Geoparque en el Distrito Minero Tlalpujahua - El Oro

Geopark in Tlalpujahua - El Oro Mining District

 

Luis Miguel Espinosa-Rodríguez

 

Correspondencia: geo_luismiguel@hotmail.com/ Fecha de recepción: 27 de enero de 2016/ Fecha de aceptación:12 de septiembre de 2016

 

Universidad Autónoma del Estado de México, Facultad de Geografía, Ciudad Universitaria, Cerro de Coatepec S/N, Toluca, Estado de México, México, C.P. 50110.

 

 

RESUMEN

La creación y declaratoria de los geoparques en el mundo ha sido exitosa, debido a la capacidad de gestión ambiental y social que poseen. La noción de desarrollo local, a través de la administración de estos territorios en México, se impulsa con investigación enfocada al análisis de potencialidad de los territorios desde hace unos años. El objetivo de este trabajo fue conocer el potencial que posee el Distrito Minero Tlalpujahua-El Oro para aspirar a ser declarado geoparque. A través de un sistema de evaluación matricial se obtuvieron los índices de patrimonio geológico y geomorfológico, de cultura y educación, economía y servicios, protección y legislación, y de accesibilidad, para determinar el potencial geológico, geomorfológico, cultural y socioeconómico, además de la fundamentación teórica. Se encontraron condiciones favorables para poder conformar al distrito minero como un geoparque, al determinar el valor biótico, histórico y cultural de la mina Dos Estrellas. Lograr esta denominación impulsaría el crecimiento social y económico de la región, teniendo a la geoconservación como eje rector e integrador de la propuesta.

 

PALABRAS CLAVE: Geoparque, geodiversidad, patrimonio, geositios, geomorfositios.

 

 

ABSTRACT

The establishment and declaration of geoparks in the world has been successful due to the ability of environmental and social management that they possess. The notion of local development through the administration of these territories in Mexico has been driven for several years by research focused on the analysis of potential in natural heritage territories. The objective of this work was to determine the potential of Tlalpujahua-El Oro Mining District to be declared geopark. The indices of geological and geomorphological heritage, culture and education, economy and public services, protection and legislation and accessibility were obtained through a matrix assessment system. After determining the biotic, historical, and cultural value of the mine, it is concluded that favorable conditions were encountered in order to declare this territory as a geopark. Achieving this denomination would foster the social and economic growth of the region, with geopreservation as the guiding principle of the proposal.

 

KEYWORDS: Geopark, geodiversity, natural heritage, geosites, geomorphosites.

 

INTRODUCCIÓN

Los geoparques se definen como territorios con límites bien definidos y una superficie apropiada para permitir el desarrollo socioeconómico; a partir de la importancia científica, histórica, rareza y belleza de sitios geológicos. El atractivo de estos lugares incluye aspectos de carácter ecológico, arqueológico, histórico, cultural y paisajístico. Asimismo y de manera específica, estos lugares se enfocan en el desarrollo de tres actividades sustantivas: la conservación, la educación y el  geoturismo. Un territorio sujeto a esta perspectiva posee un objetivo de desarrollo múltiple, en donde la protección al geopatrimonio y al medio ambiente, la legislación, las actividades educativas, científicas y el esparcimiento encuentran un eje rector común. El nombramiento de geoparque lo otorga la Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura (UNESCO), y es una condición que involucra aspectos relacionados con la geodiversidad y la geo-conservación (Eder, 1999: 353; UNESCO, 2008: 49-53).

 

El concepto de geodiversidad fue introducido por el geógrafo Gray (2004: 3), de acuerdo con la propuesta teórica de Brilha (2005: 17), quien integró las cuatro esferas básicas que conforman al planeta: geoesfera, biosfera, hidrósfera y atmósfera. Sin embargo, la noción que involucra este término es compleja y para todo caso, incluye la variable Kantiana de tiempo y espacio. La construcción del significado científico de geodiversidad recurre a la noción misma de la estructura y funcionamiento del planeta como ente integrante del cosmos y del sistema solar, en donde a éste se le puede definir como una anomalía de orden geofísico y geoquímico, que en el transcurso de la historia cósmica y geológica ha permitido el desarrollo de la vida, tal cual se supone y conoce (Mateo, 2002: 27). Este concepto define que las condiciones básicas de desarrollo geográfico de una región están determinadas por regularidades y ciclos temporales de acción que inciden en los contrastes que se generan en la geología, la geomorfología, los procesos de orden endógeno, climático y meteorológico, estableciendo un continuo proceso de evolución y una dinámica distintiva del entorno. Estos cambios forman parten del concepto geodiversidad y son competencia de la geoconservación (Figura 1).

Actualmente existen diversas acepciones al término geodiversidad”, y uno de los más aceptables es el referido por la Royal Society for Nature Conservation del Reino Unido (Brilha, 2005). El concepto se define como “la variedad de ambientes, fenómenos y procesos geológicos que dan origen a paisajes, rocas minerales, suelos, fósiles y depósitos, que constituyen el sustrato de la vida en la Tierra”. De este concepto se derivan y replantean diferentes concepciones y puntos de vista (Tabla 1). La geodiversidad y el patrimonio permiten valorar y comprender al grupo de procesos involucrados en el origen del relieve, que modelan la superficie del planeta, según se estipula en la Declaración de la Memoria de la Tierra (Muñoz, 1988: 85; Dias y col., 2003: 132). Entre tanto y desde la perspectiva mercantil, Brilha (2013), refiere que: “El valor económico se encuentra conformado por el conjunto de recursos minerales y energéticos”; toda vez que lo funcional a los servicios in situ, es decir, a todos aquellos que proveen alguna mejora-servicio al hombre, así como al sustrato de sistemas físicos y ecológicos.

 

La aplicación de los conceptos referidos ha generado en el tiempo presente nuevas conceptualizaciones, metodologías y procesos de validación de las mismas; en este sentido, se destacan los aportes de autores como Vegas y col. (2012: 2); García y Carcavilla (2013: 7); García y col. (2013: 157); Vegas y col. (2013a: 1-10); Vegas y col. (2013b: 158-167), quienes han concentrado métodos y/o guías para la elaboración de inventarios o recuentos de elementos patrimoniales; los cuales, y con aporte de otros autores, han resultado en inventarios de propiedad, de conocimiento del usufructo natural y del propio recurso, como se observa en estudios de caso expuestos en la Tabla 2.

 

 

La conceptualización y metodología para evaluar la geodiversidad resulta compleja y aún cuestionable en el tiempo presente. Entre las principales variables empleadas para obtener elementos de calificación paramétrica, cualitativa y cartográfica, se encuentran aspectos de orden litológico, estratigráfico, geomorfológico, hidrológico, paleontológico y pedológico; los cuales, en conjunto, definirán geomorfositios y geositios.

 

Estudios fundamentales establecen que el planeta posee regularidades de composición y estructura, de diferenciación espacial o territorial, de ritmo y desarrollo, de funcionamiento, circulación de energía y substancias y de integridad (Mateo, 1984: 146-189; Salinas, 1989:157-171; Mateo, 2002: 29-38; Mateo y col., 2012: 249). Los trabajos citados definen algunos de los distintivos que otorgan al planeta características únicas de diferenciación, tales como la presencia y dinámica del campo magnético, la heterogeneidad del campo gravitacional; la formación del elipsoide cardioidal (contracción polar del hemisferio septentrional), el retraso de la velocidad de rotación y el consecuente freno del flujo, la conformación de esferas integradas (atmósfera, hidrósfera, biosfera, litósfera), la diferenciación en el peso neto de las aguas oceánicas y los continentes; la distribución espacial y la forma acuñada de tierra firme.

 

Algunos autores (Mateo, 1984: 146-189; Salinas, 1989: 157-171; Mateo, 2002: 29-38; Mateo y col., 2012: 249), coinciden en cierta manera en la conformación de arcos insulares, en procesos de desmembración de la corteza, en la  correlación entre la batimetría y la altimetría; y en la consecuente actividad tectónica y volcánica, resultado de la interacción dinámica del planeta. De manera particular, Mateo (1984; 2002), establece que el planeta se circunscribe a una serie de leyes generales que permiten la diferenciación territorial y dinámica del mismo. En la Tabla 3 se encuentra una síntesis de las características generales de lo que éste autor define como “envoltura geográfica” y las leyes naturales que la definen.

 

 

 

 

Algunos geoparques en el mundo han surgido debido a la importancia de las zonas de extracción de minerales pétreos y metálicos. Sin embargo, la explotación minera puede causar un daño ambiental, que en algunos casos es irreparable, por lo que las acciones de restauración que se proponen suelen ser insuficientes o inadecuadas, lo que limitaría sus posibilidades de obtener la denominación como Geoparque por parte de la UNESCO. El daño generado por la actividad minera comienza desde la etapa de preparación de un sitio para la extracción de materiales metálicos o rocosos, continúan durante las fases de operación y permanecen aun cuando la actividad ha sido abandonada. En este último punto, las inversiones y propuestas no alcanzan (o existen) para contrarrestar los efectos negativos y restaurar condiciones de orden social, económico y ambiental. El abandono de una zona minera por lo general implica la gestación de procesos de movilidad de población, pugnas por la ocupación y manejo del territorio, abatimiento de recursos económicos (Uribe, 1992: 119-135; Uribe, 2009; Salas, 2010: 564), así como deterioro de la homeostasis ambiental y pérdida general de las condiciones de hemerobia.

 

Un caso particular de interés en México, que podría formar el eje articulador de una denominación de Geoparque, es una mina aurífera que dejó de ser productiva a principios del siglo pasado (siglo XX), conocida con el nombre de “Dos Estrellas”, y que pertenece a un sistema de explotación de materiales metálicos en el Distrito Minero de “Tlalpujahua-El Oro” (DMTO), localizado en los estados de Michoacán y México (Figura 3). En este sitio, grupos de población civil, artistas, voluntarios e investigadores han reunido esfuerzos por mantener vivo un museo de sitio y de manera simultánea sostener actividades, como foros de discusión, orientadas a la conservación y mantenimiento de un jardín botánico. Estos eventos tienen el fin de preservar el patrimonio generado en torno a la antigua mina, así como disminuir y/o eliminar vicisitudes de orden social, económico y político presentes, para lograr el

desarrollo  local.

 

El objetivo de este trabajo fue evaluar el potencial que tiene el patrimonio del distrito minero Tlalpujahua-El Oro, para conformar un Geoparque reconocido por la UNESCO, teniendo como su principal eje articulador la mina Dos Estrellas.

 

MATERIALES Y MÉTODOS

Localización del sitio de estudio

El presente estudio abarcó el análisis de una superficie de 410 Km2 del distrito minero Tlalpujahua - El Oro, ubicado en los estados de México y Michoacán. La mina “Dos Estrellas” representa un 1 % del total de la superficie estudiada y es considerada un importante factor para la denominación como Geoparque, al ser parte del patrimonio geológico nacional (Geoheritage), por la importancia histórica en el desarrollo de esta actividad económica.

 

Fase 1. Evaluación del patrimonio (geositios y geomorfositios)

Se realizó un inventario guiado por el concepto de lo que es representativo y por el valor que posee, de todo aquello que se considera importante conservar. Los principales sitios con interés geológico y geomorfológico considerados en el estudio, son: el sistema de estrías de la Falla Pastores, el Cañón del Mogote, el lecho del río Tlalpujahua, el Cerro Somera (Conjunto de lavas andesíticas y El balcón), la Cascada América, el Pico del Águila y la mina Dos Estrellas, entre otros (Figura 3); siendo este último el eje rector de la presente investigación. La evaluación se realizó utilizando una matriz de comparación desarrollada para este estudio, basada en los criterios de Brilha (2013), que permite analizar los tipos de patrimonio, su clasificación geológica o geomorfológica y sus principales características (Tabla 4). Se utilizó una escala del 1 al 10 para evaluar la importancia de los atributos distintivos de cada sitio de interés.

 

 

 

Fase 2. Evaluación del patrimonio biótico

El patrimonio de carácter biológico se clasificó en dos ámbitos básicos: el natural y el inducido. El valor de éste se ha clasificado de acuerdo con las especies presentes, las consideraciones biológicas de las mismas, el endemismo y el estado general que guardan con respecto a precisiones de dosel, sotobosque, salud y parámetros específicos de lo que se encuentra in situ; como es el caso de la relación geográfica determinada por variables como la altitud, la latitud, el clima y el relieve.

 

Fase 3. Evaluación del patrimonio histórico, antrópico y cultural

La evaluación de los contextos culturales e históricos resulta compleja desde cualquier perspectiva teórica e incluso ideológica, lo cual resulta complicado para asignarle un orden paramétrico. Es por ello que en esta fase de estudio se respondió a preguntas básicas como: ¿con qué se cuenta?, ¿desde cuándo?, ¿en dónde? y ¿qué valor tiene desde el constructo social local y regional?, entre otras; obteniéndose información de referencias bibliográficas (Uribe, 1992: 119-135; Corona y Uribe, 2009: 101;  Salas, 2010: 564), de los listados de infraestructura y de servicios, así como del juicio de expertos locales como la familias Bernal (poseedores del comodato de la mina Dos Estrellas); y finalmente de la información publicada en las páginas electrónicas de Tlalpujahua (2016)  y  El  Oro (2016).

 

Se evaluaron cuatro ejes básicos desde la perspectiva cultural: el contexto social, enmarcado en las formas de comunicación, organización, ideología; el uso y manejo del territorio, caracterizado por las formas de transmisión de las jefaturas familiares y sociales, las costumbres y prácticas desarrolladas en el territorio; los elementos materiales empleados en la manufactura de productos; y el contexto artístico, conformado por todas las manifestaciones de expresión humana. En la Tabla 5 se muestra el concentrado de variables de  esta  fase  de  trabajo.

 

Fase 4. Evaluación de la capacidad de gestión

La conformación y éxito de un geoparque depende en gran medida de los procesos inherentes de gestión, los cuales involucran variables de índole diversa. En este estudio se analizaron los diferentes aspectos que convergen en el proceso de organización y solución de problemas específicos, tales como la administración, organización, planeación, diseño y desarrollo de obras de infraestructura. Así como, el control de problemas y situaciones asociadas con el uso y manejo del territorio: políticas de conservación, inseguridad, oferta de servicios, manejo de áreas naturales protegidas o territorios resguardados por alguna razón de carácter ambiental, condiciones de deterioro (erosión, incendios, contaminación), manejo de recursos (forestal, edáfico, fluvial), educación y formación de cuadros científicos, entre otros.

 

Fase 5. Aptitud del territorio

Se analizó la capacidad de recepción de actividades y de gestión territorial, basada en los criterios de ordenamiento territorial y de las políticas nacionales en torno a la generación de unidades de gestión ambiental. Los criterios empleados se fundamentaron en la diagnosis, prognosis y sindéresis; así como la condición legal y orientación que prevalece en el territorio.

 

Fase 6 y 7. Fundamentación de la propuesta para la creación de un geoparque

La fundamentación y entrega de propuesta formal para la conformación del geoparque se basó en los requerimientos y orden establecidos en la Red Natura 2000 (UNESCO; 2008: 120-134). La propuesta define los tipos de geositios, según la superficie ocupada, la presencia de elementos de carácter geológico y geomorfológico, el dominio (territorio-espacio) y aspectos relacionados con la tipología, la fragilidad y las políticas establecidas para el manejo y evaluación del geoparque  propuesto.

 

RESULTADOS

Los resultados de la evaluación de los atributos de la región sugieren que es factible obtener la declaración de Geoparque en la zona estudiada, si se logra la participación directa y entusiasta, en forma coordinada, de los diferentes órdenes de gobierno, la sociedad y los diferentes actores que se involucran en el territorio. Las fortalezas y debilidades de la mina Dos Estrellas (Figura 4), muestran atributos importantes relacionados con el patrimonio natural del sitio en cuestión, así como los valores intrínsecos y de uso; es por ello, que a continuación se describen los principales  resultados.

 

 

Patrimonio Geológico y geomorfológico

La paragénesis de los minerales de la mina Dos Estrellas ha formado un modelo de yacimiento mineral, que permitió el desarrollo y auge de la minería en México, a tal grado de posicionarse como la primera en importancia en el territorio nacional, compartiendo créditos con otros distritos mineros, como el de Guanajuato y el de Real del Monte en Pachuca, y poseer una de las menas más puras (Chávez y col., 2010: 21-34; Cisneros y col., 2012: 198-203).

 

La mena de oro de la mina Dos Estrellas fue formada a través de procesos de metalogénesis local, que exhibe el complejo desarrollo regional de un ambiente tectónico y estructural, que se liga a los campos auríferos de diferentes estados y regiones, como Sinaloa, Durango, Guerrero, Zacatecas, Angangueo, Michoacán y Tejupilco en el Estado de México; y de manera particular, con el distrito minero de Guanajuato. Asimismo, delimita la estructura del arco insular que explica la formación episódica del Sistema Volcánico Transversal y del Terreno Guerrero; así como de los procesos de metamorfismo del basamento y la actividad hidrotermal relacionada con las etapas eruptivas de calderas de explosión relacionadas con campos ignimbríticos (Camprubí y Albison, 2006: 27-81; Escobar y col., 2015: 36-45). De acuerdo con estos autores, la rareza mineral de la zona tiende a ser “anómala” y es reflejo de procesos disyuntivos, distensivos, eruptivos e hidrotermales, caracterizados por fases  de transporte de fluidos y materiales, transporte de soluciones acuosas, depositación a través de precipitación química y concentración de metales que datan de un proceso que duró alrededor de 27 millones de años. De acuerdo con ello, la paragénesis del mineral se relaciona con la etapa de Oro-Plata; y la Tardía, se relaciona con minerales como la boulanyerita, bornita, argentita, aguilarita, crookesita y fischesserita, entre otros. Por otra parte, el material litológico que sepulta los yacimientos y estratos rocosos denominado ignimbrita, posee un origen volcánico, relacionado con matrices microlíticas fluidales, vítreas y pumíticas, que le otorgan a la roca características de dureza y resistencia, aptas para la construcción. En los espejos de falla se aprecia la presencia de estrías, que evidencian el movimiento cortical, con magnitudes y direcciones de desplazamiento diferentes; exhibiendo metamorfismo generado por la fricción de los minerales (Pantoja, 1994: 168-181; Chávez y col., 2010: 21-34; Cisneros y col., 2012: 198-203).

 

En conjunto, se observa que las áreas de oportunidad del sitio (mina Dos Estrellas), se encuentran en la explotación turístico-científica de la historia geológica y geomorfológica de la región, a través del establecimiento de geo-rutas (por definir). Ello puede lograrse mediante la organización de un centro de visitantes que permita coordinar el rescate del patrimonio geológico-minero y el desarrollo, organización y manejo de recursos didácticos, museográficos y de difusión. Este tipo de actividades usualmente requieren de la conformación de asociaciones pro-geoparque, así como de la organización de actividades lúdicas  y  firma  de  convenios,  entre  otras.

 

Aspectos culturales y educativos

En la región se han asentado y desarrollado grupos pertenecientes a las culturas azteca, tarascos y mazahuas, de los cuales, estos últimos ocupan la región hasta el tiempo presente (Uribe, 1992; 2009). En el ámbito histórico, destacan: el hecho de que la localidad fue cuna de los hermanos independistas López-Rayón, y la región cuenta con un museo al respecto; el proceso de edificación de orden religioso establecido desde el año 1600, con iglesias y conventos que pueden ser visitados; la construcción y uso actual de la Presa Brockman, la gestación y desarrollo de la mina Dos estrellas, y el rompimiento de la presa de jales en 1937, tragedia conocida como la “Inundación de Lama” (Núñez, 2015: 95-119), y que en la zona se tienen aún vestigios de ese evento histórico, como la cúpula de la iglesia que sobresale en el sitio donde quedó enterrada.

 

Con referencia a las actividades culturales y artísticas, la mayor manifestación religiosa encontrada es la celebración del “Misterio pascual de Cristo”; en el rubro de artesanía, destaca la orfebrería en plata, la cerámica, la artesanía y el arte pictórico. En cuanto a música y festivales, se encuentran el festival de jazz, el Carnaval Mazahua y la Feria de las esferas, que reúne un promedio de 300 000 personas  al  año  (Tlalpujahua, 2016).

 

Aspectos económicos, servicios y hemerobia

La minería ha sido una actividad económica importante en la región desde los inicios de la colonia, pero se considera que el auge minero se consolida aproximadamente en el año 1733, después de 200 años de extracción, detonada por la influencia minera de origen inglés, concesionada por el entonces gobierno reformista (Cánovas, 1960: 5-97; Uzeta, 1964: 1-26).

 

En el tiempo presente, la región se distingue por la elaboración de esferas, artículos de decoración,  útiles  escolares  y  muebles.

 

Desde la perspectiva ambiental-hemeróbica y de geoconservación, las características de diagnosis muestran una alta capacidad de sitio para albergar actividades de geoturismo, tales como el senderismo, la exploración de sitios de interés industrial y geológico-geomorfológico, entre otras, aunque se requiere de adecuaciones importantes en cuanto a la calidad de los servicios prestados; asimismo, se aprecia que la prognosis representa condiciones de vulnerabilidad baja, y alta capacidad de corrección de impactos, si se considera una profunda y profesional organización territorial y de las actividades relacionadas con la recreación y la gestión del mismo, por parte de los involucrados en la toma de decisiones y manejo del espacio geográfico.

 

Protección y aspectos legales

En el DMTO se ha establecido un Comité con  el propósito de obtener la denominación de geoparque, y a través de sus trabajos iniciales, se ha observado que la mina Dos Estrellas, y en general, los dos municipios de Tlalpujahua-El Oro, carecen de aspectos relacionados con la protección del patrimonio, en cualquier tipo de versión; es por ello que la vulnerabilidad del  patrimonio tiende a ser alta, asimismo la desorganización social, de gobierno y de las instancias interesadas en la promulgación de un decreto de geoparque. Por otra parte, la ocupación del territorio y los aspectos de orden legal, respecto a la mina, resultan ser un obstáculo más para lograr la gestión asertiva, debido a que sobre el territorio en el cual se asienta, existen discrepancias sobre la tenencia de la tierra, el uso del suelo y derecho de aprovechamiento de los recursos; todo ello generado desde diversas perspectivas que involucran a diferentes sectores de la sociedad de dos municipios pertenecientes a entidades estatales diferentes; es decir, se genera un conflicto  de intereses  complejo.

 

Accesibilidad

En el DMTO existe una viabilidad adecuada para visitar a los dos pueblos (Tlalpujahua y El Oro), ambos con denominación de Pueblos mágicos, lo que ayudaría en el desarrollo de la infraestructura del Geoparque. El acceso a la mina se logra por dos vías principales: a través de una carretera federal Atlacomulco-El Oro-Tlalpujahua y la autopista Atlacomulco-Morelia-Guadalajara, las cuales, se encuentran en general en buenas condiciones para el tránsito. De manera local, para ingresar a la mina, hay un camino de terracería que resulta angosto en algunos sectores, pero de calidad relativamente buena  en  periodo  de  estiaje.

 

Fundamentación de la propuesta del Geoparque

Las características físicoquímicas de los minerales explotados en la mina, relacionados de manera regional con las morfoestructuras, como los arcos volcánicos, la formación de menas a lo largo de dichos sistemas y los productos ignimbríticos, por las calderas volcánicas en la región, otorgan al sitio condiciones particulares y excepcionales, que cumplen con los requisitos establecidos para considerar un geomorfositio y el consecuente geoparque. Resulta importante señalar que, si bien la propuesta surge de la mina Dos Estrellas, el territorio posee otros sitios de interés geológico y geomorfológico, como se ha referido; y cumple de manera cabal con aspectos de orden social, cultural y económico, que le otorgan particular interés como patrimonio (Figura 5).

 

Se destaca en la mina, la presencia del primer museo tecnológico de sitio, el cual, por sí mismo, ya es considerado como patrimonio industrial.

 

En este orden de ideas, cabe resaltar la importancia de los valores intrínsecos (Tabla 6), como es la representatividad de la mina Dos Estrellas, al ser la única en el país –hasta este momento- que posee una vasta historia que encierra condiciones de opulencia, desarrollo económico, desarrollo tecnológico, marginación y pobreza, cultura y educación; todo ello en tretejido en un territorio que posee una pequeña extensión. El carácter local del patrimonio se sustenta en primera instancia en la producción aurífera de alta calidad, y de manera particular, en la arquitectura del sitio, las instalaciones y el proceso de conservación de las mismas. Se añade a este principio, el grado de conocimiento local y regional en temas geológicos, ambientales, de erosión, arte y religión; asimismo, resalta la capacidad de observación y la naturalidad del paisaje del entorno, relacionado con condiciones de hemerobia media.

 

 

 

 

En el ámbito intrínseco y uso (Tabla 6), la mina oferta cursos, conferencias y exposiciones artísticas y tecnológicas, que fomentan de manera local y regional el desarrollo de contenidos y usos didácticos; de hecho, en diferentes recorridas por la zona, se ha podido observar la continua visita de grupos escolares y de turistas, que no tienen que pagar por acceder a las instalaciones y exposiciones. Por último, y para fortalecer la propuesta, el territorio municipal ofrece oportunidades de desarrollo, que, desde el punto de vista estético y de servicios, podría apuntalar el andamiaje de la propuesta, considerando las mejoras y la inversión necesaria.

 

DISCUSIÓN

En el año 2000, fue creado en el Departamento de Ciencias de la Tierra, el Programa de Geoparques de la UNESCO; las nacientes ideas de cuatro países europeos, que forjaron los primeros espacios dedicados a la geoconservación, han proliferado de tal manera, que hasta el penúltimo mes del año 2015 se habían reconocido de manera formal 130 geoparques, y más de 350 esperan el dictamen correspondiente para elevar la condición y recibir el reconocimiento internacional (Carcavilla y col., 2014). Sin duda alguna, los beneficios obtenidos en 20 años de investigación y gestión territorial han devenido en el desarrollo de políticas sociales de conservación sustentable del territorio  en  diferentes  países  del  mundo. Existen algunas escuelas emergentes, en torno a los geoparques, que han propuesto metodologías para la evaluación de las características y el potencial del territorio para declararlo patrimonio, entre ellas se destacan la Portuguesa, liderada por Brilha (2002; 2005; 2013); la Chilena, dirigida por Martínez  (2007); la Española, representada por Carcavilla y García (2010), Carcavilla y col. (2011; 2012) y García y col. (2013); la China, por Fuming y col. (2015); y la Mexicana, desarrollada e implementada en el International Institute for Geo-Information Science and Earth Observation (ITC) de Holanda y el pretérito Instituto Nacional de Ecología (ahora INECC); y lo desarrollado por el Instituto de Geografía de la Universidad Nacional Autónoma de México, entre otras. En diferente medida, el común denominador de las investigaciones realizadas refiere al relieve como factor patrimonial, sin embargo, la mayor parte de ellas carece de criterios específicos para la valoración geomorfológica, y adolecen de una fundamentación teórica del lugar que ocupan los geoparques en las ciencias; es por ello que esta investigación desarrolló la premisa de ubicación científica de las propuestas de gestión y desarrollo del territorio.

 

 

 

En México, el interés por el patrimonio ha crecido de tal manera, que durante el verano de 2017 se espera la declaración patrimonial de la UNESCO de los dos primeros geoparques nacionales: el “Museo de la Erosión” en la Mixteca Alta (Yanhuitlán, Oaxaca) y las secuencias de los basaltos columnares de San Miguel Regla y depósitos de obsidiana de la Sierra de las Navajas en Huasca Hidalgo. Se destacan avances significativos en la conformación de geoparques en  la morfología kárstica del Sótano de las Golondrinas en San Luis Potosí; los bloques de montaña adyacentes al Golfo de California y el Océano Pacífico en el sur de la Península de Baja California Sur. Se suman a la lista las dunas parabólicas y la denudada morfología volcánica en la Reserva de la Biosfera de El Pinacate y Gran desierto de Altar en Sonora; la geomorfología y evolución tectovolcánica de la Caldera de la Primavera en Jalisco; el Cañón del Sumidero en Chiapas y el DMTO en Michoacán y el Estado de México, basado en una antigua mina que posee el primer museo tecnológico de su especie. Para este caso, se destaca que la metodología propuesta y los resultados encontrados, se conciben con base en los antecedentes geológicos y geomorfológicos referidos, y con la orientación holística que integra aspectos de carácter social, cultural y económico. En este último ámbito, la originalidad del mismo, se encuentra en la intencionalidad de ofrecer a los decisores del territorio una visión amplia de los recursos que poseen en  las  municipalidades  estudiadas  (Tabla  6).

 

En la Tabla 7 se observan las condiciones generales (atributos), que fundamentan la propuesta de creación del geoparque. De acuerdo con estos resultados, se considera que los valores más importantes que tiene la zona de estudio se encuentran  caracterizados  por:

 

- Abundancia regional: reconocida en el sistema minero regional, con la infraestructura y arquitectura específica de la actividad y para la satisfacción de necesidades de operación.

 

- Grado de conocimiento científico: la región se emplaza en sistemas disyuntivos escalonados en un régimen tectónico regional de fosas “en-echellon”, en donde se observan espejos de falla normales estriados.

 

- Capacidad de referencia como lugar: el sitio es conocido en el ámbito nacional, posee buena accesibilidad a través de una carretera federal y la autopista que conecta a las ciudades de Morelia y Atlacomulco, opera todo el año y se encuentra próxima al poblado de Tlalpujahua, Michoacán.

 

- Elementos de interés geomorfológico: se desatacan los espejos de falla, así como afloramientos de materiales metamorfizados por el desplazamiento disyuntivo. Se encuentran evidencias de procesos asociados con riesgos de orden antrópico.

 

- Elementos de interés geológico: se advierten afloramientos de pizarras; es posible observar las características litológicas en el acceso principal a la mina.

 

- Asociación con elementos culturales: el museo tecnológico es único en su especie; además se imparten cursos de pintura. Dentro del museo existe una galería y en la pared principal de acceso a la mina se encuentra un mural. En este sitio se puede leer “La cultura como el sol, son gratis”; ello implica la postura de los administradores de la misma, de que la población y público en general se interesen y aprendan sin tener que pagar.

 

CONCLUSIONES

El corredor que comprende a la ex-zona minera de Tlalpujahua-El Oro posee propiedades de carácter geomorfológico y geológico de relevancia histórica, como es el caso de la mina Dos Estrellas. Se reconoce que el valor histórico de la región, la riqueza cultural y la capacidad que el sitio tiene para el desarrollo de actividades turísticas, recreativas y deportivas, son atributos que consiguen fundamentar la propuesta formal para la creación de un geoparque en la mina; no obstante a ello, esta se deberá fortalecer en las ámbitos de la administración territorial y de la gestión, ello debido, a que ambas variables pueden ser transformadas de amenazas, en áreas de oportunidad, que impulsen en la región el crecimiento social y económico, a partir de los recursos geomorfológicos y geológicos, en donde la geoconservación se sostiene como eje integrador y rector de la propuesta. El siguiente paso es el consentimiento social y administrativo para la formalización de viabilidad, que permita en su caso, la licitación correspondiente, y en prospectiva, la conformación de un área con potencial sustentable para el desarrollo ambiental,  social y económico, viable y tangible. Lograr la denominación de geoparque también impulsará el crecimiento de las poblaciones aledañas, las cuales ya cuentan la denominación de “Pueblos mágicos”, incrementando la actividad turística de toda la región. En el aspecto científico-académico, se incrementará la calidad de las actividades de carácter educativo que actualmente se desarrollan en la mina, y que incluyen investigación y difusión de temas relacionados con geología, geomorfología, mineralogía y otros afines a ciencias de la tierra, relacionados con la geoconservación. Esto que permitirá a la región desplegar áreas de interés y crecimiento, que hasta ahora han sido inexploradas, tales como, la definición de los criterios locales y metodológicos para valorar los geositios, los geomorfositios y el valor patrimonial de los mismos. También propiciará elaborar catálogos, inventarios y rutas para la exploración y despliegue del conocimiento científico y educativo general, fortaleciendo los procesos de gestión, ligados a políticas de conservación y administración territorial, en un marco legal que favorezca a toda la población.

 

 

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