades en la plantilla docente. Es factible que otros factores también podrían estar
relacionados con el perfil buscado, por lo que es conveniente evaluar la
validez externa del modelo utilizando otras variables
en muestras más grandes para identificar un perfil de asesor en
emprendimientos más completo. Este tipo de estudios contribuiría a la
generación de conocimiento en el campo del
emprendimiento y el análisis del factor humano dentro de las
organizaciones.
DECLARACIÓN DE CONFLICTO DE INTERESES
Los
autores declararon no tener conflictos de intereses de ningún tipo.
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