Dinámica
paisajística y cambio de cobertura en la comunidad indígena de Cuzalapa,
Reserva de la Biosfera Sierra de Manantlán (1972 a 2000)
Landscape dynamics and land-cover change in the indigenous community
of Cuzalapa, Sierra de Manantlan Biosphere Reserve
(1972 to 2000)
Oscar Gilberto Cárdenas-Hernández* y Peter
R.W. Gerritsen
*Autor
para correspondencia: oscar.cardenas@cucsur.udg.mx/ Fecha de recepción: 15 de febrero de
2014/ Fecha de aceptación: 17 de junio de 2015
Universidad
de Guadalajara. Centro Universitario de la Costa Sur. Departamento de Ecología
y Recursos Naturales, Ave. Independencia Nacional 151, Autlán de Navarro, Jalisco, México, C.P. 48900.
RESUMEN
Las transformaciones del paisaje, como los cambios de cobertura y uso del suelo, son procesos que modifican los ecosistemas,
particularmente en las áreas tropicales del planeta.
Por ello, se analizaron los patrones
de cambio en el paisaje de la
comunidad indígena de Cuzalapa, ubicada dentro de la Reserva de la Biosfera Sierra de Manantlán, Jalisco,
México, durante el periodo
comprendido entre 1972 a 2000.
Estos patrones se explican a
través del estudio de la dinámica agraria
de la comunidad desde un enfoque
sociológico con la ayuda de la
percepción remota. La cobertura
en Cuzalapa cambió durante el
periodo de estudio, la superficie
boscosa disminuyó en casi 20 %,
lo que coincidió con la apertura
de áreas dedicadas a la agricultura
y la ganadería; siendo la
expansión ganadera el factor principal
de transformación del paisaje de
la comunidad. Este es un claro
ejemplo de la dinámica agraria y
del paisaje en muchas de las
comunidades del país, en las que
la apertura de áreas para actividades
agrícolas y pecuarias, a expensas
de las superficies boscosas, ha moldeado el territorio con los consecuentes impactos ambientales y sociales.
PALABRAS CLAVE: Dinámica
del paisaje; procesos sociales; Manantlán.
ABSTRACT
Landscape transformations such as land-cover
and land-use change are processes
that modify ecosystems, particularly
in the tropical regions at a
global scale. In this paper we analyze
the patterns of change in the
landscape of the indigenous community
of Cuzalapa, locatedwithin
the Sierra de Manantlan Biosphere Reserve, Jalisco, Mexico, during the period of 1972 to 2000. These patterns are explained through the analysis of the community’s rural dynamics from a sociological approach with the help of remote sensing. Our results show that land-cover in Cuzalapa
changed during the period
analyzed, with a loss of
approximately 20 % of forested
area, that coincided with the
opening of areas for agriculture and
livestock; the expansion of
extensive livestock activities appeared
to be the main factor for the
transformation of Cuzalapa’s landscape. In this sense, Cuzalapa represents
a clear example of landscape and
agrarian dynamics in Mexico’s
rural areas, where forests are
transformed into croplands or grasslands,
with the corresponding environmental
and social impacts.
KEYWORDS: Landscape dynamics; social processes; Manantlan.
INTRODUCCIÓN
Las
actividades agropecuarias y forestales son una de las muchas manifestaciones de
las interacciones que existen entre las
sociedades humanas y la naturaleza. A través
de estas prácticas se transforma el paisaje, y con ello, la diversidad
biológica que contiene. Estas
transformaciones antropogénicas tienen un impacto sobre la
disponibilidad de recursos naturales (productos y servicios, incluyendo la
biodiversidad), la cual, a su vez, influye en las posibilidades que tiene
cualquier comunidad humana para desarrollarse (Ploeg,
2008). El grado de las transformaciones depende
de la organización socio-política de una sociedad, de la tecnología con que
cuenta (Bifani, 1997), así como de las características específicas (ecológicas
y ambientales), de los recursos naturales (Ploeg, 2008). También depende de los
procesos socio-políticos que inciden en una determinada sociedad (Bifani,
1997).
En este
contexto, los conceptos “co-producción”,
“estilos agrarios” y “diversidad en recursos”, son herramientas útiles para el
entendimiento de las interacciones entre sociedad y naturaleza, es decir, la
relación entre los sistemas productivos y los recursos naturales. Estos
conceptos parten de una perspectiva sociológica, esto es, desde la perspectiva
particular de los productores (Long, 2001; Gerritsen, 2010), contrario a otros
enfoques, principalmente ecológicos, que ponen al ecosistema central en su
análisis (Berkes y Folke, 2000; Gunderson y Holling, 2002).
El
término co-producción se refiere a las múltiples relaciones que existen entre campesinos
y su entorno natural, el cual se transforma a través de la agricultura y la
ganadería. Estas transformaciones tienen como consecuencia un proceso de
diferenciación, tanto de las comunidades rurales como del entorno natural,
permitiendo tanto el surgimiento de determinadas organizaciones sociales o
tecnologías, como de recursos naturales específicos (Gerritsen, 2010). El
impacto del proceso de diferenciación en las comunidades rurales, y la
naturaleza que las rodean, se puede entender con el término de estilos agrarios
cuando se enfoca en las estrategias productivas.
Asimismo, se le puede entender con el término de diversidad en recursos, cuando
se gira la atención hacia la diversidad biológica presente en un paisaje.
El
término estilos agrarios hace referencia al cuerpo compartido de nociones e
ideas de un grupo de campesinos en
relación a la agricultura, así como las respuestas activas de estos campesinos
frente a condiciones ecológicas, socioeconómicas y políticas (Ploeg, 1994). En otras
palabras, se refiere a las estrategias de vida de los actores locales, tal como
lo entienden y como lo describen. El término diversidad en recursos alude a la
variedad en recursos naturales como resultado de la co-producción, entendido
desde la perspectiva campesina, es decir, cómo los campesinos la conocen y
manejan de manera activa. De esta forma, se entiende a la diversidad en
recursos como el resultado directo del trabajo agropecuario (Gerritsen, 2002).
La diversidad en recursos que surge como
resultado del proceso de co-producción tiene sus efectos tanto sobre el
paisaje, como sobre la sociedad rural. Con respecto al paisaje y la diversidad
que contiene, puede haber un enriquecimiento o una degradación de la misma.
Para las comunidades rurales, una diversidad en recursos transformada puede
asegurar la continuidad de las actividades agropecuarias, así como inducir
nuevas posibilidades o limitaciones.
Al
analizar el impacto del proceso de co-producción sobre el paisaje y los
recursos naturales que contiene, es posible encontrar que este impacto puede
causar una homogeneización o una
diferenciación en el paisaje natural, transformando los recursos naturales
existentes, por ejemplo, cambiando los patrones de cobertura vegetal y uso del
suelo. A su vez, estas transformaciones en la diversidad paisajística pueden
tener impactos positivos o negativos sobre la biodiversidad, es decir, un
aumento o una disminución en la riqueza de especies.
En la década de los ochenta las
estrategias gubernamentales para la conservación de la biodiversidad se
centraron en el establecimiento de Áreas Naturales Protegidas (ANP). Entre
ellas destacan las reservas de la biosfera, las cuales buscan compaginar la
conservación con acciones de desarrollo sustentable (López-Hoffman y col.,
2010). En este contexto, se hace frecuentemente referencia a la “modalidad
mexicana” (Halffter, 1984; Halffter, 1987), refiriéndose al estilo propiamente
mexicano de manejar las reservas, donde se considera la conservación no
solamente como una mera protección de los ecosistemas y las especies, sino
también como una forma de asegurar su continuidad por medio del uso sustentable
de los recursos naturales y de la restauración ecológica. Para lograrlo, se
considera la participación local, la investigación aplicada al manejo
sustentable de los recursos naturales y la coordinación interinstitucional. La
entidad gestora para cada reserva de la biosfera en México es un organismo
denominado Dirección de la Reserva, dependiente de la Comisión Nacional de
Áreas Naturales Protegidas (CONANP), órgano desconcentrado de la Secretaría de
Medio Ambiente y Recursos Naturales (SEMARNAT), (INE, 2000).
En el estudio de los procesos de
degradación ambiental, la investigación multi e interdisciplinaria ha cobrado
importancia, ya que incorpora al análisis las variables socioeconómicas
asociadas con el manejo de los recursos naturales y que causan directa o
indirectamente los cambios en la cobertura vegetal y uso del suelo (Krausmann y
col., 2003; Gibon y col., 2010; Wehner y col., 2014). Aunque se han realizado
estudios cuantitativos y cualitativos sobre dónde, cuándo y por qué tales
cambios se están presentando a nivel global, regional y local (Lambin y Geist,
2003; Lepers y col., 2005), los resultados todavía son incompletos y muy
frecuentemente poco acertados, generalmente debido a las escalas de análisis
(Yiran y col., 2012).
Para entender de manera precisa los
procesos de cambio en la cobertura vegetal y el uso del suelo (y quizá la más
rápida y efectiva) se realizan estudios a escala regional y local (Boyd y
Foody, 2011). Un análisis a estos niveles puede generar conocimientos sobre los
procesos de cambio de uso de suelo y deforestación (Bocco y col., 2001;
Perez-Verdin y col., 2009; Yiran y col., 2012).
Con base en lo anterior, el objetivo del
presente trabajo fue analizar los patrones de cambio en la cobertura vegetal y
uso del suelo en la comunidad indígena de Cuzalapa, ubicada en la vertiente sur
de la Reserva de la Biosfera Sierra de Manantlán en el Occidente de México,
desde una perspectiva sociológica de sus habitantes con apoyo de herramientas
de percepción remota.
MATERIALES Y MÉTODOS
Descripción del área de estudio
Este
estudio se realizó en la comunidad indígena de Cuzalapa, que cubre una
superficie de 23 967 ha y se encuentra ubicada en la vertiente sur de la
Reserva de la Biosfera Sierra de Manantlán, entre las coordenadas 19º23’27” y
19º37’33” de latitud norte y 104º10’52” y
104º25’43” de longitud oeste (Figura 1).
La mayor
parte (65 %) del territorio de Cuzalapa se encuentra dentro de la zona de
amortiguamiento de la Reserva de la
Biosfera Sierra de Manantlán (RBSM) y
una parte importante (10 %), está dentro de la zona núcleo Manantlán-Las Joyas.
Los demás terrenos se encuentran afuera de la RBSM, en su zona de influencia
(Cárdenas, 2008).
La comunidad indígena de Cuzalapa tiene
aproximadamente 1 500 habitantes, distribuidos en un poblado principal y varias
rancherías (Gerritsen, 2010). Cuzalapa es una comunidad indígena de origen
nahua; sin embargo, el proceso de desplazamiento cultural ha sido en detrimento
de las raíces indígenas. Hoy día ya no se encuentran elementos indígenas,
excepto por los rasgos físicos de los pobladores y las celebraciones de algunas
fiestas religiosas (Gerritsen y Díaz, 2012).
La
economía familiar de los habitantes de Cuzalapa se basa en la agricultura y la
ganadería, la cual es complementada por el trabajo asalariado, la cacería, la
pesca y la recolección de productos forestales no maderables. Los sistemas de
cultivo varían en función del tipo de tierras. En las parcelas de temporal
existen dos sistemas de cultivo principales: el sistema de yunta en los
terrenos más o menos planos, donde la preparación de la tierra se realiza con
tractor o bestias y se cultiva por lo general año con año. En los terrenos con
pendientes pronunciadas y con pedregosidad elevada donde el uso de la tracción
animal o mecánica es prácticamente imposible, se practica el cultivo de maíz en
coamil bajo el sistema de cultivo de tumba-roza-quema. Las parcelas de coamil
son sembradas uno o dos años y posteriormente se dejan en reposo por un
periodo de 5 años a 6 años, después
de los cuales son cultivadas nuevamente. El cultivo se desarrolla a lo largo de
la temporada de lluvias. En temporada seca se cultiva maíz y frijol en los
llamados “regadillos”, que es
un sistema tradicional de irrigación, donde el trabajo del suelo se
realiza ya sea con tractor o con el uso de bestias. La milpa irrigada es más
importante (en número de parcelas, superficies y demanda de trabajo) que el
cultivo de maíz de temporal. Además, el cultivo de maíz de riego presenta menos
riesgos de pérdida de cosecha (Gerritsen, 2002).
Por otra parte, la presencia de ganado
bovino en la comunidad tiene una historia de más de cien años. La ganadería
cobró una importancia mayor en la comunidad de Cuzalapa a partir de la década
de los treinta y se estima la existencia de un total de 2 500 a 3 000 cabezas
de ganado a finales de la década de los noventa. Sin embargo, la distribución
del ganado varía considerablemente entre los diferentes productores, ya que
existen algunos que tienen de una a dos reses, hasta comuneros que tienen más
de 500 cabezas de ganado, siendo unos pocos los productores que poseen la mayor
parte del ganado en la comunidad (Gerritsen, 2010).
Métodos
Para entender
los procesos sociales detrás
de los patrones de cambio en la
cobertura y uso del suelo en Cuzalapa se aplicaron diferentes métodos de
investigación social (Bernard, 2011). Primero,
se realizó una revisión de bibliografía y de archivos históricos con el
fin de obtener una primera idea de los cambios ocurridos en el paisaje de la
comunidad bajo estudio. La bibliografía se relaciona no solamente con la
comunidad indígena de Cuzalapa, sino también con la Reserva de la Biosfera
Sierra de Manantlán en general. El archivo histórico consultado fue el Registro
Agrario Nacional de la Secretaría de Reforma Agraria, con sede en Guadalajara,
Jalisco. Segundo, se
aplicaron 20 entrevistas semiestructuradas a informantes clave con el fin de
obtener un panorama general de los actores y factores sociales que influyen en
el cambio de uso de suelo y la deforestación (Gerritsen, 2002).
El
estudio de los patrones de cambio de cobertura y uso de suelo se realizó a
través del análisis de imágenes de satélite LANDSAT, que incluyeron dos escenas
del sensor LANDSAT MSS (Multi Spectral Scanner),
correspondientes a los años 1972 y 1980 de las misiones LANDSAT 1 y LANDSAT 3
respectivamente, y dos escenas del sensor LANDSAT TM (Thematic Mapper), correspondientes
a los años 1990 y 2000 de la misión LANDSAT 5. Con ayuda del módulo “Expand”
del programa IDRISI Selva (Jensen, 2005), se incrementó la resolución espacial
de las imágenes de los años 1972 y 1980; en este contexto, todas las imágenes
analizadas tuvieron un tamaño de pixel de 30 m y una resolución espectral de
cuatro bandas, incluyendo aquellas correspondientes a los colores básicos
(Banda 1-azul; Banda 2-verde; Banda 3-rojo) y al infrarrojo cercano (Banda
4-infrarrojo cercano).
Las
imágenes fueron clasificadas en cuatro categorías de cobertura y uso del suelo
(Rzedowski, 2006): Clase 1, uso agropecuario, que incluye aquellas áreas
destinadas a la agricultura o al uso pecuario como los pastizales; Clase 2,
vegetación secundaria, que incluye matorrales y etapas sucesionales tempranas;
Clase 3, bosques tropicales, que incluye a los
bosques tropicales caducifolios y subcaducifolios; y Clase 4, bosques
templados, que incluye a los bosques de pino, pino encino y mesófilos de
montaña. Para realizar la clasificación se utilizó
el algoritmo Maximum Likelihood Classifier con ayuda del programa IDRISI Selva
(Jensen, 2005; Schmook y col., 2011).
El
algoritmo fue ejecutado utilizando como apoyo sitios de entrenamiento desarrollados
a partir de la leyenda generada al inicio del
proceso. En este sentido, se tomaron por lo menos 10 pixeles por cada tipo de
cobertura y uso del suelo para cada banda del sensor correspondiente,
de tal maneraque se generaran sitios con una muestra representativa de cada una
de las clases. La unidad mínima cartografiable a la escala del presente trabajo
corresponde a polígonos de 4 x 4 celdas (pixeles).
Al
concluir con el proceso de clasificación se evaluó la exactitud del mismo,
utilizando una matriz de confusión, la cual muestra la relación entre dos
series de medidas correspondientes
al área de estudio (Congalton
y Green, 2009). La primera serie corresponde a datos de referencia adquiridos
de observaciones de campo, interpretación de fotos aéreas y otras fuentes de
información como Google Earth. La segunda corresponde a la categorización de
los pixeles realizada por el clasificador para las clases de interés. En una
matriz de confusión, las columnas corresponden a los datos de referencia,
mientras que las filas corresponden a las asignaciones del clasificador.
Para
evaluar los cambios en la cobertura y uso del suelo en Cuzalapa, se utilizó el
proceso de detección de cambios por comparación en post-clasificación (Jensen,
2005). Este método permite analizar la dinámica de cambio en un lugar, ya que
genera un modelo que indica la cobertura que existía y por cual fue remplazada,
ofreciendo un panorama muy claro acerca
de la dinámica de cambio a la que ha estado sujeta la cobertura vegetal y el
uso del suelo (Eastman y Sangermano, 2014). Una de las desventajas de este
método radica en que la exactitud depende de las dos clasificaciones
individuales (Viña y col., 2004).
Para evaluar la pérdida de superficies
boscosas en Cuzalapa, se realizó un análisis de deforestación general mediante
la siguiente ecuación:
Donde:
A1 =
Áreas forestales al principio del periodo.
A2 = Áreas forestales al fin del periodo.
t = Número de años en el periodo.
RESULTADOS Y DISCUSIÓN
La comunidad indígena de Cuzalapa ha
tenido múltiples cambios socio-culturales y paisajísticos a lo largo de su historia
que ha influido el proceso de co-producción, los estilos agrarios presentes y
la diversidad en recursos en el paisaje rural (Gerritsen, 2002; Gerritsen y
Díaz, 2012). Estos cambios han estado ligados a procesos locales y externos que
han moldeado el territorio sobre el cual se asienta la comunidad actualmente.
Si bien el énfasis en este trabajo se centra en el periodo 1972 a 2000, se
presenta primero un breve recuento histórico para entender mejor la
conformación del paisaje en esta comunidad, para posteriormente presentar los
resultados del periodo de estudio.
La conformación histórica del paisaje de
Cuzalapa en el periodo 1524 a 1970
Los
primeros cambios de mayor magnitud en el paisaje de Cuzalapa se presentan en el
siglo XVI con la llegada de los españoles en 1524; sin embargo, no fue sino
hasta después de la revolución mexicana, con la llegada y el establecimiento de
campesinos mestizos en la comunidad, que se introdujo la ganadería extensiva
como una práctica generalizada de uso y manejo de recursos naturales. El grupo
que desarrolla dicha actividad ha dominado la asamblea general de comuneros y
el proceso de distribución de la tierra, sobre todo las comunales. De esta
manera, hoy en día la mayoría de los campesinos mestizos tienen en posesión una
gran parte de los terrenos comunales (Gerritsen, 2002). Asimismo, la llegada de
estos mestizos indujo un proceso donde la población indígena ha perdido casi
todos los elementos culturales restantes. Debido a que fueron recibidos de
manera pacífica, a través del tiempo, los mestizos y los indígenas se casaron
entre ellos, lo cual ha causado que actualmente sus diferencias se dan
únicamente en los rasgos físicos de la población, así como algunas fiestas
religiosas que
pueden considerarse como el resultado de una hibridación entre las creencias
indígenas y el catolicismo (Gerritsen y Díaz, 2012).
La
expansión ganadera ha sido un factor que, por lo menos en este primer periodo,
ha causado una transformación gradual del paisaje
de Cuzalapa. Sin embargo, una
empresa forestal privada, que logró obtener la concesión forestal en los
terrenos de la comunidad en el periodo 1940 a 1969, generó un mayor impacto
negativo sobre los bosques de la comunidad, debido a la extensa deforestación
causada, lo cual generó a su vez graves daños al patrimonio natural de
Cuzalapa. Los
conflictos sobre la explotación forestal también dividieron a la comunidad y
fue hasta el periodo 1967 a 1969 que el grupo de comuneros opositor logró
cancelar la concesión forestal (Gerritsen, 1995).
La dinámica paisajística y el cambio de
cobertura en el periodo de 1972 a 2000
Si bien el paisaje de la comunidad
indígena de Cuzalapa ha estado sujeto a transformaciones desde el siglo XVI,
estos cambios no habían sido registrados de manera cuantitativa en ningún
trabajo anterior por la falta de información y datos al respecto, lo cual se
resolvió, en gran parte, por la aparición a principios de los setenta, de los
primeros sensores remotos capaces de detectar cambios en la superficie
terrestre.
Los resultados del estudio mostraron que
la cobertura vegetal y el uso del suelo en Cuzalapa, han seguido un patrón de
cambio que coincide con los procesos sociales y productivos, y los impactos
sobre la naturaleza que se han desarrollado en la región en los últimos cuarenta
años. Por un lado, se observó la pérdida de casi la mitad de los bosques
templados en el norte de Cuzalapa (Tabla 1; Figura 2), justo donde se
encontraban los aserraderos que explotaron los bosques en las partes altas de
la Sierra de Manantlán, y que fueron detenidos con el establecimiento de la
Reserva de la Biosfera a finales de la década de los ochenta. A pesar de ser
las primeras en obtener el decreto de ANP en 1987, la explotación maderera
todavía continúo unos años más en la Reserva de la Biosfera Sierra de
Manantlán, hasta que se estableció la Dirección de la Reserva a mediados de los
noventa como órgano gestor y regulador del aprovechamiento de recursos en el
área natural protegida.
Las
leyes y reglamentos que regulan el uso y manejo de los recursos naturales en
las reservas de la biosfera no son los mismos que se aplican fuera de ellas (Gerritsen
y Forster, 2001). El control es diferenciado de acuerdo con la zonificación del
área (Gerritsen, 1998; Kreutzer y Gerritsen,
1998). Este es mucho más estricto en las zonas núcleo y existe un número
considerable de reglas
para el aprovechamiento de los recursos (Graf y col., 1999). Esta ANP está
dividida en zonas de manejo, que incluyen tres áreas núcleo ubicadas en las
partes altas de la
Sierra (“El Tigre”, “Manantlán-Las Joyas” y “Cerro Grande”) y un área de
amortiguamiento que las rodea y termina en los límites de la reserva.
En este contexto, la dinámica del paisaje
en el área, que involucra cambios en la cobertura y uso del suelo, presenta
diferentes manifestaciones de acuerdo con la zonificación de la reserva, ya que
los principales cambios se dan generalmente en las zonas de amortiguamiento
(Figueroa y Sánchez-Cordero, 2008; Terra y col., 2014), en las que se generan
procesos de degradación ambiental como la erosión de suelos, la fragmentación
de hábitats y la modificación en la composición de especies (Achard y col.,
2002; Soto-Galera y col., 2010).
Dadas las condiciones ambientales de la
zona, parte de las áreas explotadas fueron cubiertas por bosque tropical
(subcaducifolio en las partes altas y caducifolio en las partes más bajas),
mientras que, en las partes más bajas y cercanas al centro de población, esta
cobertura fue transformada en pastizales y cultivos agrícolas (Tabla 1; Figura
2).
La mayor
pérdida de bosques se registró durante el periodo comprendido entre 1980 y
1990, en el cual se perdió un poco más del 10 %
de la superficie boscosa, con una
tasa de deforestación anual de alrededor del 1 %; esta se redujo en el periodo
de 1990 a 2000 a sólo el 0.12 % por año (Tabla 2). Estos resultados son
soportados por el análisis de la evaluación de la exactitud en la clasificación
de las imágenes de satélite, que indica una exactitud total de por lo menos el
70 % para cada uno de los mapas realizados (Tabla 3).
La
dinámica paisajística y el cambio de cobertura en la comunidad durante el
periodo de 1972 a 2000 se debe a tres principales factores: 1) la expansión de
la ganadería extensiva (1972 a 2000);
2) la explotación forestal comercial a principios de los ochenta
(1981 a 1983) y; 3) el decreto de la Reserva de la Biosfera Sierra de Manantlán
(1987 a la fecha). Los mayores cambios que impactaron en la conformación del
paisaje de Cuzalapa se presentaron en el periodo 1980 a 1990.
La ganadería tiene una larga historia en
el occidente de México (Louette y col., 1997), sin embargo, es desde la década
de los setenta que la producción de ganado cobró mayor importancia en Cuzalapa,
y el paisaje se transformó para enfrentar las necesidades de forraje y pastoreo
(Martínez y Gerritsen, 2007). En el caso específico de Cuzalapa, las parcelas
agrícolas se han transformado a pastizales, y grandes áreas con cobertura
forestal han sido convertidas para incrementar la disponibilidad de pastura
(Gerritsen, 2002).
En el periodo de estudio, la superficie
con uso agropecuario se incrementó cuatro veces en detrimento de las
superficies boscosas de la comunidad (Tabla 1), lo que coincide con lo expuesto
por diferentes trabajos sobre deforestación llevados a cabo en el país
(CONAFOR, 2003; Galindo y col., 2009; Bravo y col., 2010), que señalan a la
política agropecuaria como una de las principales responsables de la
deforestación y degradación de los bosques del país.
En tanto a la explotación de los bosques,
un grupo de comuneros intentó reanudar la explotación forestal en 1981,
supuestamente en beneficio de toda la comunidad, pero después de problemas
similares a la primera explotación, el grupo opositor logró pararla en 1984,
vinculándose con los promotores de la Reserva de la Biosfera Sierra de
Manantlán (Gerritsen, 2002).
Otro
factor importante que influyó en la transformación del paisaje en Cuzalapa fue
el establecimiento de la Reserva de la Biosfera
Sierra de Manantlán a principios de 1987, por el que las tasas de deforestación
disminuyeron. En la
década de 1980-1990 se presentó
una tasa superior al 10 % anual, mientras que para la década siguiente
(1990-2000) esta se redujo a tan sólo un 1.2 % anual (Tabla 2). Aunque
se conserva la misma tenencia de la tierra, se aplican un gran número de nuevas
reglas en relación al uso y manejo de recursos naturales. Específicamente,
parte del territorio de la comunidad se convirtió en zona núcleo, donde se
prohíbe cualquier actividad productiva, mientras casi la totalidad de los demás
terrenos ahora se ubican en zona de
amortiguamiento, sujetos a un gran número de reglas y restricciones sobre el
uso de la tierra (Gerritsen, 2002). Para la comunidad de Cuzalapa la reserva
funciona protegiendo los bosques y servicios ambientales asociados a los mismos
(Cárdenas, 2008). Sin embargo, es necesario realizar nuevos estudios para
entender los efectos a largo plazo del área natural protegida sobre la
superficie boscosa no sólo de Cuzalapa, sino del resto de las comunidades
rurales enclavadas dentro y en los límites de la Reserva de la Biosfera Sierra
de Manantlán.
CONCLUSIONES
Los
resultados del análisis de los patrones de cambio en la cobertura vegetal y uso
del suelo en Cuzalapa mostraron una reducción de las áreas cubiertas por
bosques durante las tres primeras décadas del periodo de estudio 1972 a 2000.
El impacto de las actividades productivas en el paisaje tiene un carácter
diferencial, sobre todo cuando se inserta un modelo de manejo diferenciado como
lo son las reservas de la biosfera. Una vez que la presencia institucional de
la reserva de la biosfera se fortalece a partir de la creación de un órgano
gestor, la pérdida de la masa forestal en Cuzalapa se reduce considerablemente.
AGRADECIMIENTOS
Los
autores agradecen el apoyo financiero recibido para la realización
de este trabajo por parte de
COECYTJAL (proyecto número 25-2008-917) y de la Universidad de Guadalajara, a
través de las convocatorias de investigación emitidas por el Centro
Universitario de la Costa Sur.
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