Percepción de estudiantes de
bachillerato sobre contenidos relacionados con el consumo de alcohol y
marihuana en las redes sociales
High
school student’s perception of contents related to alcohol and marijuana
consumption on social networks
Félix
Ángel Montero-Domínguez1*,
Alma de los Ángeles
Cruz-Juárez1, Marcela Alejandra
Tiburcio-Sainz2, Janet García-González3
*Correspondencia: fmontero@uv.mx/ Fecha de recepción: 19 de
octubre de 2016/ Fecha de aceptación: 14 de septiembre
de 2017
1Universidad Veracruzana, Instituto de Ciencias de la Salud, Avenida Luis Castelazo Ayala S/N,
Colonia Industrial Ánimas, km 3.5, Carretera Xalapa-Las Trancas, Xalapa, Veracruz,
México, C.P. 91190. 2Instituto
Nacional de Psiquiatría Ramón de la Fuente Muñiz, Dirección de Investigaciones Epidemiológicas y
Psicosociales. 3Universidad
Autónoma de Nuevo León, Facultad
de ciencias de la comunicación.
RESUMEN
Las redes sociales son espacios virtuales, en los
que millones de adolescentes alrededor del mundo se comunican libremente acerca
de temas relevantes para su desarrollo y entretenimiento. La literatura internacional indica que, la exposición a contenidos
relacionados con el consumo de alcohol y marihuana, contribuye al desarrollo de una menor
percepción de riesgo al consumo, y una mayor tolerancia social hacia el uso de estas drogas. La
presente investigación tuvo como objetivo explorar la percepción del consumo de
alcohol y marihuana, que
aparece en las redes sociales, en una muestra de 35 estudiantes de bachillerato. Se realizó un estudio
cualitativo exploratorio a través de cuatro grupos
focales, integrados por alumnos de bachillerato de la ciudad de Xalapa, Veracruz, de ambos sexos, de
entre 15 y 19 años de edad, provenientes de distintos contextos socioeconómicos. El contenido de las entrevistas grupales fue transcrito y analizado,
utilizando la metodología de la teoría fundamentada. Los resultados indican
que, las redes sociales
eran la principal fuente de información de los estudiantes, sobre la disponibilidad y los efectos del
alcohol y la marihuana,
sobrepasando a la televisión, los padres y los profesores.
Los estudiantes percibieron el contenido sobre el consumo de
drogas en las redes sociales, como una extensión de la presión de sus pares
para iniciarse en el consumo de alcohol y
marihuana.
PALABRAS CLAVE: teoría fundamentada, redes sociales, adolescentes, alcohol, marihuana.
ABSTRACT
Social networks are virtual spaces in which millions of teenagers around the world communicate freely about themes relevant to their development and entertainment. International literature indicates that constant exposure to social networks’ content related to alcohol and marijuana consumption contributes to the development of a more tolerant perception of drugs and their use. The aim of this qualitative study was to explore the perceptions of high school students regarding the alcohol and marijuana consumption posts on social networks in a sample of 35 high school students. Four focus groups were conducted with a sample of high school students from the city of Xalapa, Veracruz. Participants were both males and females whose ages ranged between 15 and 19 years and had different scio-economic backgrounds. The focus groups verbatim was transcribed and analyzed using a grounded theory approach. Results they indicated that the content posted on social networks was participants’ main source of information about the effects and availability of alcohol and marijuana, surpassing television, teachers and parents. The online content was perceived as an extension of the peer pressure teenagers experienced to start using drugs.
Keywords: grounded theory, social media, teenagers,
alcohol, marijuana.
INTRODUCCIÓN
La adolescencia es un periodo del desarrollo humano,
que inicia después de la niñez y antes de la etapa adulta, también se le denomina
juventud. Se caracteriza por el inicio de un proceso de emancipación de los
padres y el establecimiento de la identidad personal a través de la identificación
con los pares sociales. La curiosidad de experimentar sensaciones novedosas y
la búsqueda de estímulos gratificantes, son condiciones que colocan a los adolescentes
en una posición vulnerable
para iniciarse en el consumo de drogas, como el alcohol y la marihuana, entre otras (Velasco-Fernández,
2009).
La presión ejercida por los pares es un factor de
riesgo de tipo social, que influye en la decisión de los jóvenes por iniciarse
en la drogadicción. Se
expresa como argumentos de
persuasión o coerción
ejercida por los pares
consumidores, para convencer a los miembros del grupo a incurrir en el consumo
de drogas. En el caso del consumo de bebidas alcohólicas, por estudiantes
universitarios en Estados Unidos, la influencia del grupo primario de amigos
aumenta la frecuencia de reuniones para el consumo y la cantidad ingerida por
ocasión (Varela y Pritchard, 2011). En lo que se
refiere al uso del tabaco en España, pertenecer a un grupo social, en donde hay
consumidores, es un factor de riesgo que incrementa la probabilidad de que los
adolescentes aprendan socialmente a desplegar las conductas de un fumador
activo (Irles-Lloret y col.,
2013).
Contra la presión de pares sociales entran en acción
los factores que protegen a los jóvenes del consumo, como la aversión a fallar
a las expectativas de los padres (McIntosh y col.,
2006).
El aprendizaje social ha demostrado ser un factor
protector para el consumo de tabaco, en grupos de jóvenes que mantienen
relaciones de amistad positivas. En una muestra de estudiantes de bachillerato
en Estados Unidos, se observó que aquellos jóvenes que pertenecen a grupos estrechamente unidos en los que no se fuma, son menos propensos a
iniciarse en el consumo de tabaco, en comparación a estudiantes que se encuentran aislados
de la red social del
bachillerato (Ennett y Bauman, 2000).
Cuando los adolescentes interactúan, establecen
vínculos, que al reforzarse, pasan a convertirse en redes sociales. A través de
las redes, intercambian información acerca de su
entorno y adquieren
oportunidades para el aprendizaje de las pautas necesarias para funcionar
correctamente en sociedad (Akers y Lee, 1996). Una red
social se define como los nexos resultantes de las
interacciones de personas o
instituciones que intercambian información y recursos; las redes sociales en internet
son una representación digital de los nexos entre los actores sociales (Martino
y Spoto, 2006).
Las redes
sociales han sido ampliamente adoptadas alrededor del mundo. Durante agosto de 2015, Facebook reportó la
cifra de 1 000 millones de usuarios conectados al mismo tiempo. Esto se asocia con lo señalado por
Matthews (2015), quien destacó que una de cada
siete personas en el mundo tenían internet.
Solo en los Estados Unidos, el 92 % de los adolescentes entre 13 y 17 años
acceden diariamente a las
redes sociales, 24 % de los cuales declaran que están conectados la mayor parte del día (Lenhart,
2015). Las redes sociales provocan un cambio
paradigmático en la manera
en como los usuarios de internet se comunican entre sí, porque pueden, además
de otras funciones, enviar y recibir mensajes instantáneos a un público masivo.
Estos mensajes,
enriquecidos con contenido mediático, como hipervínculos, imágenes y videos, les permiten estar en permanente comunicación con los pares, incluso ante la
distancia física (Kaplan
y Haenlein, 2010).
En un estudio realizado en Estados Unidos, se
observó en una muestra de adolescentes de diversos sectores socioeconómicos, que usar redes sociales tenía
consecuencias positivas, como el refuerzo de los vínculos de los jóvenes con sus pares. Esto sucede particularmente en contextos urbanos, en donde la
in-seguridad impedía que los adolescentes se asociaran
libremente en los espacios públicos. Sin embargo, también se observaron consecuencias negativas, como el
distanciamiento de la familia, la pérdida de interés en las actividades de su comunidad y la
posibilidad de experimentar acoso en línea, por parte de los pares y de personas desconocidas (Boyd, 2014).
En España, también se ha registrado que el uso constante de las redes sociales tiene consecuencias negativas para los
adolescentes. Mediante una
prueba de tamizaje diseñada para detectar el uso problemático de internet, en
estudiantes de educación media, se encontró que los jóvenes se ausentaban de
las relaciones con los
pares y la familia, y descuidaban sus deberes escolares, por la cantidad de tiempo que dedicaban a navegar
en redes sociales
(Gómez-Salgado y col., 2014); también experimentaban malestar cuando sus padres restringían el acceso
libre a sus dispositivos.
Por otra parte, existe un nulo control normativo para filtrar el contenido que llega a los
adolescentes a través de las redes sociales (De-Brujin,
2012). Ellos pueden acceder a una extensa variedad de contenidos, entre los que
figuran aquellos
relacionados con el consumo
de sustancias adictivas. Esta situación contribuye a un potencial problema de salud para los adolescentes,
considerando que se ha demostrado que existe una relación
entre la exposición prolongada a contenido
mediático de tipo audiovisual, y el consumo de alcohol y marihuana en estudiantes
de bachillerato en los
Estados Unidos (Primack y
col., 2009).
Un
fenómeno observado en la población adolescente en los Estados Unidos, relativo a la
influencia de los medios masivos de comunicación en la conducta, es la
aparición del efecto de “tercera persona”, en donde los jóvenes declaran que la información en
los medios puede influir
en la conducta de otras personas y son incapaces de percibir dicha influencia
en su propio comportamiento (Dill, 2009).
En países de Europa occidental, se analizó la relación
de la exposición a publicidad sobre alcohol en las redes sociales y el consumo
de esta sustancia en estudiantes de educación media. Se identificó una
correlación directa en la cantidad de publicidad observada en línea y el alto riesgo de consumo de
alcohol.
En esta región, los sitios web tienen autonomía para decidir sobre los productos
que anuncian en sus
páginas, dado que las restricciones que existen en la televisión para la
publicidad de bebidas alcohólicas, no aplican en internet (De-Brujin, 2012). Este es un aspecto importante a considerar,
ya que se ha observado una relación positiva entre la actitud favorable hacia el consumo de alcohol, tabaco y
marihuana, y la exposición prolongada a contenido mediático, relacionado con el
consumo de dichas drogas
en las redes
sociales (Bollinger y
col., 2011; 2012).
En México, existen alrededor de 65 millones de
usuarios de internet. De ellos, el 19 % corresponde a adolescentes de entre 13 y 18 años de edad. El tiempo de conexión diario de los usuarios a internet es, en promedio, de 7 h con 14 min. El uso de redes sociales
es la principal actividad que realiza en internet este sector de la población,
desplazando a la búsqueda de información y al uso del correo electrónico (AMIPCI,
2016).
Las redes sociales en internet son un medio de comunicación accesible, novedoso y
popular entre los jóvenes, con potencial para difundir grandes volúmenes de información acerca de los efectos
hedónicos de drogas. Actualmente
se desconoce si esta problemática afecta a los estudiantes de bachillerato en
Veracruz, una región con condiciones sociodemográficas
y culturales distintas a las abordadas en estudios previos, en donde la cantidad de usuarios adolescentes de redes
sociales se incrementa gradualmente, y los hábitos de
uso de Internet presentan
similitudes con los reportados
en los jóvenes de Norteamérica y
Europa (Haddon y Hasebrink,
2014; AMIPCI, 2016; National Cyber Security Alliance,
2016), además de ser un estado con un índice de consumo
de marihuana superior a la media nacional
(Centros de Integración
Juvenil, 2017).
El objetivo de esta investigación fue establecer la percepción de una muestra de
estudiantes de bachillerato
de la ciudad de Xalapa,
Veracruz, sobre el consumo de alcohol y marihuana
que aparece en
redes sociales.
MATERIALES Y MÉTODOS
Se utilizó un diseño de investigación de tipo
cualitativo exploratorio. Para la recolección de datos se empleó la técnica de
grupos focales. Se diseñó una guía temática de entrevista; tomando en cuenta las características del fenómeno de estudio
recolectadas de los antecedentes
de la investigación, se plantearon preguntas abiertas para explorar las siguientes categorías: (1) uso y acceso a las redes
sociales; (2) consecuencias del uso
prolongado de redes
sociales; (3) comunicación sobre las drogas en las redes sociales; (4) características del contenido mediático alusivo al
consumo de drogas; (5) percepción sobre el contenido mediático; (6) percepción
sobre las personas que suben
el contenido mediático; y (7) cambios en la percepción hacia el consumo de drogas (Tabla
1). La guía temática fue piloteada con una entrevista de grupo focal realizada
a estudiantes de bachillerato en la Ciudad de México; la información recolectada en ese
grupo fue utilizada para retroalimentar cada una de las preguntas
detonadoras de la guía.
Se realizaron cuatro grupos focales en la ciudad de
Xalapa, dos de ellos se llevaron a cabo en escuelas
públicas federales (Escuela de Bachilleres Experimental y Escuela de Bachilleres Artículo Tercero), uno en un bachillerato privado (Centro Educativo Siglo XXI) y otro en un plantel de telebachillerato,
ubicado en la zona rural de Xalapa (Telebachillerato Guadalupe Victoria). En la elección de
los planteles se procuró representar diferentes estratos socioeconómicos
presentes en la ciudad de Xalapa, para incrementar la variabilidad de las
experiencias de los participantes. Los participantes fueron seleccionados mediante muestreo por conveniencia (Martínez-Salgado, 2012), 35 estudiantes
voluntarios de bachillerato, de los cuales, 15 eran hombres y 20 mujeres (Tabla 2). Se procuró que el perfil de cada integrante de los grupos focales fuera consistente con los
perfiles reportados por
la literatura consultada para este estudio. Los criterios para la selección de los miembros de la
muestra eran los siguientes: ser estudiante de bachillerato; ser usuario de,
por lo menos, una red social; tener entre 15 y 19 años de edad; firmar una carta de consentimiento informado. En el caso de los estudiantes menores de edad,
fueron sus padres quienes firmaron el consentimiento. El criterio de
eliminación fue retirarse voluntariamente durante el transcurso de la investigación.
Las entrevistas colectivas de los grupos focales se
hicieron en los bachilleratos, con el consentimiento de las autoridades escolares. La duración de las sesiones de discusión, con cada
grupo, fue de aproximadamente 1 h, el moderador fue el único responsable de la entrevista con los estudiantes. En cada sesión,
el moderador procuró tomar
notas de las interacciones sociales durante la sesión, estimular la participación
de todos los miembros del grupo, al distribuir a los participantes en un círculo
dentro del aula. Se estableció un ambiente de respeto a la diversidad de
opiniones para invitar a los estudiantes poco participativos a aportar sus
experiencias personales a la discusión grupal. Se procuró explorar rigurosamente cada temática
de la guía con
el uso de
preguntas abiertas.
Los integrantes de los grupos focales se mostraron
generalmente participativos, respetuosos e interesados en el fenómeno de
estudio. Ningún participante se retiró prematuramente de la entrevista. Al final de las sesiones se solicitó su retroalimentación para
mejorar el procedimiento de la entrevista. Una peculiaridad que definió a la muestra de
estudio fue la presencia de
términos de origen tecnológico en su discurso, esto indica que los jóvenes han
integrado a las tecnologías de la información y la comunicación en diversos
aspectos de sus vidas, desde
una temprana edad.
Los procedimientos de la investigación fueron aprobados por el Comité de Ética
del Instituto de Ciencias de la Salud de la Universidad Veracruzana. Esta
investigación se apegó a las disposiciones señaladas en la convención de
Helsinki (World Medical Association, 2013) y en la Norma Oficial Mexicana
(NOM-012-SSA3-2012)
para la ejecución de proyectos de investigación
para la salud en seres humanos (Secretaría de Salud,
2013). El estudio se
clasificó como investigación sin riesgo. Considerando
que la investigación se enfocaba en la actividad de los estudiantes de
bachillerato en internet, se siguieron las directrices de la Asociación Psicológica Americana (APA), para el desarrollo de investigación
relacionada a la actividad humana en internet (Kraut y col., 2003). Por lo tanto, fue prioritario asegurar que toda la
información obtenida de los participantes de los grupos focales fuera estrictamente
confidencial y proteger la identidad de cada uno de
ellos, eliminando la información que permitiera su identificación.
Análisis de los datos
Cada sesión de grupo fue audio grabada, transcrita y
analizada bajo el método de la teoría fundamentada. El método consiste en
identificar las propiedades del fenómeno presentes en el discurso de los
participantes y desarrollar una explicación teórica de los procesos asociados a
la interacción entre el fenómeno y los individuos. En el análisis cualitativo
de los datos se alternaron tres tipos de codificación: (1) codificación abierta,
para identificar las categorías emergentes en el discurso de los participantes; (2) codificación axial, para hacer conexiones entre las categorías e
identificar la categoría principal;
y (3) codificación selectiva para construir una narrativa que explicara los
procesos asociados a la categoría principal (Corbin y Strauss,
2015). A partir del análisis de las transcripciones, se
identificó la categoría principal del estudio:
cambios en la percepción hacia el consumo de drogas relacionados con la
exposición al contenido mediático. Durante el análisis, se plantearon cuestionamientos
que fueron respondidos con
los datos obtenidos de
las transcripciones, para
completar la información de cada una de las categorías identificadas, este
proceso continuó hasta que se alcanzó la saturación de información en cada una
de las categorías exploradas.
Las categorías fueron identificadas y corroboradas
con el apoyo de dos analistas imparciales, expertos en el tema de consumo de
drogas en poblaciones jóvenes, ajenos a esta investigación. El resultado del
proceso de categorización de los datos fue introducido en el paquete Atlas.ti versión 6.0 (Scientific Development Software,
2012). Para organizar la información,
se establecieron relaciones de las categorías de
estudio y se identificaron los componentes de la
categoría principal. Los componentes
identificados fueron los siguientes: (1) condiciones que propician la aparición
del fenómeno; (2) el contexto en el que ocurre; (3) las interacciones de los participantes
con el fenómeno; y (4) las
consecuencias de las interacciones. Se redactaron notas técnicas a partir de
las relaciones entre las categorías
de estudio.
RESULTADOS
Los resultados en esta sección se presentan de
acuerdo con las siete categorías que emergieron
del análisis cualitativo
de los datos.
Uso y acceso a las redes sociales
Los jóvenes entrevistados manifestaron que podían acceder a las redes sociales, sin restricciones por parte de sus padres y que
utilizaban múltiples dispositivos, como teléfonos celulares, computadoras personales, tabletas y consolas de videojuegos para
conectarse a internet. La red social preferida fue
Facebook, la cual fue considerada
básica para la comunicación, seguida de Twitter y de redes sociales enfocadas en
comunicación visual, como Instagram y Snapchat, así
como del sitio de internet YouTube.
Los participantes reportaron que dedicaban entre
2 y 12 h al día al uso de redes sociales. La cantidad de tiempo era variable, porque dependía
tanto de las notificaciones que recibían de sus pares, como de sus actividades
personales. El uso
principal que le daban a las redes sociales era la comunicación pública (compartir fotos) y la comunicación
privada (mensajería instantánea con pares). En segundo lugar, el entretenimiento
de tipo audiovisual, a
través de videos musicales, deportivos o cómicos; y en tercer lugar, el uso de las
redes sociales en la
búsqueda de información para satisfacer la curiosidad personal, realizar tareas escolares,
mantenerse al corriente de los acontecimientos dentro
de su círculo social y
consultar noticias a
nivel regional y
global.
Consecuencias del uso prolongado de redes sociales
Los estudiantes entrevistados en los cuatro grupos reportaron consecuencias
positivas y negativas del
uso prolongado de las redes
sociales. Entre las positivas señalaron la incorporación de nuevos temas a su acervo
cultural; la toma de consciencia sobre las nuevas problemáticas sociales; y la adquisición de puntos de vista alternativos sobre temas controversiales, como es
el consumo de drogas. En
cuanto a las consecuencias negativas, los estudiantes percibieron un
distanciamiento de sus familiares y amigos cercanos, además de una disminución en su aprovechamiento
académico por no dedicar el tiempo suficiente a sus actividades escolares. Algunos de los sujetos reportaron sentimientos de aislamiento y ansiedad cuando no recibían una respuesta inmediata a los mensajes que enviaban a sus pares. Otras consecuencias negativas
registradas fueron el agotamiento, la sensación de
fastidio y la irritación en los ojos, después de utilizar la red
por varias horas
consecutivas.
Comunicación sobre las drogas en las redes sociales
Los participantes de los grupos focales reportaron
que las redes sociales son la principal fuente de información. La disponibilidad de los contenidos coloca a la
información publicada en
redes sociales por encima de la información que reciben de otros medios electrónicos como la televisión, así como de la que reciben de sus profesores en la escuela. Los participantes
señalaron que la información que recibían en el aula estaba censurada, mientras que la información sobre
el consumo de drogas en las redes se encontraba íntegra, como se observa a continuación (Entrevista grupal con alumnos de bachillerato privado
29 de octubre, 2014):
Investigador: ¿En dónde has buscado información sobre
las drogas y sus
efectos?
Chica 1: En la escuela, han venido a hacer pláticas.
Chico 2: Internet
Chica 2: De mis amigos.
Investigador:
¿Dónde sienten que han conseguido más
información, en la escuela o en el internet?
Todos: internet.
Chica 2: Pero la verdad, amigos.
Investigador: ¿En dónde han conseguido esta información?
Chica 1: De maestros.
Chica 4: Hay un maestro aquí que es sexólogo y
nos da
pláticas de eso.
Chica 5: Pláticas,
talleres, exposiciones.
Investigador: ¿Todos han tenido estos talleres?
Todos: Sí.
Chica 3: A mí el maestro en su clase me dio esa información
y el taller al que yo iba es independiente.
Chico 2: A veces llegan otras instituciones a
impartir los cursos.
Investigador: ¿Cómo califican esta información?
Chico 3: Sí es buena la información, pero no están capacitados
para hacerlo bien.
Chica 2: Yo he notado que hay personas que vienen a
explicar, pero no te quieren mostrar imágenes porque dicen que son
impresionantes, pero si tú no las ves, ¿cómo vas a entender lo que realmente
pasa?
Investigador: ¿Si lo ordenaran,
cómo sería?
Todos: Amigos, internet y la escuela.
Los jóvenes informaron además, que Facebook puede
ser utilizada como herramienta para organizar eventos sociales en los que se
consume alcohol y otras
drogas. Facebook permite comunicar las fechas de estos eventos al público y ubicar su localización
geográfica, mediante el
Sistema de Posicionamiento Global (GPS) para
facilitar la asistencia
de los jóvenes.
Características del contenido mediático alusivo al consumo
de drogas
Los participantes revelaron que el alcohol, la
marihuana y otras drogas que observaban en las redes
sociales, provenían de tres fuentes principales:
1) Los contactos dentro del círculo social de los
participantes, que publican fotografías o videos de jóvenes, en fiestas o
reuniones sociales, en las que las bebidas alcohólicas o la marihuana aparecen
como elemento central.
2) Sitios web informativos o grupos de usuarios
independientes, que publican imágenes y videos para abordar temas como la
despenalización de las drogas y los beneficios a la salud del consumo de
marihuana. Este contenido incluye diseños llamativos para los jóvenes, aunque
la información presentada es parcial sobre los efectos placenteros de las drogas
e incompleta sobre los daños potenciales a la salud por el consumo
prolongado de estas.
3) La publicidad de las marcas de bebidas alcohólicas
disponibles en el mercado. Este contenido se inserta como anuncios en los videos
de entretenimiento musical y deportivo de YouTube, o como contenido
publicitario en forma de promociones y recetas para preparar bebidas
combinadas en Facebook.
Percepción sobre el contenido mediático
El contenido publicitario fue percibido por los participantes
como creativo y en su discurso es posible apreciar que es llamativo y memorable (Entrevista grupal con
alumnos de bachillerato privado 29 de
octubre, 2014):
Investigador: ¿Qué opinan de los anuncios que aparecen en
las redes sociales?
Chica 1:
Los anuncios de
Tecate y así.
Chica 2: Algunos están muy creativos.
Chica 1: Sí como el del perro que es como un video que dice, ese de la Modelo... ¿Cuál es su emblema? Todo se hace con medida, y así
hacen, como que lo quieren hacer creativo, pero aun así están promocionando el
alcohol, o sea en el cine lo pasan
y los niños
lo ven.
Investigador: ¿Dónde los has
visto?
Chica 1: En el cine, en la tele, en Facebook, en YouTube.
Chica 2: Yo los he visto en YouTube.
Chica 1: Porque luego en el Facebook comparten
cuando son videos muy creativos, hasta en Facebook los comparten así, pero al
final dicen Modelo Especial o algo así.
Chica 4: A mí me gustan esos nada más porque son
creativos y obviamente siento que está mal
hacer eso, pero
está creativo.
Percepción sobre las personas que suben el contenido
mediático alusivo al alcohol y a las drogas
Respecto a la percepción de las imágenes relacionadas
con el consumo de alcohol y marihuana publicada por pares, se observaron diferencias
entre los grupos focales. Para los estudiantes de bachilleratos
públicos, el contenido
subido por pares sociales representa una forma de alardeo, al mismo tiempo que
una
forma de presión social para iniciarse en el consumo
de drogas. Los participantes de estos grupos focales consideraron que la presión
puede inducir el consumo en los jóvenes que son “fáciles de manipular” y en quienes sienten necesidad de ser aceptados por
sus compañeros consumidores que gozan de popularidad. Estas declaraciones denotan la posible presencia del efecto “tercera persona” de influencia mediática (Dill, 2009), el cual indica que las personas consideran que
otras personas sí pueden verse influenciadas por la información de los medios
masivos de comunicación, pero no perciben la influencia de los medios en su propia conducta
cotidiana, como se muestra
a continuación (Entrevista grupal con los alumnos de
bachillerato público
14 de
noviembre, 2014):
Investigador: ¿Crees que sea correcto que las personas suban
este tipo de
contenido a las redes?
Todos: No
Investigador: ¿Por qué no?
Chico 2: Porque hay mucha gente que son de mente fácil de manipular y que van a
intentar hacerlo.
Chica 2: Porque creen que eso los va a hacer populares.
Chico 2: Para que digan: “ah si hago eso, él me va a
aceptar”.
Investigador: ¿Qué opinan de las personas que toman en
la fiesta y
suben las fotos?
Chica 2: Quieren llamar la atención.
Chica 1: En su casa no les hacen caso y quieren
llamar la atención .
Chico 3: Obtener
muchos likes en sus fotos.
Por otra parte, los alumnos del bachillerato privado en Xalapa mostraron una aceptación del consumo de sustancias de sus pares, siempre y cuando se realice en privado, no se publique en redes sociales y sea para “disfrutar” de la marihuana o del alcohol. A diferencia de los alumnos de otros bachilleratos, los de bachillerato privado parecieron tener una mayor participación y exponerse más tiempo a los contenidos de las redes sociales, como se muestra a continuación (Entrevista con alumnos de bachillerato privado 29 de octubre, 2014):
Investigador: ¿Qué opinión tienen sobre las personas que
sí consumen?
Chica 2: Pues nada.
Chica 4: ¿Alcohol?
Investigador: Alcohol, tabaco,
marihuana.
Chica 1: Pues hay diferencia entre los que consumen y
los que abusan.
Chico 2: Pero pues, da lo mismo, es su decisión,
su cuerpo.
Chica 3: Cuando quieren llamar la atención, sí,
es como
que, sí, lo
haces, o sea.
Chica 2: Ya solita, como hasta se puede crear sus propias excusas para hacerlo, mientras que son “x”.
Chico 1: Y pues cuando de verdad te gusta, hasta te
encierras en tu cuarto, o no sé.
Los estudiantes del grupo de telebachillerato
mencionaron que la información acerca de las propiedades medicinales y recreativas
de la marihuana, que aparecían en las redes sociales, contrastaba con la imagen
negativa que habían recibido de los consumidores de esta droga durante su
infancia. Consideraron que los consumidores de marihuana no eran criminales y
que se les debería permitir el consumo, si no dañaban a nadie
al hacerlo.
Cambios en la percepción hacia el consumo de drogas
Tras la exposición al contenido mediático, los
participantes de bachillerato público declararon no tener curiosidad por experimentar los efectos del consumo de alcohol, el cual encontraban desagradable. Esta postura refleja los factores de protección ante la presión grupal, presentes en adolescentes que tienen una
relación estrecha con sus padres (McIntosh y col., 2006). Sin embargo, reconocieron que la publicidad de bebidas alcohólicas podía generar curiosidad por el consumo
en personas más jóvenes que ellos, niños inclusive, a
quienes consideraron como
más impresionables y
susceptibles hacia el contenido publicitario, y a los mensajes de
contenido cómico o sexual presentado por la publicidad de
alcohol en YouTube. Este grupo mencionó que, aunque
los comerciales mostraban
los aspectos positivos de tomar bebidas alcohólicas, ellos podían observar los
aspectos negativos del consumo en sus familiares o conocidos, cuando los veían bajo
los efectos del alcohol, dentro y fuera de las redes sociales. Agregaron, que
cada quien es responsable de su decisión de consumir
alcohol u otra
droga.
Los alumnos de bachillerato público federal afirmaron que, la autoestima y los
valores adquiridos, son
determinantes para evitar la influencia de los mensajes publicitarios de bebidas alcohólicas. No
obstante, para este grupo, la decisión de iniciarse en el consumo de alcohol o
marihuana se ve influida por la selección de amistades y la presión social de parte
de pares consumidores.
Dentro de los grupos entrevistados, había
estudiantes que declararon sentir curiosidad por experimentar los efectos de
otras drogas distintas al alcohol y la marihuana, por ejemplo, las anfetaminas.
Estos estudiantes explicaron
que el carácter prohibido de las drogas ilegales
estimulaba su curiosidad por ex-
perimentar sus efectos, y que el contenido publicado en redes
sociales reforzaba dicha curiosidad. Indicaron que podían satisfacer esta
curiosidad de manera instantánea, consultando información acerca de los efectos de las diferentes sustancias disponibles, como se muestra en las siguientes declaraciones
con alumnos de
bachillerato público (Entrevista grupal con alumnos
de bachillerato público, 14 de noviembre, 2014):
Investigador: ¿Y aunque aquí no les den las imágenes, en internet
sí las ponen?
Todos: Sí
Chica 1: Somos así, de que nos dicen, no veas
eso y
ahí vamos a
verlo.
Chica 2: Nos da más curiosidad.
Chica 2: Sí, nos da curiosidad y vas y lo haces.
Chico 3: A lo mejor a ti no te gustó, pero a mí sí.
Chica 1: Para ti es impresionante, pero para mí no.
Investigador: Después de experimentar este tipo de contenido, ¿has sentido
curiosidad por experimentar los efectos
de las drogas?
Todos: No.
Chica 2: Bueno
sí, la anfetamina
sí.
Chico 2: A mí me da curiosidad por lo que ponen en
las películas, el que te hace sentir, para que
te vuelvas adicto.
Chica 1: Y qué es lo que causa en ti, para que en
realidad te guste
y lo vuelvas
a hacer.
Chica 3: A mí me da mucho por la película, porque quisiera ver que mi cerebro crezca y esas cosas.
Chica 2: La probaría por la ciencia, yo me sacrifico.
La exploración del fenómeno desde la metodología de
la teoría fundamentada, permitió identificar las condiciones necesarias para
que ocurra la exposición al contenido alusivo al consumo de drogas publicado en
redes sociales. Entre las condiciones se encontraron las siguientes: (1)
contacto con usuarios de alcohol o marihuana que suben contenido sobre su consumo; (2) disponibilidad de
tiempo para interactuar
con el contenido; (3) interés por los eventos deportivos
o de entretenimiento, patrocinados en las redes por
las compañías que producen
o comercializan bebidas alcohólicas; y (4) curiosidad por el consumo de drogas.
La inclinación por explorar
nuevas situaciones y sensaciones, que caracteriza al periodo de la adolescencia, ha sido
documentada previamente en adolescentes mexicanos (Velasco-Fernández, 1997).
DISCUSIÓN
Los datos obtenidos en este trabajo sobre las redes sociales más utilizadas y las
actividades que los
estudiantes realizaban con mayor frecuencia, fueron consistentes con las publicaciones de estudios con
adolescentes de los Estados Unidos. De acuerdo con un estudio realizado por Lenhart
(2015), 24 % de los
jóvenes en ese país dijo mantener una presencia permanente en las redes sociales, gracias a la disponibilidad de múltiples dispositivos.
Un aspecto notable del uso de redes sociales, fueron
las consecuencias negativas del tiempo utilizado para navegar en la red. Los
aspectos que mencionaron
los participantes de este
estudio han sido reportados con anterioridad por usuarios adolescentes en
España, particularmente el distanciamiento en la
relación con los familiares
y la disminución del aprovechamiento académico, debido al tiempo excesivo
utilizado a consultar la información que se publica en la red (Gómez-Salgado y
col., 2014).
La cantidad de contenido publicado en las redes sociales acerca del alcohol o marihuana, está asociada a la curiosidad que los jóvenes tienen hacia el consumo de estas sustancias, ya que las principales redes sociales, como Facebook y Twitter, y el sitio de YouTube, organizan la disponibilidad de contenido de acuerdo con las preferencias de los usuarios. Durante una sesión de navegación pueden aparecer recomendaciones de videos y notas periodísticas basadas en los términos de búsqueda utilizados previamente, que indican los intereses temáticos de los jóvenes. Estos datos se suben a la red social cuando los usuarios se suscriben o expresan gusto, “me gusta”, por este tipo de publicaciones (Guy y col., 2010), de tal modo que continúan recibiendo regularmente el contenido asociado al consumo de drogas, gracias a este sistema de retroalimentación, perpetuado por el mismo medio.
El sitio YouTube permite a los usuarios producir sus
propios videos y compartirlos con una audiencia local y global. Los usuarios pueden observar videos relacionados con el consumo
de alcohol, los cuales son producidos y subidos por jóvenes que son consumidores de alcohol. Se realizó un análisis de contenido de los 70 videos más relevantes relacionados con la intoxicación
alcohólica en YouTube, y se descubrió que los videos con mayor número de visitas son aquellos que
vinculan el consumo excesivo de alcohol con situaciones humorísticas y de
atracción física, que ignoran o minimizan las
consecuencias negativas (Primack y
col., 2015).
En el Reino Unido, utilizando la técnica de grupos
focales, se analizó el contenido de las publicaciones en Facebook. La información obtenida indicó que las prácticas
relacionadas con el consumo de alcohol, como compartir anécdotas de fiestas o
asociarse con una marca de bebida alcohólica, apoyan la normalización del consumo
de alcohol entre los adultos jóvenes. Además, publicar contenido relacionado
con el consumo de alcohol es una forma de expresión de la identidad
individual (Atkinson y
col., 2014).
Las consecuencias de la exposición al consumo de
sustancias se reflejan en el conocimiento de los nombres, marcas y frases
publicitarias de las bebidas alcohólicas anunciadas en la red, así como en el
conocimiento sobre los efectos de la marihuana. En estudios realizados con adolescentes
de los Estados Unidos, las redes sociales son también la principal fuente de
información acerca del consumo de drogas (Bollinger y
col., 2011; 2012). Si bien, los participantes de los grupos focales no
consideraron que el contenido mediático sea una influencia determinante para
iniciarse en el consumo de drogas, aquellos estudiantes de bachillerato que
declararon conocer el contenido publicado en las redes, se mostraron más
tolerantes de la decisión de sus pares de consumir y manifestaron que estaban
informados acerca de los efectos terapéuticos
de la marihuana.
Se deduce que, con la información en las redes
sociales, los jóvenes han ampliado su conocimiento acerca de las drogas y han
modificado su opinión para eliminar el estigma social hacia el consumo de
drogas y los consumidores. La exposición al contenido mediático, alusivo al
alcohol, hace que los estudiantes asuman que la norma social aceptada es el abuso en el consumo de esta
sustancia (Fournier y
Clarke, 2011).
Dentro de las opiniones expresadas por los
participantes de este estudio, se encontró que los problemas asociados al
consumo de substancias de
abuso ocurren porque los jóvenes no son conscientes de las consecuencias que conlleva el consumir
drogas, por no estar debidamente informados de sus efectos nocivos para la
salud, física, psicológica y social. Los fenómenos observados en esta investigación
coinciden con trabajos previos realizados en Estados Unidos y Europa, en
aspectos como la penetración del contenido publicitario de alcohol en las redes
sociales, disponible a cualquier hora del día, sin importar que los usuarios
sean menores de edad (Atkinson y col., 2014; Primack y col., 2015). El sitio YouTube y la red social
Facebook fue donde se reportaron más publicaciones con este tipo de contenido (Primack y col., 2015), situación que también fue similar a la reportada en
investigaciones previas. En una muestra de universitarios, de la región central de los Estados
Unidos, se descubrió que la cantidad de referencias al consumo de bebidas alcohólicas,
dentro del perfil de Facebook, se correlaciona con el volumen de alcohol consumido (Fournier y
Clarke, 2011).
El contenido relacionado con el consumo de marihuana
fue un tema emergente y recurrente durante las sesiones de los grupos focales.
Este tema no fue contemplado por las investigaciones citadas en la revisión de
literatura, las cuales se enfocaron únicamente en el contenido relacionado con el consumo de alcohol (Fournier
y Clarke, 2011; De-Brujin, 2012; Atkinson
y col., 2014; Primack y col., 2015). Sin embargo, en
los comentarios vertidos en los grupos focales se encontró que el contenido
relacionado con el consumo de marihuana está ampliamente difundido. Durante la sesión del grupo focal realizada en el telebachillerato de la zona rural de Xalapa, se reportó que el contenido mediático
apoyaba la normalización del consumo de marihuana, dado que el contenido
hablaba extensamente de los beneficios a la salud del consumo de esta droga y
minimizaba los problemas derivados del consumo crónico, como el síndrome amotivacional, la dependencia y su relación con padecimientos
mentales como la esquizofrenia (Malone y col,
2010; Rovai
y col., 2013).
Cabe mencionar que, en el periodo en el que se realizaron los grupos focales, se llevó a cabo un debate sobre la legalidad del uso
terapéutico y del uso recreativo de la marihuana en México, en las sesiones de
la Suprema Corte de Justicia de la Nación (Reyes, 2015). El evento tuvo amplia
difusión en los medios de comunicación, incluidas las redes sociales. Los argumentos
a favor de la legalización de esta droga se publicaron como videos virales en
las redes sociales, haciendo referencia al uso recreativo
y medicinal de cannabis.
Las redes sociales atraen a los adolescentes, porque
representan un contexto en el que se pueden expresar y comunicar libremente.
Considerando que por el incremento en la inseguridad y la violencia en México y
otros países, se han cerrado los espacios que en el pasado eran utilizados como
punto de reunión y para convivir cara a cara, fuera del ambiente escolar o
familiar, las redes sociales ofrecen una plataforma libre para la comunicación,
la interacción y la satisfacción de las necesidades de entretenimiento e
información. De esta forma, el contenido que se sube
a las redes sociales se
convierte en una extensión de los intereses, pero también de las presiones
sociales que los adolescentes reciben diariamente de
sus pares (Boyd, 2014).
El contenido mediático, alusivo al consumo de
alcohol, marihuana y otras drogas, es abundante en la red (Cruz-Juárez y col.,
2016), debido a que es un tema llamativo para los jóvenes, porque forma parte
de un ritual para integrarse a la vida adulta (Primack
y col., 2015). Los
usuarios adolescentes de redes sociales están expuestos a la presión social para consumir,
alcohol y marihuana, porque dentro del contenido que suben sus pares a las redes sociales pueden observar los beneficios
al capital social que se obtiene con el consumo de estas drogas en público (Atkinson y col., 2014).
Aún persisten vacíos de información en las
categorías exploradas, debido a una serie de limitaciones en la recolección y
en el análisis de los datos, que restringieron la profundidad de la explicación
del fenómeno, como la falta de una estrategia estandarizada para recolectar
información de las interacciones que ocurren entre
los adolescentes y el contenido mediático, en las redes sociales. Otra limitación del trabajo fue seleccionar a los participantes del estudio por
conveniencia, de tal forma que la muestra se conformó de estudiantes
voluntarios interesados en el uso de redes sociales, dejando fuera de la investigación a los estudiantes con
distintos grados de involucramiento con el fenómeno de las
redes sociales, junto con
los adolescentes que no cursan
actualmente el bachillerato.
Los resultados de esta investigación permitieron observar que las redes sociales son las
principales fuentes de información sobre la disponibilidad y los efectos del
alcohol y la marihuana, sobrepasando a la televisión y a la información que los
estudiantes de bachillerato reciben de sus padres y profesores; y que el contenido mediático alusivo al
consumo de alcohol y
marihuana que se sube a las redes sociales proviene de tres fuentes principales:
1) las publicaciones de fiestas o reuniones subidas por los pares, que
contienen fotografías o videos de bebidas alcohólicas, como centro de atención;
2) las publicaciones de sitios informativos o páginas de Facebook, de usuarios independientes, que
contienen imágenes o
videos relacionados con la despenalización de las
drogas y los beneficios a
la salud del consumo de marihuana; y 3) los
anuncios promocionales de las marcas de bebidas alcohólicas dentro de
los videos de entretenimiento musical y deportivo en Youtube.
CONCLUSIONES
Los estudiantes de bachillerato entrevistados
percibieron el contenido publicado en las redes como una extensión de la
presión de sus pares para iniciarse en el consumo de alcohol o marihuana.
Consideraron que la exposición constante a este contenido contribuía al
desarrollo de una percepción tolerante hacia el alcohol y la marihuana. Por lo
que, es necesario continuar explorando esta problemática e identificar si
persiste a nivel nacional o si se limita a la reducida muestra explorada en
este estudio. Asimismo, es necesario destacar el potencial de las redes
sociales para la prevención del consumo de drogas en adolescentes, gracias a su
capacidad para difundir información y establecer puentes de diálogo con los adolescentes, de modo que se puedan abordar los mitos acerca del consumo de
marihuana que constantemente se publican en la red, y aportar información
científicamente respaldada, que permita a los jóvenes formarse un criterio
objetivo acerca del consumo de estas sustancias.
AGRADECIMIENTOS
Se agradece el apoyo del Consejo Nacional de Ciencia y Tecnología (CONACYT) por
el financiamiento otorgado como parte del programa de becas para estudios de
posgrado (becario Núm. 235970). Este trabajo forma parte de los requisitos para
obtener el grado de Doctor en Ciencias de la Salud por la Universidad Veracruzana.
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