Efecto de la sustitución de grasa de fritura por aceite vegetal y
concentración energética en dietas para la producción de pollos de engorde
Effect of frying fat substitution by vegetable oil and energy concentration
on diets for productive performance of broilers
Héctor Manuel Orduña-Hernández1, Jaime Salinas-Chavira1*,
Martin Francisco Montaño-Gómez2, Fidel Infante-Rodríguez1,
Olga Maritza Manríquez-Núñez2, María de la Luz Vázquez-Sauceda1,
Rolando Yado-Puente1
*Autor para
correspondencia:jsalinas@uat.edu.mx/ Fecha de recepción: 07 de abril de 2015/
Fecha de aceptación: 28 de agosto de 2015
1Universidad
Autónoma de Tamaulipas. Facultad de Medicina Veterinaria y Zootecnia, km 5
carretera Ciudad Victoria a Ciudad Mante, Ciudad Victoria, Tamaulipas, México,
C.P. 87000. 2Universidad Autónoma de Baja California. Instituto de
Investigaciones en Ciencias Veterinarias, km 3.5 carretera San Felipe, Fracc.
Campestre, Mexicali, Baja California, México, C.P. 21386.
RESUMEN
En la dieta de pollos de
engorde se adicionan lípidos para mejorar su eficiencia productiva,
generalmente grasa de fritura (GF), reciclada de restaurantes,
por tener menor costo que el aceite vegetal (AV). El objetivo de este
trabajo fue evaluar el efecto de la sustitución de GF por AV en dietas estándar
(DEE) y dietas altas en energía (DAE) sobre el comportamiento
productivo de pollos de engorde. Se alimentó durante 42 d a 200
pollos mixtos ROSS, de un día de edad y peso promedio de 37.2 g ± 0.89 g.
El estudio se realizó en dos fases de 21 d: inicio y acabado. Se usó un
diseño experimental al azar con arreglo factorial 2 x 2 con la fuente de
lípidos (GF y AV), la concentración de energía (DEE y DAE) y su
interacción como efectos principales. La energía metabolizable en la fase de
inicio fue 2
994 kcal/kg y 3 013 kcal/kg, y en la fase de acabado fue 3 081 kcal/kg y 3 111 kcal/kg en DEE y
DAE, respectivamente. La fuente de lípidos no influyó (P > 0.05) sobre
las variables de estudio. En la fase de inicio, los pollos alimentados con la
DAE ganaron más peso y mostraron mejor conversión alimenticia (P < 0.05) que
los pollos en la DEE, aunque el consumo de alimento fue similar (P >
0.05). En la fase de acabado, los pollos alimentados con la DAE
ganaron más peso (P < 0.05) y consumieron más alimento (P < 0.05) que los pollos alimentados con la
DEE. No se observó efecto de la concentración de energía sobre la conversión
alimenticia (P > 0.05). Se concluyó que la fuente de lípidos no influyó en
los parámetros productivos, pero el incremento en concentración energética
mejoró significativamente el comportamiento productivo de los pollos de
engorde.
PALABRAS
CLAVE: fuente de lípidos; concentración energética; pollos de
engorde; comportamiento productivo.
ABSTRACT
Lipids
are often added to the diet of broilers in order to improve their
productive efficiency. The most widely used variety of lipids is frying
fat (FF), usually recycled from restaurants, as its cost is lower than that of
vegetable oil (VO). The aim of this study was to evaluate the effect of FF substitution
by VO in standard (SED) and high energy (HED) diets on broiler’s growth
performance. To that aim, a total of 200 one-day-old mixed ROSS broilers
(37.2 g ± 0.89 g) were fed during 42 d with two phases (starting and finishing)
of 21 d each. The experimental design in each phase was completely randomized
with 4 treatments with 2 x 2 factorial arrangement with the lipid source (FF
and VO), the energy levels (SED and HED), and their interaction as main
effects. The metabolizable energy (ME) in the starting phase was 2 994 kcal/kg
and 3013 kcal/kg, and in the finishing phase was 3 081 kcal/kg and 3 111 kcal
/kg in SED and HED, respectively. The lipid source (VO vs FF) did not influence
(P > 0.05) on the studied variables. In the starting phase, broilers fed
with the HED gained more weight and showed better feed conversion (P < 0.05)
than birds in SED, while feed intake was similar (P > 0.05) among broilers
in two diets. For the finishing phase, broilers fed with the HED gained more
body weight (P < 0.05) with higher feed intake (P < 0.05) than birds fed
with the SED; no effect of energy concentration on feed conversion (P > 0.
05) was observed. It was concluded that lipid source did not influence on
productive parameters, but the increase in energy concentration significantly
improved the productive performance of broilers.
KEYWORDS: source of lipids; energy
concentration; broilers, growth performance.
INTRODUCCIÓN
Históricamente, la carne
de pollo de engorde ha sido una importante fuente de proteína animal disponible
para los consumidores. Las familias de ingresos bajo y medio prefieren
“carne oscura” (cuartos traseros de la canal del pollo); mientras que los
consumidores con mayores ingresos prefieren consumir cortes de “carne blanca”
(pechuga) y otros productos de pollo con valor agregado (Branson y
Hernández, 2012). En México, en el año 2014, el consumo anual per capita de
carne de pollo fue de 29.3 kg. La avicultura ocupa un importante lugar en la
economía nacional, ya que participó con 63 % de la producción pecuaria en el
país: 33.5 % fue aportado por el pollo, cerca del 29 % por producción de huevo
y 0.1 % por pavo (UNA, 2015). Se estima que el costo de alimentación, más el
costo del pollito, representan aproximadamente el 90 % del costo de producción
de pollo de engorde (Wright, 2013; UNA, 2015). Debido a esto, las mejoras en
eficiencia alimenticia impactan directamente en el costo total de
producción de los pollos de engorde.
Una forma de hacer más
eficiente la producción de pollo de engorde, es la incorporación de diferentes
fuentes energéticas en la dieta. La energía es principalmente aportada por los
carbohidratos de los granos de cereales, pero estos no cubren los
requerimientos de energía metabolizable (EM), necesaria para expresar el potencial
genético en crecimiento (NRC, 1994). Por esta razón, se requiere la inclusión
de ingredientes con alta concentración calórica, como los lípidos, los cuales
pueden ser en forma de grasa animal, aceite vegetal o una mezcla de ambos. Se
ha establecido que el aceite de soya permitió expresar un mayor potencial
genético en pollos de engorde, en comparación con aquellos alimentados con
grasa animal en su dieta; esto se atribuyó a la mayor concentración de ácidos
grasos insaturados y menor contenido de ácidos grasos libres en el aceite de
soya, lo cual favoreció la digestión y el metabolismo en las aves
(Itzá-Ortiz y col., 2008). Se considera que la mayor concentración de
ácidos esenciales linoleico y linolénico en aceite de soya mejora el
crecimiento.
La principal fuente de
grasa animal en dietas para animales es el sebo de bovino, este es un
subproducto derivado de vísceras y carne no consumidas por el humano. Esta
grasa tiene alto punto de fusión (> 40 °C), bajo contenido de humedad, impurezas (< 1.5 %) y ácidos
grasos libres, en comparación con otras grasas (Plascencia y col., 2005).
La grasa de fritura,
también llamada grasa amarilla, es una mezcla de aceites de origen
vegetal, que han sido utilizados en restaurantes de comida rápida para el
freído de alimentos por tiempos prolongados y a elevadas temperaturas, por lo
que tienden a la rancidez (oxidación), altos niveles de ácidos grasos libres y
pueden tener arriba de 6 % a 7 % de acidez (Díaz, 2012). Estos aceites son
colectados en los restaurantes, sometidos a un proceso de filtración para
eliminar la presencia de sólidos y pueden ser adicionados con preservativos y
antioxidantes. Es importante considerar que durante el freído, los ácidos
grasos de los lípidos interaccionan con el oxígeno formando peróxidos y
radicales libres (Billek, 2000). Para retardar este deterioro se adicionan
a los aceites antioxidantes como el butilhidroxianisol (BHA) y
butilhidroxitolueno (BHT). Sin embargo, se debe tener en cuenta que estos
compuestos no son eficaces cuando los lípidos ya están oxidados y que
adicionados en exceso pueden tener efecto tóxico (hemólisis) en animales
(Jayalakshmi y Sharma, 1986; Kahl y Kappus, 1993).
Por otra parte, las
grasas altamente oxidadas pue-den reducir la digestibilidad del alimento
destinado a los animales, así como el nivel de consumo de alimento y la
eficiencia alimenticia (Vázquez-Añón y Jenkins, 2007; Vázquez-Añón y col.,
2008).
Los aceites vegetales y
las grasas animales, además de ser fuentes significantes de energía, tienen
otras importantes funciones vitales, como ser constituyentes de estructuras
celulares y contribuir como vehículo para absorción de vitaminas liposolubles y
minerales (Lamela, 2005). Un aspecto importante para tener éxito en la
formulación de raciones para pollos de engorde, es el conocimiento de la concentración
energética de diferentes fuentes de lípidos, permitiendo aportar suficiente
energía para que las aves expresen su potencial genético en un mejor
comportamiento productivo (Mack, 2005). El objetivo de este estudio fue
investigar el efecto de la sustitución de grasa de fritura por aceite vegetal y
la concentración de energía en dietas, sobre el comportamiento productivo de
pollos de engorde.
MATERIALES Y
MÉTODOS
Descripción de área de
estudio
El presente estudio se
llevó a cabo en la Facultad de Medicina Veterinaria y Zootecnia, de la
Universidad Autónoma de Tamaulipas, ubicada en Ciudad Victoria, Tamaulipas, en
el noreste de México. El área está ubicada en 23°44′06″ N y 97°09′50″ O, a 340 msnm. La
precipitación promedio anual es de 900 mm, y la temperatura promedio es de 25
°C. Estas características climáticas son típicas para el trópico seco.
Animales y manejo
Un total de 200 pollos
ROSS mixtos, de un día de edad (37.2 g ± 0.89 g), fueron distribuidos al azar
en cuatro tratamientos experimentales. Cada tratamiento fue replicado
cinco veces; la unidad experimental fue la jaula con 10 pollitos en cada una.
Los pollos, a lo largo de la prueba, se alojaron en jaulas sobre piso de
hormigón con cama de viruta de madera. Los animales tenían libre acceso a agua
y alimento durante todo el periodo experimental. Únicamente los primeros tres
días de edad el agua de bebida contenía antibiótico. Se registró el peso vivo y
el consumo de alimento de los pollos cada 7 d; estos registros fueron por
jaula. El alimento consumido se determinó considerando al alimento
ofrecido, menos el alimento que quedó en comedero al final de los 7 d.
Los registros siempre se
tomaron a la misma hora del día. La conversión alimenticia se estimó dividiendo
el alimento consumido, entre la ganancia de peso. Estos datos se usaron
para cada fase alimenticia y para el global de la prueba. Las aves fueron
vacunadas contra viruela por punción en el ala; contra Newcastle y
hepatitis con cuerpos de inclusión emulsionados y aplicados por vía subcutánea
en el día 18 de la prueba; los pollos fueron criados de manera similar a
lo convencionalmente utilizado por los productores comerciales de pollos de
engorde en la localidad.
Manejo alimenticio y
dietas
Fueron usadas dos fases
de alimentación: la primera fue la fase de iniciación (1 d a 21 d de edad)
y la segunda fue la fase de acabado (22 d a 42 d de edad). En cada fase de
alimentación hubo un total de cuatro tratamientos experimentales, con la
combinación de dos fuentes de lípidos (aceite vegetal y grasa de fritura) y dos
concentraciones de energía (estándar y de alta energía). Los cuatro
tratamientos fueron los siguientes: dieta con aceite vegetal y alta energía
(T1); dieta con grasa de fritura y alta energía (T2); dieta con aceite vegetal
y energía estándar (T3); dieta con grasa de fritura y energía estándar (T4). En
la fase de iniciación, la concentración de EM fue 2 994 kcal/kg y 3 013 kcal/kg
en las dietas estándar y de alta energía, respectivamente. En la fase de
acabado, la concentración de EM fue 3 081 kcal/kg y 3 111 kcal/kg en las dietas
estándar y de alta energía, respectivamente. Las dietas se formularon siguiendo
las recomendaciones descritas en las tablas de NRC (1994), para pollos de
engorde, respectivamente para las fases de iniciación y de acabado. No se
incorporaron antibióticos en la formulación, como agentes preventivos de
enfermedades que retrasan el crecimiento de las aves, debido al riesgo
reconocido de permitir el desarrollo de cepas microbianas resistentes que
pueden inducir enfermedades en seres humanos (Monroy-Torres y col., 2015). Las
dietas de iniciación y acabado se ofrecieron en forma de harina; su formulación
de ingredientes y análisis calculado de nutrientes se muestran en la Tabla 1.
Análisis estadísticos
Las variables estudiadas
fueron: promedio de ganancia de peso vivo, promedio de consumo de alimento y
conversión alimenticia (consumo/ganancia); estas variables se analizaron
estadísticamente en cada fase de alimentación, es decir, iniciación (1 d a 21
d), acabado (22 d a 42.d) y total de la prueba (1 d a 42 d). El análisis de
varianza se realizó en un diseño completamente al azar con arreglo factorial 2
x 2. No se observó efecto (P > 0.05) en la interacción entre la fuente de lípidos y concentración
energética de la dieta, y por lo tanto solo los efectos principales son
estudiados. En todos los casos se consideró significancia a nivel de 0.05. Los
análisis estadísticos se realizaron en el paquete estadístico SAS.
RESULTADOS
Los resultados del
rendimiento productivo de los pollos de engorde en este estudio se
muestran en la Tabla 2. No se observó efecto significativo (P > 0.05) en la
interacción de la fuente de lípidos y concentración de energía en la dieta. Se
tuvo un 3 % de mortalidad en el total del estudio, para todos los tratamientos;
de los cuales, el 2 % fue en la dieta con aceite vegetal y alta energía, y el 1
% para la dieta con grasa de fritura y energía estándar. La dieta con grasa de
fritura y alta energía, así como la dieta con aceite vegetal y energía
estándar, no tuvieron mortalidad. La distribución de la mortalidad no se puede
atribuir a un efecto del tratamiento, debido al bajo índice de mortalidad que
se presentó en el estudio.
Efecto de la
concentración energética de la dieta
En la fase de inicio, los
pollos alimentados con dietas de alta energía ganaron más peso y mostraron
mejor conversión alimenticia (P < 0.01), que las aves alimentadas con la
dieta de energía estándar, aunque el consumo de alimento fue similar
(P > 0.05) entre las
aves de las dos dietas (energía alta y estándar). En la fase de acabado, los
pollos alimentados con las dietas de alta energía ganaron más peso corporal
(P < 0.05) y mostraron
mayor consumo de alimento (P < 0.05) que las aves que se alimentan con la dieta de energía estándar,
aunque la conversión alimenticia fue similar (P > 0.05) entre las aves de las dos dietas. En el
periodo total de alimentación, los pollos alimentados con dietas de alta
energía ganaron más peso y mostraron mejor conversión alimenticia (P < 0.01), que las aves
que se alimentaron con dietas de energía estándar, aunque el consumo de
alimento fue similar (P > 0.05), entre las aves de las dos dietas.
Efecto de la fuente de
lípidos en la dieta
No se observó efecto (P > 0.05) de la fuente de lípido (aceite vegetal o
grasa de fritura), sobre el consumo de alimento, la ganancia de peso o
la conversión alimenticia, en las fases de inicio, acabado o periodo total
de alimentación de los pollos.
DISCUSIÓN
Efecto de la
concentración energética de la dieta
En los resultados de esta
investigación, se observó un rendimiento favorable en el crecimiento de los
pollos de engorde, alimentados con dietas de alta energía, durante las fases de
inicio y acabado, la cual fue proporcionada por aceite vegetal (T1), o grasa de
fritura (T2); pero fue desfavorable para los T3 (aceite vegetal) y T4 (grasa de
fritura), que contenían un nivel de energía estándar. El efecto sobre la
ganancia de peso fue evidente a 21 d de edad y sucesivamente hasta la edad de
42 d. No hubo influencia observable de la dieta en el consumo de alimento de
las aves en fase de inicio, sin embargo, en la fase de acabado las aves
alimentadas con dietas de baja energía tuvieron menor consumo de alimento. Las
aves alimentadas con dietas de alta energía mostraron mejor conversión
alimenticia en la fase de inicio, comparadas con las aves alimentadas con
dietas de energía estándar, pero la conversión alimenticia no mejoró
significativamente (P > 0.05) en la fase de acabado.
Las dietas con altas
concentraciones de energía han mostrado mejorar los rendimientos productivos de
los pollos de engorde. En este sentido, Alaeldein y col. (2014),
exploraron la relación entre el ácido acético guanidino y diferentes niveles de
energía metabolizable en la dieta, sobre el desempeño productivo de pollos
de engorde, en tres fases de producción; para la fase de 11 d a 22 d, así
como para el global de la prueba (1 d a 35 d), observaron una mejora lineal en
la conversión alimenticia de aves, a medida que la EM aumentó. Marcu y col.
(2012), en pollos de engorde híbrido, en un ensayo de alimentación de 42 d,
usaron dos dietas, una estándar y otra dieta de alta energía. Estos
autores concluyeron que los pollos alimentados con DAE mejoraron significativamente en
la ganancia diaria promedio, índice de conversión alimenticia, rendimiento en
canal y sus cortes principales (pechuga y muslo). También, Silva y col. (2015),
usando dietas con niveles crecientes de EM, revelaron que los resultados fueron
favorables en rendimiento productivo para las aves alimentadas con niveles
altos de energía (3 300 kcal/kg de EM), en el periodo de 42 d.
En forma diferente, se
reporta que altos niveles de energía, usando lípidos, en dietas para pollos de
engorde, pueden afectar el comportamiento productivo. En este sentido,
Stanaćev y col. (2013), investigaron el comportamiento productivo y
características de la canal de pollos de engorde alimentados con tres
diferentes aceites (soya, linaza y canola), en dos niveles de aceite (4 % y 8
%), y concluyeron que la adición de aceite de linaza al 4 %, mostró mejores
resultados productivos que las dietas conteniendo 8 % de aceite.
Efecto de la fuente de
lípidos en la dieta
En el presente estudio,
el aceite vegetal y la grasa de fritura produjeron similar producción en los
pollos de engorde; esto posiblemente es debido a que la grasa de fritura usada
contenía alta proporción de ácidos grasos insaturados y niveles bajos de ácidos
grasos libres (AGL), aunque estos no se midieron en este estudio. Se reporta
que los ácidos grasos saturados son de menor contenido de EM que las grasas
(Wiseman y col., 1991), por ser menos digestibles (Fernández, 2013). Por esta
razón, comúnmente en las dietas de pollos de engorde se recomienda el uso de
grasas con un mayor porcentaje de ácidos grasos insaturados (ROSS, 2009). El
mayor contenido de EM en los ácidos grasos insaturados también se relaciona con
mayor acumulación de tejido magro en las canales de pollos de engorde
(Itzá-Ortiz y col., 2008; Wu y col., 2011). Por otra parte, el aumento de
AGL también puede reducir la digestibilidad (Freeman, 1976), y la absorción de
la grasa en pollitos (Sklan, 1979), tal vez por la incompleta solubilización
micelar de los AGL (Garrett y Young, 1975). En este sentido, Wu y col. (2011),
concluyeron que el crecimiento de pollos de engorde, alimentados con grasa de
fritura, con bajo contenido de AGL (cerca de 3 %), fue similar al de pollos
alimentados con aceite de soya en la dieta. Pero la alimentación con grasa de
fritura, con altos niveles de AGL (> 12 %), afectó el comportamiento
productivo de los pollos de engorde.
Se ha observado que
dietas conteniendo mezclas de grasas (reciclada y aceite vegetal) no han
afectado el desempeño del crecimiento de pollos de engorde (Waldroup y col.,
1995). Las grasas de fritura son mezclas de grasas que se obtienen de
diferentes establecimientos comerciales, en los cuales se procesan de diversa
forma, con lo cual el valor nutritivo de las grasas es diferente. En
particular, para este estudio, la falta de significancia entre los tipos de
grasa, en el comportamiento productivo de los pollos de engorde, podría
atribuirse a la relativa buena calidad de la grasa de fritura; sin embargo, no
siempre se pueden esperar estos resultados, ya que la grasa de fritura puede
variar en su valor nutritivo.
Para el estudio actual,
los pollos de engorde que se alimentaron con dos fuentes de lípidos (aceite
vegetal y grasa de fritura), tuvieron un similar rendimiento productivo, donde
también pudo contribuir como una explicación parcial de estos resultados, el
relativo bajo nivel de grasa en la dieta (de 2.5 % a 3.4 %), ya que niveles
altos de lípidos en la dieta afectan la producción del pollo de engorde
(Stanaćev y col., 2013).
Los pollos de engorde
alimentados con dietas de alta energía conteniendo aceite vegetal, tendieron a
mostrar valores más altos de peso vivo final (2 476 g y 2 390 g) y conversión
alimenticia (1.75 y 1.80), que aquellos alimentados con grasa de fritura,
aunque esta diferencia no fue losuficientemente amplia como para demostrase
significativamente (P > 0.05). Por otra parte, el costo del aceite vegetal
es mayor que el de grasa de fritura, por lo que la inclusión de aceite vegetal
en la dieta con alto nivel de energía sólo es justificable económicamente,
cuando su costo no sea muy elevado, con relación al costo de la grasa de
fritura.
CONCLUSIONES
En este estudio, el alto
nivel de energía, en las dietas con aceite vegetal o grasa de fritura, mejoró
el comportamiento productivo de pollos de engorde. El reemplazo de
grasa de fritura por aceite vegetal, en la dieta de pollos de engorde, no
presentó efecto sobre la ganancia de peso vivo y conversión alimenticia.
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la.com/poultrynews/26269/nqua-tan-competitiva-es-la-avicultura-mexicana#sthash.USJ4kvkX.dpuf.
Fecha de consulta: 17 de febrero de 2015.
Wu, H., Gong, L.
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